lunes, 31 de mayo de 2021

Los Beatles y Babilonia (The Beatles & Babylon)

Además de por las referencias bíblicas a Babilonia y algunas capitales neo-asirias como Nínive, antes de las primeras misiones arqueológicas a mitad del siglo XIX, y debido al enfrentamiento con el imperio árabe y, posteriormente, sobre todo con el imperio otomano, que impidió contactos físicos y culturales que no fueran militares, Occidente solo supo del Próximo Oriente antiguo y de ciudades como Babilonia a través de mitos y leyendas referidos por autores principalmente romanos. Así, ya desde la Edad Media, era célebre la historia de la fundadora mítica de Babilonia, la reina Semiramis, presentada como una soberana violenta e implacable, capaz de asesinar a su esposo Nino, emperador asirio, y a cortejar a su hijo, si era necesario para conservar el trono. 

Otra leyenda, ambientada en Babilonia, contada por el poeta romano Ovidio, de los jóvenes Píramo y Tisbe -sobre los que ya hemos escrito en este blog-, era también popular, y fue recreada poética, musical y plásticamente. Así, por ejemplo, un conocido cuadro de Poussin muestra, en la lejanía, a Babilonia representada con edificios romanos bajo un cielo rasgado por una tormenta eléctrica.

Píramo y Tisbe eran dos jóvenes de Babilonia, que vivían en casas contiguas, cuyas respectivas familias se oponían a sus relaciones, que concluyeron trágicamente. 
Que esta historia nos suene no es casual: Shakespeare se basó en aquélla para contar la historia de Romeo y Julieta. Del mismo modo, recreó dicha leyenda en el último acto de la comedia El sueño de una noche de verano.

El hado funesto de Píramo y Tisbe ha llegado hasta el siglo XX.
Una curiosa versión fue interpretada por los Beatles en un programa televisivo norteamericano en 1964. Paul McCartney era Píramo; John Lennon, la virginal Tisbe; y Ringo Starr, el león , el sombrío protagonista del final de la historia.
La sombra de Babilonia es alargada. 

 

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