¿Un arquitecto que no fotografía obsesiva, narcisícamente su obra, cuidando que nada que no refleje el proyecto se inserte en la imagen, ningún signo de vida, de uso, usado?
Charlotte Perriand fue la arquitecta que, junto con Le Corbusier, en cuyo despacho trabajaba (antes de fundar su estudio), proyectó los muebles firmados por aquél; para otros, la autoría de los mismos recae exclusivamente en ella, pese a quien firmara. Es cierto que sus proyectos lejos de Le Corbusier fueron distintos; sin duda, fueron más cercanos y confortables.
Pero Charlotte Perriand también fue una gran fotógrafa -y realizó fotomontajes con el artista Ferdinand Léger. Pero apenas existen fotografías de edificios ni de ciudades, y menos de sus propias obras. Perriand fotografiaba restos naturales -piedras, guijarros, maderas de fuertes vetas, gastados por el tiempo hasta logar una forma propia e inmutable- y artificiales (pequeñas piezas metálicas, tuberías) como si fueran piezas o trazas arqueológicas, rescatas del polvo, devolviéndoles la dignidad, convertidos en los protagonistas de la imagen. Detalles que eran figuras o seres, que aunaban en ellos todo lo que constituía los seres a los que pertenecían o a los que habían alumbrado, libres de añadidos y elementos inútiles; elementos estructurales, completos, enteros, que mantenían sólidamente unidos y vivos los seres que conformaban.
Una exposición en los Encuentros Fotográficos de Arles recuerda y revela esta faceta menos conocida de la obra y de la visión del mundo -del papel del creador- de Charlotte Perriand.
Disculpa, pero la última fotografía, la apariencia de la cerilla, ¿no es de Chema Madoz?
ResponderEliminar(O uno copia al otro)
Es muy cierto
EliminarPor eso encontraba esta foto tan extraña comparada con las otras.
Quito esta fotografía, y queda constancia escrita del error
Muchas gracias por señalar esta terrible confusión
Me excuso
Muchas gracias