viernes, 31 de mayo de 2013
RUDY BURCKHARDT (1914-1999) & EDWIN DENBY (1903-1983): THE CLIMATE OF NEW YORK (1935)
Véase la página web siguiente con un gran documental sobre Central Park en Nueva York, de 1985:
http://writing.upenn.edu/pennsound/x/Burckhardt-Rudy.php
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Arquitectura y cine,
Ciudades,
Modern Art
La formación del estudiante de arquitectura
El arquitecto, en España, tiene una responsabilidad mayor que en otros países. Cualquier problema que afecte una construcción, ya sea la estructura, las instalaciones, la obra, etc., recae en su persona. En ocasiones, la cárcel le espera. De ahí los elevados seguros que tiene que contratar -que recargan la factura de los honorarios-. Ésta es así una de las razones que se arguye para defender la exigente formación técnica del estudiante de arquitectura. Se le piden ejercicios que simulen proyectos "reales", y se proscriben ejercicios teóricos o fantásticos. Su suerte, así como la de la obra y de los ocupantes, depende de su apego a la realidad. La gravedad se impone. La reflexión solo provoca visiones, como si hubiera perdido el mundo de vista.
La mayoría de los edificios parecen sólidos en España. Demasiado, en ocasiones; el deseado derribo es difícil o imposible. Los bloques que enladrillan montes, valles y acantilados aguantan aguaceros e improperios.
Pese a la perfecta técnica constructiva seguida, ¿son acaso mejores obras de arquitectura? En España abundan las construcciones: un recorrido por las costas y el interior del territorio no deja lugar a dudas; el hormigón, los bloques-toro, y los ladrillos industriales no se encogen; ¿ocurre lo mismo con la arquitectura?
La arquitectura es el fruto de una reflexión sobre la posibilidad y las condiciones de habitar; define o constituye un lugar que es una morada.
Este lugar no tiene porque tener lugar en la tierra; pude haber sido proyectado mentalmente. Un lugar soñado o anhelado, es decir deseado, es más deseable que un espacio que no da pie a la imaginación, que no invita o permite imaginar una vida plena en aquel lugar. La arquitectura no requiere necesariamente conocimientos técnicos, sino la capacidad de transformar, de habilitar, sobre todo ideal o mentalmente un espacio en un lugar capaz de suscitar imágenes acogedoras o inquietantes; capaz de mantenernos en vida, por tanto, de soñar, de aspirar a otra vida.
Quizá no sea sorprendente que algunos de los mejores artistas plásticos actuales sean arquitectos o hayan tenido una formación de arquitecto. Las obras que producen ofrecen una mirada crítica sobre nuestros modos de habitar, sobre el habitar que la construcción ofrece: espacios en los que no cabe (imaginar) vida alguna, habitualmente.
Los estudiantes de arquitectura deberían estudiar arquitectura, es decir, imaginar espacios para la vida con sentido, a través del estudio o la contemplación de obras de arte: novelas, poemas, obras de teatro, películas, documentales, videoarte, instalaciones, pinturas, dibujos, fotografías, cómics, composiciones musicales, danza, artes performativas, etc.; obras en las que la vida, que solo existe si tiene un lugar donde manifestarse, se manifiesta con plenitud.
Tiempo tendrán, cuando acaben los estudios -ojalá no necesiten acabar nunca-, de encerrarse entre paredes y cerrar el grifo de la imaginación.
Pues mientras calculan, apilan, cuentan, no sueñan ni imaginan. No pueden; les puede el apego a lo que se piensa es lo real. Es decir, no "hacen" o estudian arquitectura. Solo cárceles para la mente. Van muriendo lentamente. Y así, cuando ya no tengan nada en que proyectar una visión del mundo, cuando ya no vean nada, levantarán muros ciegos en las que creemos vivir. Cavarán su tumba.
La mayoría de los edificios parecen sólidos en España. Demasiado, en ocasiones; el deseado derribo es difícil o imposible. Los bloques que enladrillan montes, valles y acantilados aguantan aguaceros e improperios.
