Otra leyenda, ambientada en Babilonia, contada por el poeta romano Ovidio, de los jóvenes Píramo y Tisbe -sobre los que ya hemos escrito en este blog-, era también popular, y fue recreada poética, musical y plásticamente. Así, por ejemplo, un conocido cuadro de Poussin muestra, en la lejanía, a Babilonia representada con edificios romanos bajo un cielo rasgado por una tormenta eléctrica.
Píramo y Tisbe eran dos jóvenes de Babilonia, que vivían en casas contiguas, cuyas respectivas familias se oponían a sus relaciones, que concluyeron trágicamente.
Que esta historia nos suene no es casual: Shakespeare se basó en aquélla para contar la historia de Romeo y Julieta. Del mismo modo, recreó dicha leyenda en el último acto de la comedia El sueño de una noche de verano.
El hado funesto de Píramo y Tisbe ha llegado hasta el siglo XX.
Una curiosa versión fue interpretada por los Beatles en un programa televisivo norteamericano en 1964. Paul McCartney era Píramo; John Lennon, la virginal Tisbe; y Ringo Starr, el león , el sombrío protagonista del final de la historia.
La sombra de Babilonia es alargada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario