jueves, 4 de marzo de 2010

Civilidad (Civilización, Cultura o Ciudad) v. Animalidad o Naturaleza: Oleg Kulik, Mad Dog (1996)



















Cansado de la indiferencia con la que sus esculturas abstractas de hierro eran recibidas, y tras el desplante de los organizadores de una exposición en Zurich, en 1995 (que lo invitaron y no lo expusieron), el artista ruso Oleg Kulik (1963) decidió hacerse notar. Y ladrar.

Sus "acciones" (o "performances") de los años noventa (entre las que destaca la que emprendió de inmediato en Zurich, que ya había ensayado en Estocolmo meses antes), pretendieron poner en evidencia la animalidad del hombre: desnudo, a cuatro patas, atado por el cuello a una correa, Kulik se precipitaba, hecho una fiera, sobre el público, a quien atacaba y, eventualmente, tras orinar o defecar, como cualquier mastín, mordía hasta causar sangre (sobr todo si las víctimas eras críticos y comisarios, los cuales no podían responder ya que se trataba de una acción -en un espacio acotado, en una galería o un escenario determinado de antemano, propio del mundo de la ilusión- y no de un acto cometido en el espacio "real").



Mad Dog (el título de la serie de acciones y documentos adicionales), expresaba, en palabras de Kulik, la revuelta instintiva contra la cultura contemporánea en crisis.
Tras el éxito, que lo convirtió en el invitado de todas las ferias de arte que ponían a su disposición una caseta de perro y le pedían que entretuviera y mordisqueara al público, realizó una serie de fotografías -prohibidas por la feria de arte de París, FIAC, en 2008- en las que simulaba prácticas zoofílicas.

Hoy es uno de los artistas contemporáneos más célebres, un comisario de exposiciones reputado, la estrella del presente año ruso en Francia. Tras un retiro en Mongolia, en contacto con los últimos chamanes, y viviendo en una yurta, From Dog to God es el lema de sus creaciones más recientes que lo han convertido en el más gran profeta del arte actual. Se hizo animal para redimirnos.

Las muestras antológicas sobre su obra se multiplican.

6 comentarios:

  1. ...
    o sea, le dio por hacer de Michel Piccoli en Themroc?...

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  2. ¡Themroc! ¡Dios mío! ¡No había vuelto a leer este título desde los lejanos buenos tiempos del Nouvel Observateur!

    ¡Tengo la sensación de referirme a la época de las cavernas...!

    Creo recordar que escandalizó aún más que La Grande Bouffe (¡Dios mío!, etc...), también con Piccoli.

    No sé si Themroc expresa lo mismo que Mad Dog. En la película se defendía, con júbilo, el regreso a las cavernas -de algún modo, al Paraíso, libre de ataduras morales y de la noción de pecado; en Mad Dog, por el contrario, se adviertía de lo que podría ocurrir si el tiempo de las cavernas retornaba, si no se hacía nada para evitar que eso ocurra.

    Themroc era una explosión de alegría; Mad Dog una visión siniestra.

    Pero tendría que volver a ver esta película. Una buena sugerencia para mostrarla a los estudiantes de arquitectura, que educamos para proyectar, involuntariamente, cavernas y zulos.

    Tocho que recuerda a Bowie y T.Rex

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  3. Ah.
    Vale
    es que en las fotos lo de Mad Dog no parece muy siniestro, de hecho parece bastante divertido, sobre todo eso de poder morder a los críticos.

    Themroc es una de esas películas que tarde o temprano se acaban viendo en la escuela de arquitectura...en la mayoría de los casos luego los alumnos no saben que hacer con lo que acaban de visionar...y acaba convirtiéndose en un ejercicio de morbo...se descarga la película de internet, invitas a tus amigos a casa, y la visionas en comunidad acompañado de psicotrópicos y alcohol (seguramente como se debía visionar en su estreno) y les intentas explicar -a los amigos no arquitectos- que Arquitectura es una carrera muy seria y completa y que Themroc encaja perfectamente en el programa.

    Yo a lo máximo que he llegado ha sido a pasarles a los alumnos El Manantial (afotunadamente no hubo tiempo de ver la escena de la voladura...tampoco es plan...son mentes cándidas y muy sensibles todavía), y me he visto obligada a aplacar los comentarios airados sobre "la violencia de género que se puede ver en esa película". Mira que hay cosas por criticar de esa película, y en lo único en que se fijan es en el bofetón de Gary Cooper...y no en el latigazo de la rubia.

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  4. Celia

    No podía imaginarme que arquitectos se acordarían aún de Themroc.

    Felicidades por pasar películas a los estudiantes. Yo aún no lo he hecho, si bien, este año (aprovecho para hacer ya publicidad), el 7 miércoles 7 de abril, de 8.30 a 11.30, en la Sala de Actos, el cineasta francés Lorenzo Recio presentará dos cortos: La infanta, el asno y el arquitecto (finalista César 2002, y presentado en el Festival de Valladolid), y El baile del Minotauro (también finalista de los César franceses, creo que hace un par de años). Hsablará sobre el arquitecto y el poder.

    Acerca de lo políticamente correcto, una anécdota: causa honda preocupación ecológica entre algunos estudiantes la instalación de un sistema gota a gota de riego de los árboles en las "zonas verdes" alrededor de la Escuela, pero no preocupa la "semana Dia" dedicada a actividades culturales (paella, chupitos, talleres, que suele generar más basura que un concierto palomitero de los Jonas Brothers), tras Pascua, que alteran la vida universitaria y los programas, cuando los cursos son cortos, como si éstos no fueran actividades "culturales" (¿qué son, sino? ¿pruebas atléticas?), y como si las actividades extraacadémicas no deberían llevarse a cabo siempre, y fuera de las horas "lectivas". Dios, qué carca me estoy volviendo.

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  5. Avisaré a los estudiantes de primero, y yo me lo apunto en mi agenda.

    Anoche me dio porver Les Enfants Terribles, por aquello de revisar la escena de la batalla en la nieve, y la acabé viendo entera. Es otra de esas películas que deberían ponerse a los estudiantes...

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  6. . y La guerre des boutons (Yves Robert); Zazie dans le métro (Louis Malle); todo el cine de Jacques Démy (sobre todo Une chambre en ville), de Agnès varda (cuya última película, su película final, Les Plages, aún no se ha estrenado en Barcelona, casi dos años más tarde deser mostrada en francia)... todas fundamentales para aprender arquitectura.

    Más tocho que nunca

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