Pese a la perfecta técnica constructiva seguida, ¿son acaso mejores obras de arquitectura? En España abundan las construcciones: un recorrido por las costas y el interior del territorio no deja lugar a dudas; el hormigón, los bloques-toro, y los ladrillos industriales no se encogen; ¿ocurre lo mismo con la arquitectura?
La arquitectura es el fruto de una reflexión sobre la posibilidad y las condiciones de habitar; define o constituye un lugar que es una morada.
Este lugar no tiene porque tener lugar en la tierra; pude haber sido proyectado mentalmente. Un lugar soñado o anhelado, es decir deseado, es más deseable que un espacio que no da pie a la imaginación, que no invita o permite imaginar una vida plena en aquel lugar. La arquitectura no requiere necesariamente conocimientos técnicos, sino la capacidad de transformar, de habilitar, sobre todo ideal o mentalmente un espacio en un lugar capaz de suscitar imágenes acogedoras o inquietantes; capaz de mantenernos en vida, por tanto, de soñar, de aspirar a otra vida.
Quizá no sea sorprendente que algunos de los mejores artistas plásticos actuales sean arquitectos o hayan tenido una formación de arquitecto. Las obras que producen ofrecen una mirada crítica sobre nuestros modos de habitar, sobre el habitar que la construcción ofrece: espacios en los que no cabe (imaginar) vida alguna, habitualmente.
Los estudiantes de arquitectura deberían estudiar arquitectura, es decir, imaginar espacios para la vida con sentido, a través del estudio o la contemplación de obras de arte: novelas, poemas, obras de teatro, películas, documentales, videoarte, instalaciones, pinturas, dibujos, fotografías, cómics, composiciones musicales, danza, artes performativas, etc.; obras en las que la vida, que solo existe si tiene un lugar donde manifestarse, se manifiesta con plenitud.
Tiempo tendrán, cuando acaben los estudios -ojalá no necesiten acabar nunca-, de encerrarse entre paredes y cerrar el grifo de la imaginación.
Pues mientras calculan, apilan, cuentan, no sueñan ni imaginan. No pueden; les puede el apego a lo que se piensa es lo real. Es decir, no "hacen" o estudian arquitectura. Solo cárceles para la mente. Van muriendo lentamente. Y así, cuando ya no tengan nada en que proyectar una visión del mundo, cuando ya no vean nada, levantarán muros ciegos en las que creemos vivir. Cavarán su tumba.
Coloquio internacional en París: Arqueología e historia de los imperios: modelos, proyectos y trabajos en curso en Mesopotamia del norte. Nuevos programas en el Kurdistán de Iraq (junio de 2013)
Colloque international « Archéologie et Histoire des empires : modèles, projets et travaux en cours en Mésopotamie du Nord. Nouveaux programmes au Kurdistan d’Irak ».
International Congress “Archaeology and History of Empires : Models, projects and works in progress in Northern Mesopotamia. New programs in Iraqi Kurdistan”
14 -15 juin 2013, Ecole Pratique des Hautes Etudes
Bâtiment « le France », 190-198 avenue de France, 75013 Paris
Vendredi 14 juin,
9h 00 Accueil, salle 123, premier étage
9h 30 M.G. Masetti-Rouault, O. Rouault : Bienvenue
9H45 H. Bost, N. Belayche : EPHE - Recherche
Session I : Problématiques, projets et études en cours en Mésopotamie du Nord, et au Kurdistan
10h HARVEY WEISS, Yale University
"Mysteries of the Ecological Theater and the Evolutionary Play in Mesopotamia"
10h 30 REGIS VALLET, CNRS, UMR 7041 ArScAn,
"Tell Feres, a failed pathway towards urbanism in Northern Mesopotamia".
