sábado, 11 de marzo de 2023

Los hogares ya no estarán más protegidos








Fotos: Tocho, marzo de 2023


 Hoy, sábado 11 de marzo de 2023, a las once de la mañana, se ha vendido el último exvoto del hogar, de cera,  que quedaba en Barcelona. El taller que moldeaba exvotos de todo tipo, para agradecer favores o plegarías concedidos o satisfechos, se quemó (un hecho insólito para un taller donde se manufacturaban exvotos de acción de gracias). 

Los exvotos formaban parte del mundo de los amuletos. Éstos protegían con su sola presencia , aquéllos daban las gracias por la protección brindada, por haber ahuyentado el mal, que habría pasado de largo, como aconteció cuando la matanza de los recién nacidos egipcios, de la que se salvaron los niños de las casas marcadas por la divinidad. Un exvoto es un voto o promesa satisfecho exteriorizado, la promesa de ofrendar a la divinidad o al espíritu activado por la presencia del amuleto, en estrecho contacto con un poder superior. 

Pese a que Barcelona era una de las pocas ciudades mediterráneas donde aún se fabricaban estos entes mágicos o milagrosos, la venta de amuletos y exvotos ya no es rentable. Hoy, por tanto, se ha puesto fin a una tradición  que, en Barcelona, remonta no solo a los romanos (cuyos moldes originales o duplicados aún se utilizaban), sino antes, a los íberos; en otras partes del mediterráneo, los primeros exvotos remontaban a las primeras dinastías faraónicas. Las formas de algunos exvotos ha permanecido inmutable.

Toda una concepción del hogar, ya moribunda, hoy, ha concluido. 

El último exvoto se hallaba en una caja de cartón, en un altillo, en la cerería más antigua de Barcelona. 

Esto no significa que no se puedan encontrar aún figuras de cera. Se siguen produciendo partes de cuerpo, manos, pies y cabezas. Más no son ya exvotos (un objeto entre mágico y sagrado), sino obras decorativas. Ya no son ofrendas, sino regalos. No imploran fuerzas trascendentes sino que satisfacen seres inmanentes. El paso -la evolución o degradación- de lo mágico-religioso a lo decorativo u ornamental, la pérdida de trascendencia, ha acontecido con toda la creación humana en casi todas las culturas. Lo sagrado deriva, se rebaja o muta en lo profano o sagrado. El ejemplo del último exvoto es solo un ejemplo más de la pérdida definitiva de sacralidad -que justificaba y daba sentido a la creación humana, que estaba en el origen de ésta, que trataba de emular a la creación divina, es decir a la soñada, dando forma a visiones.

"¿Qué es un ex-voto?”, una frase de un joven que expresa bien la bajada definitiva del telón sobre la finalidad de la creación: dar forma a imágenes mentales, soñadas o fantasmeadas, y tratar de discernir lo que más nos angustia: el desconocimiento de lo que nos aguarda, esperando que el destino esté en manos de fuerzas invisibles sensibles a nuestras ofrendas.

A Ana Esteban 




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