martes, 13 de abril de 2021

¿Qué es una ruina?

Las ruinas están enraizadas. Yacen a menudo sepultadas. Antes de una excavación, apenas se distinguen. No sobresalen siempre. Hacen cuerpo con el paisaje. Se tienen que sacar a la superficie. Por otra parte, su condición derruida, la deformación que han sufrido las formas, las asemeja a rocas. Como bien sabían los poetas tardo-romanos imperiales, una ruina es una piedra que regresa a su condición primera, sacándose de encima, como si de una piel muerta se tratara, la forma en la que la han encerrado. Una ruina es un cuerpo en tránsito que regresa a su origen, su forma -informe- primera.

Podemos pensar, por tanto, que una ruina está íntimamente ligada a un lugar, como si formara parte del mismo desde un tiempo inmemorial.

Ruina viene del latín ruina que significa desplome, hundimiento. Literalmente, ruina es "lo que cae", por ejemplo, una precipitación, un diluvio (así en Virgilio). El verbo ruere significa precisamente precipitarse -que en lenguas latinas como el castellano, el catalán y el francés- significa actuar sin pensar, a ciegas, de manera imprudente, irreflexivamente-. El verbo francés reflexivo se ruer·, significa agitarse, correr sin saber dónde se va. Ruer, a su vez, es dar golpes. Cicerón emplea el verbo ruere para designar una acción fatal, que conduce a la muerte. Ruere se puede traducir por dar palos de ciego; palos: ruere es actuar también con violencia, atentando como lo que se encuentra delante. Ruere es derribar, acabar con la vida de un ente o un ser. 

El latín ruina procede de un radical indoeuropeo que se traduce por arrancar.

Una ruina no está unida a un lugar; no forma parte de éste. Antes bien, la ruina es la que ha perdido cualquier contacto con un lugar. Una ruina es una construcción desubicada. La vida que el lugar le brinda se ha agotado. Una ruina es una obra exangüe, desvitalizada. Una obra muerta, arrancada de cuajo de la tierra. Una ruina es estéril. En tanto que cuerpo muerto, ya no podrá acoger vida ni defenderla. Es una obra de la que hay que huir. La relación entre la ruina y el cementerio es estrecha. Mas, mientras la tumba mantiene vivo el recuerdo del difunto al que cobija, al que mantiene en vida, la ruina no ofrece ningún techo, ni siquiera a los muertos. 

La ruina tampoco es semejante a una construcción moderna pensada para ningún sitio. La ruina estuvo ligada a un lugar. Estaba allí, era para este lugar preciso. Hoy, perdida cualquier relación, se asemeja más aun alma en pena, desubicada, que no sabe dónde caerse muerta, donde refugiarse. La ruina es la "viva" imagen de la desolación, de la pérdida de referentes, de relaciones. La ruina no forma parte de lugar alguno. Ya no tiene lugar.  


Para Aureli, Roger y Gemma

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