El fotógrafo norteamericano, de familia polaca exiliada a los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, conocido por sus fotos de arquitectura y ciudades manipuladas por ordenador, dotadas de luces irreales, recibió el encargo a finales del siglo XX de documentar sobriamente, sin artificios, con luz natural, el edificio en State Island, cabe Nueva York, por donde todos los emigrantes debían pasar y hacer cuarentena en algunos casos antes de obtener un visado (o ser devueltos a sus países de origen, sin poder acceder al “país de los dueños”), y que cerró y fue abandonado en 1954, y desde entonces ha permanecido tal como quedó, con los muebles a su suerte, como tras un día de intenso trabajo, arruinándose cada día que pasa, pero animado por la luz que recorre sus estancias en las que el polvo se acumula y las plantas se asoman en las estancias.
Hoy, esta colección se expone en una galería de París:
https://www.gadcollection.com/en/
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