sábado, 23 de noviembre de 2024

STUFISH: SABRINA CARPENTER SHORT ‘N SWEET TOUR (2024) o CÓMO EN CASA




















Fotos: https://stufish.com/project/sabrina-carpenter-2/


Cuando llegamos, por fin, tras un día entero fuera, a casa, solemos ponernos cómodos. Apenas cerramos la puerta, nos comportamos como si estuviéramos en nuestra casa. Es lo que solemos decir a los invitados: que se sientan como en su casa; es decir sin compromisos, sin protocolos ni rigideces. 

Nos sacamos los zapatos, nos sacamos una parte de la ropa, nos cambiamos de ropa, y nos dejamos ir. Nos abandonamos en el sofá. Perdemos la compostura, antes de emprender una tareas distintas de las que llevamos a cabo “fuera de casa”. Como en casa, se dice, nada. La casa es nuestro mundo, propio o compartido, hecho a nuestra medida, a la medida de quienes vivimos juntos, compartiendo lugares y valores.

La casa es nuestra segunda piel. Dice lo que somos. Responde a nuestros gustos, a nuestra manera de ser.  Proyecta una imagen que no es la que manifestamos en el exterior.

La cantante actual Sabrina Carpenter, ascendida hoy al estrellato, ha decidido cantar como si estuviera en su casa. El escenario se concibe como una prolongación de la casa.

El estudio de arquitectura inglés Stufish, heredero del mejor estudio de arquitectura escénica que ha existido, dirigido por el arquitecto ya fallecido, Mark Fisher -el primer arquitecto enteramente dedicado a la escenografía de conciertos en estadios como los de los Rolling Stones a partir de los años ochenta- sabe que entre el espacio doméstico y la escena existen íntimas conexiones, pese al carácter, por un lado, abierto de la escena, y por otro, cerrado, vuelto sobre sí mismo, del hogar.

La palabra escena viene del griego skene. Y ésta, que designaba una modesta construcción en un escenario teatral, un decorado, significaba, en verdad, una cabaña -que simbolizaba un palacio, un templo o una ciudad: un espacio interior que contrastaba con el exterior que la tarima del escenario representaba. 

Skene era la cabaña originaria, el hogar primigenio: la primera, primitiva casa. Un abrigo fundacional. La casa más íntima y modesta. Una construcción, hecha de ramas y hojas. del inicio de los tiempos. 

La escena es un espacio ideal. Refleja el espacio profano.

 Pero la escena no está poblada de mortales, sino de estrellas, divos o divas, de luminarias, de figuras de las que emanan luz, de dioses y diosas. La escena es la morada divina, que contemplamos y admiramos de lejos. Sus moradores están por encima de nosotros. Y se dejen querer. Aparecen -vana ilusión, cercanos, próximos, como nosotros, aunque estén varios metros por encima de nosotros-. Se dignan a mostrarse. No les importa que los contemplemos con la boca abierta.

Stufish y Sabrina Carpenter han ideado y  proyectado  un escenario que, literalmente, es una actualización de la escena griega clásica, en la que dioses y héroes contaban, a la vista de todos, sus deseos y sus fracasos.

El escenario es su casa -o así lo da a entender. Canta por las distintas estancias, como quien canta en el baño, por placer, sin atender a ninguna norma. Como si no estuviéramos. Tenemos la ilusión de otear en su espacio propio y personal, en su mundo que nos descubre desinteresadamente. Se diría que nos invita como quien deja entrar a amigos y familiares. Con familiaridad. Sin ostentación ni rigideces . Ls escena actúa como un espejo en el que nos reconocemos. Su casa es como la nuestra. Su casa es la nuestra. Y, podemos pensar, ella es como nosotros, o nosotros podríamos estar en su lugar.

