jueves, 30 de septiembre de 2021

Los arquitectos también van al cielo






 


Fotos enviadas por María Rubert y Gustavo Gili. Filmaciones, Tocho, septiembre de 2021


Entre el vuelos de notas, alzándose hasta el tendido de delgada bóveda, descendiendo a ras del suelo, del gran órgano, la interpretación del Cant del Ocell a cargo de un violoncelista, cantos operísticos de una maravillosa soprano y corales acompañados por una gran orquesta que rasgaban un silencio sepulcral, mientras el excelentísimo rector de la universidad y el numeroso séquito, debidamente cubierto con larga capa y guardapolvo dorados o añiles, y birrete con flecos rematados por una borla a tono, lenta, religiosa, profesionalmente ascendían, el rostro uncido por la brillante luz coloreada que asaetaba  desde las altas vidrieras del ábside, por el pasillo central hacia el altar que una trinidad (rector, vicerrectora….) presidiría, a los pies de una estatua devocional gótica de piedra de la Virgen y el Niño, en lo alto de un pedestal, ha tenido lugar, esta diáfana mañana del treinta de septiembre de dos mil veintiuno, en un edificante acto perfectamente orquestado de dos horas de duración -sentados, recogidos y de pie, las manos juntas, con unas hojas impresas, delicadamente sostenidas, en largos bancos de madera con reclinatorio-, la concesión del título de Doctor Honoris Causa, en la iglesia catedralicia gótica de Santa Maria del Mar en Barcelona, atestada de fieles invitados, al arquitecto Ricardo Bofill, por ser el arquitecto español más internacional y que mayor número de obras por todo el mundo ha construido y aún levanta, acto que culminó con la coronación del arquitecto con un birrete y la entrega de un anillo, expresión de nobleza, heraldo para dejar huella al sellar, y unos guantes inmaculados que simbolizan la pureza de las manos cuando bendicen la obra proyectada.
Solo han faltado nubes de incienso aureolando las augustas testas.  
Que el altísimo nos lo tenga en consideración. 


4 comentarios:

  1. Independientemente del dinero que haga en este mundo en tránsito cada arquitecto de renombre, algún compositor imaginativo, no necesariamente celebridad, debería componer una especie de Canto de lo efímero y de los efímeros, para compensar tanto boato, ascensión y meritocracia que gusta de instalarse en nuestras sociedades.

    Cuánto gustan y regustan las élites y crema de las cremas de estas ceremonias. Y ya que en un edificio tan altivo como bello tuvo lugar el evento me pregunto si los arquitectos de aquel tiempo, lugar y obra serían reconocidos con tanta pompa.

    Sic transit gloriam Altissimae et mundi.

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    1. Cierto, nadie recuerda quien construyó el templo.
      Las ceremonias de concesión del título de doctor Honoris Causa suelen tener boato y responder a unas pautas establecidas. Aunque en universidades privadas con capillas dicha ceremonia puede tener lugar en este tipo de lugar, la ceremonia de ayer fue singular ya que la iglesia de Santa Maria del Mar no pertenece a la UPC, más bien a la UPF ya que ésta la utiliza cada año para la entrega de diplomas….

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  2. cuantimi miriti ad maiorem universitate glorieaeee. Quién fue el padrino?

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    1. Los dioses no tienen padrino. Lo son

      Claro que ayer la ceremonia falló en un punto. El nombramiento de obispos concluye con el nominado echado al suelo rodeado de la corte de obispos que le recuerdan que polvo eres….
      Ayer, desafortunadamente, el arquitecto no se tiró al suelo ni nadie le cantó las verdades. Hubiera sido una imponente conclusión sagrada

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