11h PASCAL BUTTERLIN, Paris I -Sorbonne , UMR 7041 ArScAn,
"The local and the cross cultural, dynamics of the Gawra culture in Northern Mesopotamia"
11h30-11h45 pause café
11h45 PIOTR MICHALOWSKI, Ann Arbor University
“The Northern Frontiers of the Ur III Polity”
12h15 NELE ZIEGLER (CNRS, UMR UMR7192)
« Les régions à l'est du Tigre dans les sources écrites de la 1ere moitié du IIe millénaire av. J.-C. ».
12h45 pause déjeuner : réception dans les locaux du France
Session 2 : Etudier les empires assyriens aujourd’hui
14h MARIA GRAZIA MASETTI ROUAULT, EPHE-SR, UMR8167 Orient et Méditerranée
« Etudier l’empire assyrien aujourd’hui : projets et expériences »
14h30 MARIAN FELDMAN, Université de Berkeley,
"Recreating the World in the Image of Assyria: Representations of the Other in Neo-Assyrian
Art."
15h YIFAT THAREANI, EPHE-SR, Haifa University
“Chronicle of an Imperial Frontier: The Neo-Assyrian Control Policy in the Hula Valley”
15h30 FRANCOIS DE POLIGNAC, EPHE-SR, UMR 8210 ANHIMA
"Le monde grec, une "périphérie" de l'empire Assyrien (VIIIe-VII siècles) ?"
16h- 16h15 : Pause café
Session 3 : Projets et programmes de recherche archéologiques au Kurdistan irakien I.
16h15 JOHN MACGINNIS, Cambridge University, MacDonald Institute,
"Heaven without Equal: the city of Erbil in Cuneiform Sources"
16h45 : KONSTANTINOS KOPANIAS, Athens University
"Archaeological research of the University of Athens in the Kurdistan Region of Iraq: the Tell
Nader/Baqrta Project".
17h15 ARNULF HAUSLEITER, (Deutsches Arachäologisches Institut, Berlin)
"Fouilles allemandes à Erbil : les niveaux néo-assyriens"
17h45 présentations doctorants : projets de thèses et travaux en cours au Kurdistan
18h45 fin de la journée
Samedi 15 juin, EPHE, Bâtiment « le France », Auditorium (niveau -1)
Session 4 : Archéologie et diplomatie françaises au Kurdistan irakien
9h, D. Pelletier (Président de l’EPHE), F. Briquel-Chatonnet (CNRS, UMR8167), M.G.
Masetti-Rouault, O. Rouault (Mission française à Qasr Shemamok), J. Giraud (Institut
Français du Proche-Orient, antenne d’Erbil) : Accueil de la délégation kurde, et des Directeurs
des Antiquités du Kurdistan irakien.
9h45. Interventions de M. Kawa Mahmoud, Ministre de la Culture et de la Jeunesse, KRG;
de Mulla Awat, Directeur Général des Antiquités du Kurdistan irakien, de M. Haydar
Hussein, Directeur des Antiquités de la région d’Erbil, de M. Kamal Zewe, Directeur de
Sulemainye.
10.45h Dr. FREDERIC TISSOT, Ancien Consul Général de France à Erbil ((janvier 2008 - août 2012)
« Diplomatie et Archéologie : l’installation des premières missions françaises au Kurdistan d’Irak »
11h Mme GOUHAR SHEMDIN, Architecte, Spécialiste de la Conservation, ex- Conseillère pour les Biens Culturels du Ministre du Tourisme et des Municipalités, du Gouvernement Régional du Kurdistan irakien, Co-directeur du Conseil dirigeant de l’Advisory Council of the "Iraqi Institute for Conservation of Antiquities and Heritage (IICAH) in Erbil.
