sábado, 18 de diciembre de 2021
GUIDO GUIDI (1941): TUMBA BRION DE CARLO SCARPA (1996-2006)
jueves, 16 de diciembre de 2021
El país de los sueños
Érase el tiempo antes del tiempo de los humanos. Los seres del tiempo de los sueños, que así se denominaba el tiempo primigenio, recorrían el mundo que se iba conformando a su paso. Los andares de los seres de los inicios trazaban caminos y cuando descansaban en la tierra su cuerpo abría valles, o componían montañas donde sentarse.
Mas llegó el día en qué los seres de los sueños tuvieron que partir. Antes de desaparecer, crearon diminutos seres inmateriales que, con el paso del tiempo, acabarían anidando en el cuerpo de los animales y los humanos, como si éstos fueran hijos de los seres de otro tiempo. Tras haber ofrecido etéreos presentes, los seres de los sueños se encaminaron hacia las montañas, se acercaron a las paredes rocosas y desaparecieron tras el telón tendido de las piedras. Tan solo quedó la marca que dejaron al penetrar en la montaña, la huella de su abducción.
Pronto, los humanos descubrieron estas marcas. Testimoniaban del paso de los seres del sueño por la tierra, e indicaban dónde éstos se habían recluido. Eran inalcanzables, invisibles, pero habían dejado suficientes muestras de su presencia. El contacto con estas marcas acercaba a los hombres a los desvanecidos seres del tiempo de los sueños. Además, algunos animales eran portadores de los espíritus que los seres invisibles habían esparcido por la tierra.
Es por esta razón que los hombres preservaron las preciosas marcas que los seres primigenios habían dejado impresas en las rocas. Las resaltaban con colores, y reseguían sus contornos. Estas marcas eran un recordatorio el paso de lo seres del sueño por la tierra: plasmaban por dónde se habían desplazado, y que formas habían creado, qué pasos abierto, pasos por los que nadie, si los seguía, podía perderse.
Estas marcas, en ocasiones, se hallaban lejos de las comunidades. Pero éstas las necesitaban para saber cómo actuar y por donde caminar por la tierra, dónde estar cerca de los seres de otro tiempo. Los hombres, entonces, empezaron a reproducir dichas trazas en grandes hojas vegetales compuestas por cortezas desenrolladas. Trazas que constituían mapas que evitaban que los hombres se desorientaban y se perdieran. Mapas que solo los que habían estado cerca de los seres de los sueños, o que encerraban un espíritu desencarnado, podían descifrar. Mapas que trazaban el destino de cada ser humano.
Una exposición -acertadamente titulada Trazos, trazos que fijan las trazas que los seres de los inicios dejaron inscritas en la tierra, y que muestran que el dibujo es una recreación del paso de los seres invisibles por el mundo- en el Museo de las Culturas del Mundo, en Barcelona, muestra una selección de dichos dibujos y pinturas, y cuenta la historia de los hombres que supieron hallar la senda de la vida, guiados, desde lejos, por los seres de los sueños.
https://www.barcelona.cat/museu-etnologic-culturesmon/ca/node/2082
miércoles, 15 de diciembre de 2021
Ruina (¿Qué es una ruina?)
Una ruina es una realidad y un concepto, algo tangible y un sueño. La ruina se entiende como un ente caído, herido, mutilado, que ha perdido prestancia y unidad, desmoronado, pero también, en Occidente, desde finales del siglo XVI, como un ente cuya forma evoca a la vez un pasado añorado, la unidad perdida, forma que, al mismo tiempo se admira tal como se muestra, como si dicha forma fuera la que el ente tuviera que tener. Una forma distinta, quizá una forma tal como estaba cuando el ente fue construido, posiblemente no despertaría el mismo interés. Un yacimiento arqueológico con edificios enteros, por antiguos que fueran, quizá pasaran desapercibidos, como cualquier construcción medieval en un casco urbano antiguo. La ruina es un edificio singular deseado capaz de evocar un pasado que se antoja esplendoroso, pero cuyo esplendor y fascinación, causados por las ruinas, solo existen en la imaginación. El Partenón, entero y pintado, quizá no pareciera admirable.
La palabra ruina evoca realidades complejas, que dicen mucho sobre nuestra relación con la ruina, que quisiéramos se quedara tal como está, aunque suscite la nostalgia por lo que ya no es ni está.
Ruina, en latín, no significa exactamente lo que la moderna palabra ruina designa. En latín, ruina no se refiere explícitamente a un ente arquitectónico. No pertenece en propiedad al vocabulario de la construcción ni de la arquitectura. Ruina se traduce por hundimiento, devastación, destrucción, derrumbe. Cualquier creación natural y artificial, cuya integridad ha quedado afectada, recibía el nombre de ruina -bien es cierto que modernamente, personas arrasadas por el tiempo y modos de vida, son calificados de ruinas, la palabra ruina, en este caso, utilizada a modo de metáfora, pues ruina hoy solo designa arquitecturas y construcciones dañadas, construcciones vivas que ya no podrán habitarse, cuya perdida vitalidad evoca el derrumbe físico y moral de una persona arruinada.
