domingo, 19 de agosto de 2018

¿Qué es una exposición?

Una exposición es la presentación visual (o sensible, sonora y táctil, en ocasiones) de un tema, ilustrado mediante recursos sensibles dispuestos en el espacio. Una exposición -de obras, documentos, etc.- se descubre con los sentidos mientras se desplaza. Al contrario que en el teatro, es el visitante quien se traslada para descubrir, en el tiempo y el espacio, lo que la exposición tiene a bien contar y mostrar.
Existen exposiciones de todo tipo: artísticas (con obras de arte, organizadas monotemática o colectivamente -monografías, antológicas o no, colectivas, presentadas cronológica o temáticamente, dedicadas a un autor o un artista, un personaje -Alejandro-, un movimiento o un género artísticos -el impresionismo, el bodegón, el arte performático-, un tema -la figura), históricas -sobre un periodo dado de la historia-, científicas, filosóficas o teóricas -el genio,, la melancolía, el horizonte-, un "problema" o concepto -el arte sacro hoy, el colonialismo-, etc.
Se pueden presentar obras de un mismo autor, de diversos autores, de una misma época o épocas distintas, obras de géneros distintos -pintura, fotografía, moda, etc.- a fin de reflejar una época, un movimiento, etc. Se dan temas que se podrían clasificar de distintas maneras: el colonialismo, por ejemplo, lleva a exponer obras de culturas, épocas y artistas diversos, junto con documentos históricos, fotografías, filmaciones y obras "etnográficas".
Se exponen obras enteras, restauradas, o dañadas, según cómo ilustren mejor un tema dado -la iconoclastia exige obras que han sido parcialmente destruidas.

En una exposición cohabitan obras, documentos, textos, imágenes, sonidos, olores incluso. Se trata de integrar en un recorrido -marcado o no- elementos gráficos, sonoros y escritos que apelen a los sentidos e inviten al desplazamiento, de   manera que el visitante pueda tener la sensación que ha aprendido y disfrutado, se ha hecho preguntas o ha encontrado respuestas en un espacio y tiempo dados. Se dan exposiciones de gabinete -que ocupan muy poco espacio y/o exigen un corto tiempo de visita- y exposiciones casi inabarcables, tanto espacial cuanto temporalmente -como así ocurre en las bienales, por ejemplo.
Podemos también encontrar muestras en las que continente y contenido apenas se diferencian -como ocurrió en la reciente antológica de la artista Dora García, en el Museo de Arte Moderno - Centro Reina Sofía de Madrid, organizada por la propia artista, cuya obra comprende numerosas instalaciones, cuya instalación consiste tanto en la obra cuanto en su presentación.
Exposiciones para niños o adultos, para personas ciegas y/o sordas, letradas o no, de seres, vivos o muertos (momias, por ejemplo) o entes, con y sin explicaciones (como ocurre en museos de arte contemporáneo), de obras o temas, de circulación organizada o libre, en los que el artista expone o se expone, en las que el público participa activamente, o percibe desde cierta distancia: las modalidades expositivas son innumerables, pero una exposición no puede ser sino una presentación sensorial de elementos en un espacio que debe ser recorrido en un tiempo dado.

¿Qué significa exponer, exhibir, presentar, mostrar?

Todos estos verbos derivan del latín -con raíces indoeuropeas. Exponer significa poner o disponer delante: una exposición es la colocación de un ente o un ser -una persona, un animal, un fetiche- para que entre en relación con el visitantes. Ambos, entes o seres expuestos y visitantes comparten un mismo espacio, o se hallan en espacios diferenciados pero conectados: se observan mutuamente desde distintas posiciones. Un elemento expuesto se halla a la vista: está fuera (ex-), fuera de sí, "expuesto" a ser percibido sensiblemente. Una exposición conlleva cierto peligro para lo que o quien se expone o es expuesto. Lo que lo compone o caracteriza, lo que "es", está "a la vista" de todos. No puede poseen secretos, recovecos. Su cara más personal debe desvelarse. Un ente o un ser expuesto no puede esconderse ni retrotraerse. Debe aguantar la mirada. Debe también suscitarla. Es decir, debe situarse de tal manera que "llame" la atención, Un ente expuesto es un reclamo. Centra la atención. Se convierte en un foco (de atención) hacia el que confluyen todas las miradas (o sentidos). Pero, al mismo tiempo, un ente expuesto no puede "cerrar" los ojos. Debe ser capaz de entrar en contacto con los visitantes y de detenerles. Se produce así una paradoja. Una exposición invita al paseo, cuyo sentido se obtiene cuando uno se detiene: ha encontrado la razón del deambular: un ser o un ente que le reta, y cuya razón de ser requiere cierto detenimiento: un alto en el camino.

