El albañil (con estudios de ingeniería) boliviano Freddy Manani ha logrado lo que pocos arquitectos alcanzan: no solo desarrollar un estilo decorativo personal, sino definir el estilo con el que una clase social y cultural (acomodada) se reconoce.
Los cholets son chalets en altura para cholos -mestizos o indígenas aymaras- de la ciudad de El Alto en Bolivia y, en general, de toda la cordillera andina boliviana.
Se caracterizan por una composición y decoración de la fachada principal que recurre a motivos. que son signos de identidad de la comunidad aymara.
El Alto merece su nombre: se halla a unos cuatro mil doscientos metros de altura, y devino una ciudad independiente de la capital La Paz, de la que era un barrio periférico, hace cuarenta años.
Los cholets caracterizan esta ciudad, y Freddy Mamani ha logrado tal reconocimiento, que instituciones de arte contemporáneo como la fundación Cartier de París le encargan decoraciones interiores presentadas como obras de arte independientes, muy lejos de sus primeras manifestaciones a principios del siglo XXI.
A pequeñas dosis, los cholets son una corriente de aire fresco, como tantas arquitecturas de artistas que no deben atender a los cánones arquitectónicos imperantes, que sacude los bloques clonados de muros cortina y los edificios zebra que se expanden como una plaga sin control.

















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