miércoles, 15 de octubre de 2025

El congreso se divierte

 Poupées de cire, Poupées de son



El congreso mundial de Casas de muñecas tiene lugar cada dos años en una ciudad elegida tras una presentación internacional de candidaturas.
La ciudad de Facilona fue escogida para la edición del congreso en 2026.

Dos años antes, la Unión Internacional de Casas de Muñecas, junto con el Gremio de Fabricantes de Muñecas, había  organizado un concurso en dos fases para escoger al equipo que propondría el tema del congreso, así como su desarrollo en una parte de la ciudad, a propuesta también del concursante ganador, y unas actividades paralelas.

Tras sucesivas votaciones dos equipo quedaron en liza. Presentaban propuestas antitéticas. Una 
, a cargo de un equipo variopinto de figurinistas, marionetistas, titiriteros, músicos, arquitectos, y fabricantes, se basaba en el juego de las muñecas rusas. Éstas expresan la importancia de las imágenes  más antiguas en la estructura y prestancia de las muñecas más recientes; la segunda propuesta finalista , a cargo exclusivamente de fabricantes, se centraba en los Tagamochi, unos muñequitos futuristas que conceden la máxima importancia a las figuras “ultrahumanas”. “Crecen las enanas” v. “Bling”.

El jurado internacional se componía de profesionales, políticos, alguna influencer, y algún nepobaby.

Pese a que trece eran los miembros del jurado, tras unas primeras votaciones que focalizaron el interés en las dos propuestas antes citadas, votación tras inesperada votación, el resultado siempre acababa en empate, con el paso de las horas, de los días.

Se decidió entonces que se llevaría a cabo una votación, secreta. Cada miembro anotó su decisión en un papel, y lo depositó en una urna. Tras el cierre de la misma, la directora del Gremio de Fabricantes de Muñecas, miembro del jurado, recibió en su móvil una llamada telefónica urgente que el director general de las casas de muñecas, el Excmo. Sr. D. Pescadero, le hizo desde un taxi, dándole indicaciones. Apenas concluida la llamada, la directora se levantó, se dirigió a la urna y retiró su voto.
Nuevo empate. Una parte del jurado, indignado, decidió abandonar. Se lanzaron acusaciones  de manipulación.
El jurado llevaba días votando.
Se procedió a una nueva y definitiva votación, precedida por llamadas telefónicas a todos los miembros del jurado ordenándoles votar. El voto en blanco no había lugar. Mas, una llamada erró el tiro. Fue recibida, no por un miembro del jurado, sino por un equipo concursante, que así descubrió qué y cómo se decidía.
Y empezó la votación final…

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