miércoles, 14 de febrero de 2024

¿Qué es el ser humano?

 "Nada,

ni el mar grisáceo,

ni el viento del sur que sopla durante el invierno,

ni las razas de los animales salvajes,

nada,

ni siquiera los dioses,

es más terrible que el hombre"


"Portentos, muchos hay; pero nada es

más portentoso que el hombre.

Allende el espumante mar avanza

empujado por el tempestuoso noto,

atravesándole bajo las olas

que en torno suyo braman."


"Muchas cosas son admirables, pero no hay nada más admirable que el hombre. El Noto tormentoso lo lleva a través el mar sombrío, en medio de las olas que braman alrededor suyo."


Podemos reconocer a un mismo texto con tres versiones distintas; versiones que, en el caso de la primera y las dos siguientes, describen al ser humano de modo antitético. Éste es presentado ya sea como terrible, ya sea como admirable. Día y noche, luces y oscuridad. Un rostro inquietante o amable.

Pero, ¿qué es, entonces, el ser humano o, mejor dicho, cómo se describe originariamente?

La cita es conocida: procede de un canto del coro en la tragedia Antígona de Sófocles.

Mas, ¿qué escribió Sófocles? Las palabras griegas que se traducen ya sea por terrible ya sea por admirable son el adjetivo deinos y el sustantivo deinotes. Obviamente, ambos califican de un mismo modo al ser humano o a una de sus cualidades.

Deinos significa en primer lugar temor, pero también asombro. Éste nace de la visión de algo terrible, que inspira terror. El asombro es la reacción ante una sombra: un espectro, o l oscurecimiento del mundo, la desaparición de las luces que echan luz sobre los problemas y los conflictos. Del mismo modo, deinotes designa un carácter que causa miedo.

Por estos motivos, la primera traducción es correcta, y pone el acento en el carácter negativo, cuanto no maligno o malvado del ser humano.

Mas, tanto el adjetivo deinos cuanto el sustantivo deinotes no son unívocos. No ofrecen una imagen pétrea del ser humano, carente de matices.

En efecto, deinos también se traduce por extraordinario -una característica de lo que se sale de la norma, lo habitual, lo predecible o conocido: lo que descoloca, sin que la inseguridad que causa sea necesariamente condenable. El ser humano escapa, pues, a toda definición. Es imprevisible. 

Del mismo modo, deinotes también se traduce por carácter extraordinario, y de allí, se llega a la habilidad o el ingenio. Es decir, el carácter de Ulises, por ejemplo, un héroe que podría ser considerado como el prototipo del ser humano.

No se puede componer un retrato de una sola pieza. El ser humano tiene múltiples caras. El ingenio está asociado a la mentira, al engaño, ciertamente, pero se trata también de una "virtud" que permite sortear o solventar problemas, sin recurrir necesariamente a la violencia, utilizando, eso sí, la mano izquierda (siniestra), teniendo, en suma, mano izquierda.

El retrato del ser humano que Sófocles ofrece es complejo, sutil, difícil de clasificar. Logra captar el cambio de humor, la rectitud y la traición, el coraje y la cobardía, la franqueza y la hipocresía humanos. Pocos retratos tan sutiles y certeros se han escrito. Descarnados y evidentes. 


Agradecimientos a Isaac Marcet por sus agudas y clarificadoras observaciones. 

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