lunes, 29 de enero de 2018

Símbolos y personificaciones de ciudades romanas (en Jordania)










Símbolos (metonimias) y personificaciones de ciudades tardo romanas orientales, Parque arqueológico, Madaba (Jordania)

Fotos: Tocho, enero de 2018

Las representaciones arquitectónicas y urbanas antiguas, en Occidente y el Próximo Oriente, escasean. La ciudad no fue un tema de predilección de los artesanos.
Los frescos pompeyanos y algunos mosaicos tardo-romanos serían una excepción, si bien la mayoría de las imágenes de espacios construidos corresponden a construcciones imaginarias o pertenecientes a otros mundos (celestiales o infernales). La ciudad real no tuvo lugar en las representaciones antiguas.
Un largo mosaico de finales del Imperio romano, característico del arte romano oriental, hallado en la actual ciudad de Madaba (Jordania), poco conocido, presenta características singulares. Las imágenes se refieren a ciudades existentes entonces. Un rótulo se encarga de precisar a qué ciudad remite la imagen. Ésta, sin embargo, no reproduce una vista completa o parcial de la ciudad, sino tan solo un edificio notable. Pero esta imagen, en la que se reconoce perfectamente un edificio, no corresponde a ninguna obra existente, al menos a ninguna cuyos restos hayan podido ser identificados, sino que simboliza a la ciudad. Un edificio, real o imaginario, actúa metonímicamente. La ciudad se representa o se simboliza gracias a un edificio que quizá existió, pero cuya imagen no remite a éste sino a la totalidad de la ciudad.
Este uso metafórico de una imagen se repite en otras tres imágenes urbanas. De nuevo, dichas ciudades son conocidas. Se trata de Roma, Gregoria (Constantinopla) y Madaba, precisamente (cuya personificación la iguala con las capitales de los imperios romanos occidental y oriental). Éstas, nuevamente, se simbolizan mediante figuras, esta vez no arquitectónicas, sino antropomórficas. Tres figuras femeninas coronadas, sentadas, portan un cuerno de la abundancia o una cesta. Son personificaciones de las urbes. Su imagen corresponde con la de la diosa Fortuna. Diosa protectora de las ciudades, es una diosa singular. Cada ciudad posee su diosa Fortuna, reconocible a la corona que porta: una representación bastante fidedigna de la muralla que rodea la urbe. En los mosaicos de Madaba, sin embargo, esas Fortuna(s) son intercambiables. La maqueta de la muralla -de nuevo, un elemento arquitectónico representa a la totalidad de la ciudad-, portada por la diosa, es intercambiable. Por eso, cada personificación debe de acompañarse de un rótulo que ayuda a identificar a qué Fortuna, a qué ciudad afortunada, cargada de los bienes que la buena Fortuna concede, se alude.
Este número de representaciones o simbolizaciones urbanas es singular  y convierte al pequeño museo de mosaicos de Madaba es un espacio muy importante para el estudio del imaginario urbano antiguo.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario