Foto; Tocho, agosto de 2023
La velocidad y el tocino.
A lo que nos lleva la publicidad, los criterios comerciales actuales y el desconocimiento -o el aprovechamiento del desconocimiento popular.
Veamos un ejemplo.
Escaparate de un comercio en una ciudad española, ayer mismo.
Un capricho es un acto o un objeto gratuito, innecesario, que no responde a ninguna necesidad vital, que se adquiere por gusto, sin pensar. Prescindible. Si no lo fuera, no sería un capricho, pues se puede vivir sin ellos. La vida no depende de éstos.
Lo ético es la cualidad de lo que se hace porque se tiene que hacer, sin esperar satisfacción ni premio algunos, un gesto meditado.
Por tanto, lo caprichoso y lo ético son cualidades o valores contrapuestos. El primero no responde a nada, el segundo responde a una voz interior que nos dice y nos impele a actuar sin esperar nada a cambio, y menos satisfacción, pues el gesto se convertiría en uno egoísta que solo se efectúa por el beneficio propio, la mejora de la imagen personal.
¿Vegano? Cualidad de lo que no utiliza productos animales. Lo vegano no es bueno ni malo. Define tan sólo qué componentes y qué procedimientos se emplean en la producción de un objeto. En todo caso, los procedimientos podrían ser calificados de éticos -si se considera la matanza animal como un mal, como un gesto que atenta contra la vida no humana, en función del valor (si valor tiene) que concedemos a la vida animal-, pero el producto no es un capricho, pues un capricho no atiende a razones y es consciente que los procedimientos no siempre cumplen con los habituales, los más eficaces, prudentes, lógicos, probados y comprobados, y adaptados al productos final. Un capricho prescinde de cualquier regla (practica, moral). Un capricho es amoral. Una matanza puede ser considerada inmoral. No tiene porque serlo, pero la cuestión se plantea.
Sin gluten: dícese de los ingredientes de un alimento que requiere harina en su composición, adaptados a una patología que impide la ingestión féculas que contienen gluten, como la harina de trigo, reemplazada por otro tipo de harinas que carecen de este componente, el gluten.
Los alimentos sin gluten sólo deben ser tomados por quienes son intolerantes a este componente, necesario o conveniente a quienes lo toleran. Sin gluten, por tanto, es la característica de la alimentación que requiere harina en su composición, pero que tiene que prescindir de la harina más común, hecha a base del cereal más habitual, el trigo. Un alimento sin gluten es un medicamento, pues no cura, pero es una alternativa que permite la necesaria ingesta de glúcidos que nuestro cuerpo requiere.
Un producto sin gluten no es un capricho, sino una necesidad para ciertas personas. No tiene nada que ver con la ética, pues no responde a un dilema. No se puede escoger ingerir alimentos con o sin gluten. En los casos de las personas que no lo pueden ingerir, la ingesta de componente alternativos, que cumplen con las mismas funciones y alimenten como lo hacen las harinas con gluten, es una necesidad, no una elección. Es cierto que podrían prescindir de la absorción de cualquier tipo de harinas, pero deberían entonces ingerir dosis no saludables de azúcares para compensar la falta de glúcidos. La ética, como hemos comentado, tampoco determina la cualidad de la elección, pues ésta responde a una necesidad que proporciona lo que el cuerpo pide. No es una elección ya que ésta se basa en la libertad, no en la necesidad.
Es un producto vegano, sin duda, como cualquier harina, con y sin gluten, pues, por definición, las harinas son productos obtenidos de la mola de granos o semillas de cereales.
Quizá cabría preguntarse por la “ ética” de determinados anuncios que llevan el engaño , o la absurdidad, en su interior, y que juegan con los temores de los clientes desorientados, que somos todos, hoy.
Y encima en catalan, capritxo como tal no es correcto, es caprici.
ResponderEliminarA la empanada mental -o al cinismo- se suma el desconocimiento de la lengua….
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