martes, 1 de septiembre de 2015
Pitufos (Arte público)
Los enanitos viven debajo de las setas. Trabajan en equipo, adentrándose en los bosques (son mineros y herreros), y cuidan del entorno. Son los protectores del hogar. Desactivan los conflictos. Evocan los tiempos primigenios.
La excalcaldesa de Alicante, queriendo honrar su ciudad, mandó plantar setas descomunales en la calle central de la ciudad, por el módico precio de casi setenta mil euros (adecuado para tanta seta).
Los alicantinos pasean debajo de las estatuas, convertidos en enanitos trabajadores y simpáticos que alegran su ciudad y la cuidan, metamorfoseada un alegre y umbrío sotobosque, como si la siempre perversa ciudad ya no existiera y Jauja hubiera vuelto. ¿Qué artista puede lograr este prodigio: detener el tiempo, volver a los orígenes sin destruir nada, devolver el candor de los inicios, antes de la caída, del pecado?
En la Isla Misteriosa, un meteorito caído en el Atlántico norte no lejos de las costas escandinavas, cuyo resplandor de noche había anunciado el fin del mundo, Tintín descubrió que crecían boletos gigantescos y de colores como setas, igualitos que los que la ex-alcaldesa sembró en esta marcianada. Tintín, sin embargo, logró huir despavorido.
La elección de una setas venenosas era particularmente acertada. Las setas se cultivan y crecen espléndidas sobre materia en descomposición, putrefacción, fecal. La ex-alcaldesa es conocida por su relación con el caso Brugal que huele: sobornos para la obtención de la recogida de basuras en la provincia de Alicante por parte de empresas afines al partido.
Con las setas se cocinan pócimas y ungüentos con los que se adormecen a quienes se les suministran, convertidos en dóciles súbditos que ya no se hacen preguntas.
Hoy, un nuevo y malvado consistorio pretende recolectar las setas y dejar libre el espacio público. No han apreciado la inocencia, la infantilización de la ciudad que la bendita alcaldesa persiguió para que los ciudadanos, hi ho, hi ho, la siguieran para siempre.
¿Quién ha pagado el "vídeoclip", por cierto?
(Agradecimientos a Marc Marín)
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Desde que llegó a mis entendederas, allá por la juventud, que las setas "tan preciosas" de los enanitos correspondían a la variedad más mortífera que existe, aborrecí cuantos cuentos venían ilustrados con dibujos de ellas, o esos en los que los nombraban. Aversión, se puede decir... Somos tan jodidamente ignorantes. (De alucine la idea de la alcaldesa o ex-, de alucine. Menos mal que Tintín siempre fue sabio, o de sabios.)
ResponderEliminarMejor no saber qué se había tomado la ex-alcaldesa (y el "escultor")....
EliminarJa,ja,ja!!! Me troncho con el comentario y con el vídeo, vaya país!
ResponderEliminarSaludos, Carmen