lunes, 29 de abril de 2019

MICHAEL WOLF (1954-2019): LIFE IN CITIES (VIDA EN CIUDADES, 1994-2019)





























Cada habitante, cada familia posee bienes propios, discretos u ostentosos, escasos o en abundancia, que descubre siquiera involuntaria, irremediablemente, colgados a secar en un balcón, o guardados en una galería que mira, como todas, a un patio en el que posiblemente el sol no llegue a alcanzar.

El fotógrafo alemán Michael Wolf, recientemente fallecido, ha retratado durante tres decenios las ciudades de Hong Kong y de París, donde ha vivido: bloques-colmena, tan altos y tan anchos que impiden ver la tierra y el cielo, compuestos por una sucesión, una superposición interminable, inabarcable, de ventanas y balcones indistinguibles los unos de los otros pero en los que, sorprendentemente, se descubre, si se mira bien, detalles personales de cada persona o de cada grupo -ropa, un tendedero, una bicicleta, un mueble retirado, o pilas de libros que ya no caben en los pisos diminutos- que convierten cada nicho en un núcleo reconocible y propio.

Del mismo modo, cada piso se proyecta en una chimenea, y se conecta mediante tuberías -de agua, de luz, de gas, de cables de teléfono- a una red aérea o subterránea, organizada como los nervios de un cuerpo, por donde transitan las necesidades y los deseos de cada habitante. Ni los tejados ni las chimeneas destacan contra el cielo, ni las tuberías llegan hasta el suelo, pero cada uno de estos elementos bien visibles remiten a un individuo o a un grupo de personas, cada una con una manera propia de vivir, en medio de una red indiferente y que, sin embargo, son un reflejo o un acicate de lo que cada uno de nosotros requiere o sueña.
El estudio de las formas de vida no puede prescindir del ojo, cerrado hace cuatro días, de Michael Wolf.

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