La ciudad apocalíptica. El fotógrafo francés Nicolas Moulin, mediante un programa informático de tratamiento de la imagen, borró cuidadosa, laboriosamente, cualquier evidencia de vida callejera en la ciudad dc París: ciudadanos, vehículos, mobiliario humano, rótulos y anuncios, plantas y flores, amén de blindar o sellar los bajos comerciales de las casas, dejando tan solo las marcas en las calzadas.
No se trata de ciencia ficción, porque las imágenes no enseñan lo que podría ocurrir (no es propiamente la apocalipsis, ya que no augura lo que ocurrirá sino que documenta lo que acontece), sino, en efecto, lo que ocurre cuando un edificio se abandona y, a fin de evitar que sea ocupado, la inmobiliaria, a la espera de derribar el edificio para construir de nuevo, tapia puertas y ventanas, ahogando el inmueble. Una ciudad saqueada por la especulación.
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