El puente unía a los ciudadanos; el zigurat a éstos con los dioses.
Para Apollinaire, puente y torre se unen en una sola figura que pone en contacto a todos los hombres, del pasado y del presente, azotados por la Primera Guerra Mundial, en la que Apollinaire falleció, una vía de contacto para poder avanzar en aquellos tiempos siniestros.
El poema encabeza el poemario del siglo XX más célebre en Europa, Caligramas, subtitulado Poemas de la Paz y de la Guerra (1914-1916), dedicado a su amigo de infancia, el escritor René Dalize, fallecido en el campo de batalla a los treinta y siete años, el 7 de mayo de 1917.
Nota: Dibujo de Picasso
Lazos
Cuerdas hechas con gritos
Sonidos de campanas a través de Europa
Siglos ahorcados
Carriles que atan las naciones
Solo somos dos o tres hombres
Libres de todo lazo
Démonos la mano
Lluvia violenta que cepilla los humos
Cuerdas
Cuerdas tejidas
Cables submarinos
Torres de Babel cambiadas en puentes
Arañas – Pontífices
Todos los enamorados que un solo lazo ha unido
Otros lazos más tenues
Rayos blancos de luz
Cuerdas y Concordia
Solo escribo para exaltarlos
Oh sentidos oh sentidos queridos
Enemigos del recuerdo
Enemigos del deseo
Enemigos del lamento
Enemigos de las lágrimas
Enemigos de todo lo que todavía amo
(Ondes, Calligrammes 1918)
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