El llamado por el aquel entonces supergrupo, el trío Emerson, Lake and Palmer, con todas las virtudes, defectos y excesos de la música popular de los inicios de la década de los setenta del siglo pasado, sorprendió y tuvo un éxito de ventas y de público inusitado, con una excesiva, "virtuosista" y quizá innecesaria versión, vibrante y ampulosa, irritante y brillante, de la obra de Modest Musorgski, Cuadros para una exposición (interpretada en múltiples conciertos cuando una gira mundial, tanto con orquesta como solo con el órgano eléctrico moog -que entonces era el instrumento que marcaba la diferencia entre la música pop y el llamado rock sinfónico, o rock experimental), y que, seguramente, hoy, suscita impresiones muy distintas y puede ser juzgada de manera más equilibrada, pausada y crítica.
Para quienquiera la obra completa (el disco original estuvo grabado en un concierto en directo)
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