Exhibir también posee el mismo prefijo ex-. Le sucede el verbo habere (haber, tener, poseer). Una exhibición es la presentación pública de una tenencia, de un bien. Algo o alguien propio se ofrece a la percepción colectiva. Lo personal y lo general, lo individual y lo colectivo hallan un punto de encuentro, comunican a través de lo que o de quien se exhibe. Un bien personal -o de una colectividad- puede ser disfrutado por todos -sin que la propiedad sea cuestionada. Una exposición es un ofrecimiento, una invitación a compartir, en ciertas condiciones temporales y espaciales -durante un tiempo limitado, en un espacio acotado- pertenencias. Un bien es, por definición, algo que se guarda, se retiene (para un disfrute personal). Una exposición, en cambio, invita a abrirse y ofrecer lo que uno tiene. Una exposición es pues un acto de generosidad. ¿Un acto exhibicionista, la mostración de riquezas que tan solo se ofrecen a la vista? Los bienes exhibidos no son solo bienes materiales. Ilustran, enriquecen al visitante: adquiere conocimientos sobre el mundo a través de la relación con lo que se le ofrece. Lo que se exhibe no está a la venta. No es motivo de mercadeo, sino de estudio. En verdad, la pertenencia no es objeto de debate, sino lo que se adquiere a través de dicha exhibición: un enriquecimiento personal -no material.

Todos los verbos que designan el acto que da lugar a una muestra se refieren a un gesto. Éste consiste en sacar o extraer algo, hasta entonces guardado u oculto, para entregarlo a los sentidos de los visitantes -quien, a su vez, contribuyen a dotar de sentido, mediante la contemplación y la reflexión, lo que se les ofrece.
Presentar es también un verbo compuesto por un prefijo. Pre- o prae- significa delante o frente. Es un prefijo espacial y moral. Denota una posición adelantada, ventajosa: se refiere a una manera de estar en el espacio, separada del resto de seres o entes agrupados, del pelotón, al que encabeza. Una posición firme, segura, que precede a lo que viene a continuación. Posición solitaria y convencida.
Lo que se anticipa, lo que se haya antes que todo o todos los demás es un ser. Presentar se compone del prefijo pre- y del verbo ser. Una presentación es la mostración aislada de un ente o un ser que se separa del resto, temerosamente oculto, para revelarse ante los demás. Una exposición o presentación es un descubrimiento. Exige un careo, una confrontación. Algo o alguien no duda en dar un paso al frente para mostrarse magníficamente, para "descubrirse". una presentación es un regalo para los sentidos: un presente. Éste acontece en cada momento. Está aquí, delante, ahora, hoy. Una presentación acontece en el tiempo y el espacio, nuevamente, insistiendo en el aquí y el ahora. Un presente es un regalo (de bienvenida), una invitación a compartir (un tiempo, un espacio, unos valores), a dialogar. Un regalo solido y efectivo, que no se desvanece. Un presente no es fugaz. Se trata de una presencia que aguanta la exposición, el paso del tiempo. Es un regalo siempre actualizado, cuya valor no se disuelva. Un presente perdura, logra que presente y futuro se fundan en un eterno presente. Una exposición temporal  -que significa acotada en el tiempo- es un contrasentido, pues una exposición anula el paso del tiempo. Lo que va a ocurrir ocurre en este momento, y siempre ocurrirá. el presente no se desgasta ni será retirado. Es un ofrecimiento perdurable, que cambia el tiempo. El presente está y estará siempre allí, a disposición de quien quiera cambiar. Un presente digno de verse. No se pierde el tiempo acudiendo a él. Mostrar es ofrecer algo digno de ser contemplado: lo que se muestra es un monstruo: algo o alguien singular, que no se ha visto hasta entonces, una verdadera aparición. O una revelación. Un presente os también una ofrenda. los presentes se entregan a los mortales y a los inmortales. Se trata de un ofrecimiento de buena voluntad,  una entrega en cuerpo y alma. El espacio expositivo, acotado, donde tiene lugar una transfiguración gracias a la cual objetos indiferentes adquieren una peculiar luz y se dotan de sentido, un sentido del que carecen -porque no lo necesitan- en la vida diario, en el mundo profano o prosaico, es un espacio poético -creativo- o sagrado: el lugar de una revelación, donde seres y enseres se transforman: van más allá de lo que son habitualmente.