Mas, los dioses viven como los mortales, pero no se mezclan con éstos. La barrera es eficaz porque es invisible. 

viernes, 22 de noviembre de 2024

EERO SAARINEN (1910-1961): MIT CHAPEL ( CAPILLA DEL MASSACHUSETTS INSTITUTE OF TECHNOLOGY, 1955)























 

Fotos: Tocho, Cambridge, Mass., noviembre de 2024


La Capilla del Instituto Tecnológico de Massachusetts, de Saarinen, se compone de un cilindro de ladrillos, en el centro de un estanque circular, coronado  con una apertura cenital, de la que desciende una escultura en cascada que refleja la luz. 

Templo más que iglesia, apta para todos los cultos, no presenta ningún signo distintivo que la asocie a un culto determinado. El mismo altar es un paralelepípedo de mármol.

Templo, auditorio, sala de conciertos  -posee un órgano, y campanas añadidas posteriormente-, destaca en una amplia esplanada de césped, contra unos árboles de hoja caduca que lo aíslan de la calle. 

Butacas de madera, dispersas por el prado, que se pueden desplazar, invitan a recogerse ante este volumen perfecto -que asume cierta voluntaria imperfección terrenal por los ladrillos intencionadamente rugosos. 

Una de las más hermosas capillas del siglo XX

¿El primer alfabeto -en los inicios de la historia?



















Fotos: Tocho, congreso de la ASOR , Boston. 2024


La conferencia de prensa tuyo lugar hace un par de días en los Estados Unidos. Se publicó un comunicado de prensa. Y hoy casi todos los periódicos del mundo (salvo el New York Times) lo acaban de anunciar, lo que una ponencia del conocido arqueólogo Glenn M. Schwartz (1954), de la Universidad John Hopkins en Baltimore, en el congreso de la American School of Oriental (Overseas) Research, que tiene lugar en Boston, ha corroborado. Se podría haber hallado signos alfabéticos en fragmentos cerámicos del 2400 aC, quinientos años de las hasta ahora primeras muestras de escritura alfabética, lo que obligaría a cambiar o matizar la historia de la humanidad -o la entrada en la historia de la humanidad.

Sin embargo, estos tres fragmentos cerámicos en los que aparecen grabados tres líneas con cinco signos o dibujos distintos, fueron hallados hace veinte años en una tumba situada en el noreste de Siria, no lejos de una importante ciudad del tercer milenio aC, Ebla, conocida por su biblioteca real que atesoraba tablillas escritas con signos cuneiformes (y no alfabéticos)..

La excavación cuidadosa pudo rescatar unos fragmentos que probablemente hubieran pasado desapercibidos, como es posible que haya ocurrido anteriormente.

Desde entonces, los filólogos han ido poco a poco interpretando estos signos, no como motivos ornamentales, sino como una escritura alfabética. La probable repetición  de signos, junto con el parecido con letras de unos primeros alfabetos, y con jeroglíficos -que están, en efecto, en el origen de ciertas letras- podría apoyar esta interpretación. Sería una escritura alfabética de una lengua semítica.

La localización cerca de una ciudad como Ebla, que mantenía relaciones económicas con el Egipto faraónico, incidiría en esta lectura.

La complicación de la escritura cuneiforme mesopotámica, sobre todo para breves anotaciones comerciales, podría explicar que se hubiera recurrido a una escritura alfabética de nuevo cuño, en vez de los signos cuneiformes habitualmente utilizados en el Próximo Oriente hace  cinco mil quinientos años.

¿Qué cuenta el texto -si es un texto? Se desconoce. Se lee seguramente de derecha a izquierda.

¿Por qué no se han encontrado más pruebas? Quizá por su insignificancia hayan podido no atraer la atención de ningún arqueólogo.

Arqueólogos y filólogos suelen estar en la greña. En este caso, sin embargo, se da un cierto acercamiento , quizá un acuerdo sobre qué podrían ser y significar estas incisiones y cómo podrían descifrarse, si son letras de un alfabeto.

La situación en Siria impide, por ahora, nuevas excavaciones que ayuden a asentar una interpretación, basada en unos fragmentos con muescas que parecen intencionadas, que implique releer la historia.