lunes, 15 de marzo de 2021

15 de marzo (Año nuevo)

El año ha sido duro; y se anuncian nuevos meses de incertidumbre y males.

Es entonces cuando se invoca a Ana Perena, la diosa que concede la perennidad, la supervivencia más allá de la guadaña de los años, y se abren las puertas del templo de Marte.

Marte, dios de la guerra, ciertamente, pero también dios decidido, valiente y aventurero, que guía a sus animales, los lobos, a salir de sus guaridas invernales y empezar a recorrer decididamente el mundo, sin miedo, juntos. La luna llena de los idus de marzo les alumbra el camino.

Se acompaña esta liberación, esta salida al sol, con ofrendas y sacrificios. Todos los nacidos en este día, los idus de marzo -el quince de marzo-, todas las primicias, humanas, animales y vegetales, son ofrendadas a Marte, como se quiera, por quienquiera. Forman parte del rito del ver sacrum -la primavera sagrada, la primera manifestación del año nuevo- para reactivar el mundo. En años anteriores, cuando los sabinos, los recién nacidos eran sacrificados mas, con el paso del tiempo, se les ha preservado la vida hasta que cumplan veinte años, cuando, cubiertos de pieles, convertidos en bestias, se les azota y se les expulsa de la ciudad, para que acarreen sobre sus espaldas, todos los males, y que ninguna política condenada como Agripina la Menor, quiera alcanzar el poder, ninguna política maniobre, haciendo y deshaciendo senados, como Livia, ningún político huido de la justicia a los confines del mundo, como Pompeyo, trame su regreso destructor, ni ninguna figura política, como Bruto, traicione a los suyos.

El quince de marzo, llamado idus de marzo, en Roma -Roma dividía los días de los meses en tres fechas, las calendas cuando el inicio del mes, las nonas, siete días más tarde, que la luna creciente anunciaba, y los idus, cinco días más tarde, presididos por la luna día, fechas que permitían fijar la posición del resto de los días con respecto a la fecha señalada inmediatamente posterior-., abría el año nuevo, del que se esperaban bienes siempre que se cumplieran la entrega de ofrendas. Sino, Marte velaba. las armas.  Ante su furia, hasta el colérico padre de los dioses Júpiter arriaba velas


"Una supplicatio debía celebrarse en honor de los dioses y una primavera sagrada consagrada, si se quería asegurar la victoria y restablecer el Estado antes del inicio del conflicto" (Tito Livio: Historia romana, XXII, 10)



A C.C, en los idus de marzo

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