Una exposición es una experiencia: un acto que cambia nuestra vida, que nos saca de nuestras casillas y costumbres un experimento -. Es también un riesgo -que es lo que, literalmente, significa experiencia: la adquisición de conocimiento a través de una actuación que no se apoya en saberes conocidos, sino que nos obliga a abrirnos a un encuentro. Una exposición es un diálogo, cuyo hilo desconocemos y que se construye a medida que avanzamos y percibimos, en contacto con lo que se expone, exhibe o muestra: algo "digno" de conocer: algo a alguien imbuido de dignidad: una presencia que no se altera ni se esconde.
Una exposición es un gesto necesario para la vida.   


Para Tiziano Schürch, arquitecto y profesor de la UPC-ETSAB, a punto de iniciar un curso práctico sobre exposiciones en la Escuela de Arquitectura de Barcelona 







viernes, 17 de agosto de 2018

La belleza (según Víctor Hugo)


"La idea de lo infinito se desprende de lo bello como la idea de lo bello se desprende del infinito. La belleza, no es otra cosa sino el infinito contenido en un contorno."

(Víctor Hugo: Posdata a mi vida)

-es decir, un imposible que no se puede no concebir-

jueves, 16 de agosto de 2018

ROLAND SCHWEITZER (1925-2018): LA CASA DE MADERA

















Si Jean Prouvé no hubiera vivido, el arquitecto Roland Schweitzer, fallecido hace una semana, discípulo suyo y de Auguste Perret, hubiera sido probablemente el mejor arquitecto francés.
Pese a ser escasamente conocido en España, Schweitzer, cuyas obras quizá nos recuerden a las primeras construcciones colectivas de Miguel Fisac (centros de investigación, conventos), que construyó no solo en Francia sino también en Alemania, y era admirador de Aalto y de la arquitectura doméstica japonesa, construyó sobre todo viviendas sociales, casas de colonias, escuelas, albergues de juventud y centros asistenciales para la tercera edad, de hormigón y madera sobre todo, insertadas en bosques.
Pese a que su padre admiraba a Le Corbusier, tuvo el gusto, a partir de 1953, de proyectar modestas moradas para el cuerpo y el espíritu, casi siempre espacios sociales, de acogida (para emigrantes) y de educación, alrededor de claustros muy bajos, apenas visibles entre los árboles.
Solo a final de su vida llegó a la ciudad. Suyas son las viviendas del nuevo barrio de París cabe la Gran Biblioteca Nacional, a lo largo del río Sena: construcciones que aún guardan el recuerdo de los árboles con los que talló y trenzó sus casas.

ARETHA FRANKLIN (1942-2018): SOULVILLE (1964)



in memoriam...

miércoles, 15 de agosto de 2018

María

Aunque si uno de los progenitores no es divino el hijo no puede ser un dios (como Hércules, hijo de la reina Alcmena y del dios Júpiter), varias humanas han sido madres de dioses: por ejemplo, Semele, madre de Dionisos -en puridad, un semi-dios, en la práctica, un dios a parte entera, que formaba parte del cortejo de los doce dioses olímpicos.
También se dieron humanos que gozaron de la apoteosis, o ascensión  a los cielos, como Hércules, nuevamente, o Rómulo, el fundador de Roma. Los mismos faraones del imperio antiguo ascendían y se convertían en estrellas al morir.
Madres vírgenes no son raras: la madre de Rómulo, precisamente, dio a luz sin haber tenido contacto con varón alguno. Tan solo una chispa la toco cuando pasaba cerca de una hoguera. Su padre divino era Marte, pero Marte nunca se unió a humana alguna.
Dioses que nacen, mueren y resucitan, dioses que entregan su vida para la salvación los humanos, eran habituales en Oriente. Dionisos, el Dionisos al que rendían culto los órficos, es un buen ejemplo. La lista es larga: Mitra, Atárgatis, Atis, etc.
Hombres divinizados no escaseaban. La mayoría de los hijos que Zeus tuvo con humanas, como Ganímedes, se sentaron a la diestrra de su padre en el Olimpo. Los emperadores romanos, entre Claudio y Adriano, nacieron hombres y se convirtieron en dioses tras fallecer (a partir de Adriano, los emperadores ya nacieron como dioses).

