Las ciudades que representa se componen de piezas perfectamente encajadas. Se distribuyen y se ensamblan en un tablero: un territorio plano y horizontal. La ciudad, vista desde el aire, se asemeja a un jardín de torres coloristas, del que la decrepitud y la imperfección han sido abolidas. Ciudades irreales o ideales. Creación de ciudades que Cissé querría que existieran y que asegura existirían trasplantadas o proyectadas desde el acotado territorio del papel, y de las imágenes mentales, a África, un ciudad. Un día que llegará, sostiene Cissé. Mientras, Cissé sigue anticipándose al tiempo en que las ciudades grises se llenen de color.
martes, 9 de diciembre de 2025
MAMADOU CISSÉ (1960): LA CIUDAD DEL FUTURO
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