domingo, 6 de octubre de 2013

WILLIAM HANNA (1921-2001) & JOSEPH BARBERA (1911-2006): DESIGNS ON JERRY (DIBUJOS SOBRE JERRY, 1953)



El arte ha jugado con la realidad. La ha imitado, doblado, evocado. La realidad ha aumentado gracias a los entes que el arte crea. A veces. incluso, en la magia, por ejemplo, el arte ha suplantado la realidad.
Pero, casi siempre, el arte ha acontecido tras la realidad. La ha seguido, perseguido. La realidad siempre ha acontecido en primer lugar. por lo que la influencia del arte en la realidad ha sido limitada. La realidad ha quedado poco marcada por el arte.
O no.
Este dibujo animado ilustra, magistralmente, sobre las relaciones, inexistentes, pacíficas o conflictivas, entre realidad y ficción. Y muestra cómo ésta puede incidir  en la realidad.
Todo un brillante tratado de teoría del arte, con el que deberían empezar todas las clases y estudios sobre la función y la relevancia del arte o de la imagen.

2 comentarios:

  1. Estoy del todo de acuerdo con su comentario, y hace verdad el famoso dicho de que la realidad supera a la ficción. Aunque sus palabras y esta narración dibujada van mucho más allá.
    Aprovecho esta ocasión para felicitarle por todas las entradas sobre animación que contiene el blog. Cada una merece ser vista y comentada, pero todas son tan excelentes que hablan y se defienden por sí solas. Con las excepciones correspondientes, ojalá el arte plástico contemporáneo de galerías y museos pudiera tener las cosas tan claras y alcanzar el sentido, inteligencia y gracia de estas pequeñas-grandes obras de la imaginación y el ingenio, la sutileza, ironía y el buen gusto. En su aparente modestia en ellas caben todos los géneros narrativos y plásticos, y todas las reflexiones y emociones que se antojen.
    Esta aportación del blog es lo que más me sorprendió y entusiasmó cuando lo descubrí, y me parece un gran hallazgo y acierto que estén incorporadas entre disciplinas artísticas tan dispares, sostenidas por la columna vertebral de la Arquitectura y la Arqueología.
    Como siempre me ha gustado e interesado el cine animado, me recuerdo a mí mismo de muy joven intentando conseguir algún visionado que no iba más allá de algún remoto ciclo en la Filmoteca, o en algún especial en el extraordinario programa que hacían en la prehistoria de la TV llamado CineClub, en el canal UHF, un programa que emitían en blanco y negro a las tantas y donde se podían descubrir cineastas tan exóticos que nunca más he vuelto a ver. En este programa conocí a Norman Mac Laren y algún que otro autor centroeuropeo que este blog ha recuperado, Por suerte hay una nueva generación de autores de grandísimo talento que también se recogen aquí.
    Por suerte, toda esta escasez que cuento se ha terminado gracias a Internet y a sitios como éste; alabado sea YouTube. Por suerte también el cine animado comercial ha vuelto tocando trompetas acompañado de las nuevas tecnologías, y los grandes autores japoneses han dejado de ser marcianos.
    Hace años, cuando el público supuestamente dimitió, yo me preguntaba por qué no había ya nadie más que hiciera las maravillas que Disney había hecho y volver a gana espectadores…, la travesía del desierto fue larga. Por suerte, Los Picapiedra & Co. nos la hicieron más llevadera.
    Saludos.

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  2. Muchas gracias por su comentario.
    Pienso, en efecto, que la mayoría desconocemos el cine de animación, fuera de las películas más conocidas. No suelen mostrase demasiado, y menos en salas de arte contemporáneo, ya que se las suele calificar, salvo si son de artistas ya renombrados como artistas contemporáneos o políticos, como Kentridge, o Pettibon, como obras menores o comerciales.
    Estoy plenamente de acuerdo en que, a menudo, encarnan el espíritu de los tiempos tan bien como instalaciones, por ejemplo, y de manera más amena o atractiva.
    El arte contemporáneo ha olvidado, a veces, la fascinación, y el placer.

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