¿Significa eso que María, una humana a la que se le rinde un culto divino, se confunde con figuras parecidas paganas? Pese a los múltiples paralelismos entre estas figuras y la madre de Jesús (que no de Cristo) -la iconografía de María se basa en efigies de Isis amamantado a Horus, sobre todo, lo que permite destacar tanto la humanidad de la madre cuanto su carácter sobrenatural, sentada en un trono-, María presenta unos rasgos propios. En los casos antes citados, la madre humana perdía toda importancia tras la divinización del hijo, nacido humano. Dionisos recibía un culto; Semele cayó en el olvido. Nadie se acuerda de la madre de Rómulo. Ni siquiera existe un acuerdo sobre su personalidad, más allá de que se sepa que fue una vestal (una sacerdotisa al servicio de dios del fuego Vesta).
Por el contrario, María, una humana, ascendió a los cielos. Su estatuto es ambiguo: humana con trato de diosa. Su figura es casi más importante que la de su hijo. Posee múltiples santuarios, y sus efigies son más numerosas que las de su hijo.
Pero tampoco es una diosa propiamente. Posee rasgos de diosa madre, pero sigue siendo una humana -con una naturaleza humana que presenta, sin embargo, rasgos divinos. María es, posiblemente, la figura sagrada más compleja de la historia, cuyo única clara función es la de ser madre, y madre sin matices; madre de un humano, Jesús, que es, al mismo tiempo un dios, pues posee una doble naturaleza aunque una única persona, llamada Jesús, que es enteramente humana -pues nace y muere.



martes, 14 de agosto de 2018

VALÉRIE JOUVE (1964): FACHADAS, ESTRUCTURAS & CIUDADES PALESTINAS (2008-2018)

































La fotógrafa y cineasta francesa Valérie Jouve, a la que el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Saint Étienne (Francia) dedica una exposicion antológica en este momento, retrata ciudades y edificios fuera de todo contexto: edificios reducidos a fachadas, a menudo reflectantes, pueblos y ciudades, como en Palestina, desarraigadas, imposibilitadas de relacionarse con un territorio vetado, o construcciones que no han llegado a ningún lugar y que tan solo han logrado degradar territorio.

Sus fotografías convierten las construcciones en juegos de formas y volúmenes geométricos (sin referencia a entornos naturales) , de los que la vida está excluida o contra los que la vida se enfrenta. La geometría, en este caso, ya no es un modelo de perfección platónica,, un sueño (inalcanzable), sino forma parte de la realidad cotidiana y es percibida como una imposición que delimita, coarta y constriñe la vida. La geometría encuadra la vida y le impide desarrollarse: constituye un marco del que es difícil o imposible salirse.

El camarote de los hermanos Marx

Guías turísticas como la conocida Guía Trotamundos francesa, desde hace unos años, ya no mencionan la costa entre el Ampurdán y Barcelona debido a su degradación, pero sin duda volverán a incluirla en las propuestas de lugares inimaginables cuando se lleve a cabo y se complete el nuevo Plan Urbanístico de la Costa Brava. No se habrá visto nada igual....: https://iaeden.cat/soscostabrava/

Esperemos que las tan claras declaraciones del Consejero del Departamento de Territorio y Sostenibilidad (¿?), si son ciertas -"los planteamientos son correctos y cuando nos lleguen pondremos nuestra dosis de comprobación de legalidad urbanística" (¿?)-, no se apliquen; se perdería un singular hormiguero (de hormigón).