Foto de un panel publicitario actual en Barcelona
La artesanía es la manera de hacer u obrar, manual, desde el principio hasta la finalización, con útiles pero no máquinas, basada en procedimientos y conocimientos adquiridos y ejercitados, dando lugar a formas que resultan de la conjunción del operar, las propiedades materiales, la finalidad del objeto, y la existencia de modelos conocidos.
No existen diversas maneras de trabajar sino una sola, que se fue perfeccionando e imponiéndose sobre maneras precedentes, sobre ensayos y tentativas que no cuajaron. Todos los artesanos operan de la misma manera y las posibles variaciones son percibidas como desviaciones de la mejor, de la única manera de obrar.
El estilo, por el contrario designa una manera personal de trabajar -distinta de la de otros creadores. Al mismo tiempo, la palabra estilo se refiere a ciertas características comunes a algunos objetos trabajados o compuestos de un determinado modo: pot ejemplo las órdenes o estilos arquitectónicos referidos a columnas, dóricas, jónicas, corintias, toscanas….
Tanto si el estilo se refiere a maneras de obrar como a rasgos de la obra, la palabra estilo se aplica a procedimientos y resultados singulares, reconocibles, que distinguen el hacer y lo hecho de y por un creador.
La artesanía no tiene estilo, en cambio, porque todos los productos artesanos deberían haber sido fabricados según unos mismos procedimientos y materiales, indistinguibles unos de otros. La artesanía es impersonal, lo que no implica que deje indiferente.
Fabricar pan -industrial- de estilo artesano es un oximoron: o es artesano o es “estiloso” -tiene estilo-, pero convertir la artesanía en un estilo no tiene sentido -con el agravante que se trata de un pan fabricado a máquina que pretende parecer hecho a mano (es decir, carente de la frialdad mecánica, de la impersonalidad de lo maquinal, cuando la impersonalidad, por el contrario, caracteriza el trabajo y la obra artesana).
Pero si se trata de vender….
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