Ruina, en latín, está emparentada con el verbo griego orussoo; un verbo complejo ya que significa tanto desenterrar -un acto propio del arqueólogo que saca a flote y pone en evidencia lo que la tierra oculta- cuanto enterrar: el gesto con el que se esconde lo que ya no sirve, por ejemplo un edificio condenado o arruinado, e imposible de restaurar o levantar de nuevo. La ruina tiene que ver tanto con la ocultación -no queremos estar rodeados de ruinas- como con la revelación -el pasado de pronto emerge ante nuestros ojos cuando una ruina, desenterrada, se alza en la tierra.
Pero desenterrar es un verbo cargado también de múltiples matices. El desenterramiento permite que un ente salga a la luz. Lo que era invisible -oculto- se hace visible; de lo que no teníamos noticias, y no existía para nadie, de pronto cobra entidad. La tierra aparece como una matriz que da a luz con la ayuda del excavador, El desenterramiento es un alumbramiento, y el mundo se enriquece con un nuevo ser en ciernes, aun no -o ya no- enteramente conformado, pero que promete: ofrece la promesa de un ente con el que entrar en relación.
Mas desenterrar implica arrancar de las entrañas de la tierra. El ente pierde raíces. Ya no está en contacto con la tierra. Se halla en tierra de nadie. Se convierte en un castillo en el aire, un sueño entendido como un ente sin consistencia. Una extracción es dolorosa; conlleva la muerte de lo que se retira. La tierra protegía, cubría al ente, que queda al descubierto, desvalido, a merced de las incurias humanas y del tiempo, perdido su sustento. El ente extraído se convierte en un ruina, un edificio que ya no tiene lugar.
Una ruina, en suma, es un ente desorientado, que ha perdido su lugar en el mundo. Ya no sabe dónde ésta. Ya no es de este mundo. Pero precisamente su absoluta desubicación lo convierte en un sueño. Cualquiera puede proyectarse en él, y utilizarlo para viajar en el tiempo. Una ruina es un ente libre de ataduras. No pertenece a ningún espacio ni a ningún tiempo. Ya no está sometido a las contingencias, las exigencias del lugar. Pero, en contrapartida, lentamente se desvanece como toda ilusión. La realidad, de la que la contemplación de la ruina nos libera, vuelva a imponerse y nos devuelva a la tierra, al mundo terrenal que tanto se opone al sueño.
martes, 14 de diciembre de 2021
PIERRE HENRY (1927-2017): VARIATIONS POUR UNE PORTE ET UN SOUPIR (VARIACIONES PARA UNA PUERTA Y UN SUSPIRO, 1963)
lunes, 13 de diciembre de 2021
Santa Lucía (que nos conserve la vista)
Zurbarán: Santa Lucía con bandeja y ojos
Col. Part.
Fotos: Tocho, diciembre de 2021.
Cada trece de diciembre, se forma una cola silenciosa cabe la catedral. Los peregrinos no se dirigen hacia este templo gótico sino a una diminuta capilla románica, con un tejado a dos aguas, casi invisible, situada justa al lado de la catedral, disminuida aún más por la altura del cimborio de aquélla .
Esta capilla está dedicada a la luz personificada, a Lucia, una santa romana que sufrió el martirio, seguramente imaginaria.
Lo que más destacaba eran sus ojos, que parecían emitir luz. Ojos, luceros, demasiado hermosos, que Lucia se arrancó para ofrecérselos a su prometido, un soldado romanos con el que querían esposarla. Ojos que los verdugos no pudieron arrancar, aunque lo hubieran deseado, cuando Lucia fue condenada a ser torturada por ser cristiana y rechazar ofrendar a los dioses capitolinos.
Lucia protege a quienes tienen problemas de la vista. Y, al igual que la santa que entregó sus ojos, los fieles depositan en el templo unos ex-votos en forma de ojos para dar las gracias por la protección ofrecida por Lucia.
España, Sicilia, Grecia son los únicos países cristianos mediterráneos que aún venden, no solo amuletos, como en culturas islámicas, sino ex-votos en forma de ojos. Éstos se elaboran en placas de oro o plata y moldeados en cera. Cererías de Barcelona y Valencia disponen de piezas de cera, mientras que las de plata se suelen producir en Andalucía, en particular en Cordoba. Las cererías y las platerías se suelen ubicar cerca de las catedrales. Estos ex-votos, a menudo como pequeñas placas, se cuelgan de las rejas que aíslan las capillas dedicadas a Lucia.
Como en todos los rituales religiosos, la confianza en las divinidades y en la bondad de los rituales permite que éstos sean efectivos y que los seres celestiales respondan satisfactoriamente a las peticiones y acepten gustosos los regalos por sus logradas intervenciones e intercesiones .
sábado, 11 de diciembre de 2021
THE MONKEES: ANOTHER PLEASANT VALLEY SUNDAY (1967)
Sarcástica visión de un domingo en un suburbio:
“ Your local rock group down the street
To serenade the weekend squire
Just came out to mow his lawn
Charcoal burnin' everywhere
Rows of houses that are all the same
And no one seems to care
Because her roses are in bloom
And Mr. Green he's so serene
He's got a TV in every room
Here in status symbol land
Mothers complain about how hard life is
And the kids just don't understand
And make it hard for me to see
My thoughts all seem to stray to places far away
I need a change of scenery”