Algunos de sus cuadros, la mayor parte realizados a partir de finales de los años setenta, se titulan Ciudad, pero la mayoría retratan rascacielos o, mejor dicho, los reflejos sobre las fachadas, convertidos los edificios en espejismos, en los que lo único que se destaca es la luz que reflejan o que emiten. Los perfiles altivos, por el contrario, apenas se destacan, y nunca con la fiereza y la brutalidad con la que recortan el cielo.
Ciudad de luz neblinosa, pocas veces NuevaYork ha sido mostrada de manera más humana, pese a la ausencia de figuras en sus obras.
http://marthadiamondtrust.org/
No hay comentarios:
Publicar un comentario