martes, 27 de febrero de 2018

ULRICH WÜST (1949): LA CIUDAD DEL ESTE (AÑOS 70)
















































Raras son las personas en las fotografías que el arquitecto y fotógrafo Wüst empezó, en los años setenta, a tomar en las ciudades de la antigua Alemania Democrática. Las únicas figuras suelen ser heroicas labradas personificaciones de las virtudes del régimen, o del idealizado trabajador, o efigies en carteles pintados. Los seres de carne y hueso, en cambio, aparecen, ocasionalmente, de espaldas, mirando al mar, por el que no podrán escapar físicamente.

Wüst -el mejor artista, de lejos, expuesto en la reciente feria de arte ARCO en Madrid- retrató con precisión, en fotografías de pequeño tamaño, casi como cuadros renacentistas flamencos, la ciudad gris: ciudades dañadas por la guerra con remedos de vidrio y hormigón mal insertados, calles vacías, coches aparcados, plazas o esplanadas demasiado grandes, tapias  y muros de ladrillos ennegrecidos, vías de tren o de tranvía abandonadas, y la grisura general, que la ausencia de vida dota de un carácter casi fúnebre. A primera vista, las ciudades que Wüst documenta se asemejan a las urbes metafísicas de de Chirico, pero pronto se intuye que la ciudad no está desierta sino que nadie ni nada se mueve porque se sabe espiado.   

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