lunes, 18 de octubre de 2021

Rayuela

 









Fotos: Tocho, Barcelona, octubre de 2021


A una corta y estrecha calle quebrada, en forma de L, peatonal, que empieza en una vía rápida y ruidosa de Barcelona y desemboca en una calle recorrida por filas de vehículos, los niños pequeños de un pequeño y encajonado colegio cercano carente de patio, acuden cada día a la hora del recreo para jugar. Y trazan fugaces rayuelas, figuras y líneas que se enroscan con tiza blanca sobre el áspero pavimento alquitranado, que abren la vía a toda clase de juegos en grupo…

Las callejuelas urbanas, al mediodía, los días laborables, aún pueden ser áreas de juego infantiles, caminos de aventura sembrados de signos que se tienen que seguir. Las risas de los niños, que ascienden por las fachadas, amortiguan el rugido de los automóviles que aceleran ante la cercanía  de luces naranja.

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