“Welcoming Archaeological projects in Iraqi Kurdistan: the Kurdish point of view”
11h30- 11h45 pause café
Session 3 : Projets et programmes de recherche archéologiques au Kurdistan irakien II : les missions françaises
11h45 MIRJO SALVINI, CNRS, Italie, « La cité-sainte de Musasir dans les sources écrites »
12h15 OLIVIER ROUAULT, Université Lyon2, 5133, Archéorient, Directeur de la Mission française à Qasr Shemamok
« La mission française à Qasr Shemamok : débuts, et premiers résultats »
12h45 – 14h Pause déjeuner, réception EPHE / International
14h PEDRO AZARA, Architecte, Polytechnique de Barcelone et Mission Qasr Shemamok
“Qasr Shemamok: ville, territoire et paysage. Ce que l´architecture peut apporter à la compréhension de l´urbanisme ancien”
14h30 LIONEL MARTI (CNRS, UMR7192 et EPHE-H) et CHRISTOPHE NICOLLE (CNRS, UMR 7192)
« Quelques réflexions préliminaires sur le rôle local et régional de Bash Tappa (sud-est de la plaine d'Erbil) »
15h VINCENT DEROCHE (CNRS, UMR 8167, Directeur adjoint du Centre d’Histoire et Civilisation de Byzance, Collège de France, Directeur de la Mission archéologique française à Bazyan) : “Historique et avancement actuel des fouilles du site de Bazyan”
NARMIN ALI MOHAMMED AMEN (Université Salaheddin d’Erbil, et UMR 8167 – Co-Directeur de la Mission française à Bazyan : “Un élément significatif du matériel de Bazyan : les décors à motif de croix et les croix portatives”
A. DESREUMAUX, (CNRS, UMR 8167, Mission française à Bazyan) : “Une inscription inédite du musée de Sulaimaniah” J. GABORIT, (UMR 8167, Mission française à Bazyan) : " Étudier le contexte régional et archéologique de Bazyan : prospections du Beth Garmaï "
16h ALINE TENU (CNRS, UMR 7041 ArScAn , Mission française du Peramagron)
“Prospection dans la haute vallée du Tanjaro (Mission archéologique du Peramagron 2011).”
16h 30 CHRISTINE KEPINSKI, (CNRS, UMR 7041 ArScAn, Directeur de la Mission française du Peramagron)
"Rapport préliminaire sur la première campagne de fouilles à Kunara (Mission Archéologique du Peramagron 2012) : niveaux fin Bronze Ancien et Bronze Moyen"
17h JESSICA GIRAUD (IFPO)
« La Carte Archéologique du Gouvernorat de Soulaimaniah; résultats préliminaires"
17h30 Conclusions et perspectives
Véase: http://www.orient-mediterranee.com/spip.php?article1066
jueves, 30 de mayo de 2013
MARIE MENKEN ( 1909-1970): GO! GO! GO! (1962-1964)
Una de las cumbres del cine documental dedicado a mostrar la vida urbana.
La ciudad y la arquitectura sumerias (Según Jean-Claude Margueron)
La conferencia que el gran arqueólogo e historiador de la cultura y la arquitectura mesoportámicas francés Jean-Claude Margueron (École Pratique des Hautes Études, París) impartió el martes pasado en el Auditorio de Caixaforum (Madrid), en la que detalló la historia de la arquitectura y el urbanismo mesopotámicos, desde la prehistoria hasta finales del segundo milenio aC, aportó una serie de consideraciones novedosas que merecen ser apreciadas.
Margueron sostuvo que lo que diferenciaba una ciudad de un pueblo era el que la primera fue siempre una creación o fundación "ex-nihilo"; es decir, consistió en la edificación de un proyecto pensado y trazado con anterioridad.
Esta concepción contrasta con la que sostiene que la ciudad deriva de poblados anteriores, o de la reunión de burgos que dio lugar a una estructura mayor y más compleja.
Sin duda, ya desde finales del segundo milenio, y durante todo el primer milenio aC, los reyes asirios fundaron ciudades en terrenos vírgenes. Esta afirmación, sin embargo, merece ser matizada en parte. En efecto, la ciudad medio-asiria de Kilizu, excavada por la misión arqueológica francesa de Maria-Grazia Masetti y Olivier Rouault, fue fundada o refundada durante el reinado del rey Adad-Nirari, durante la segunda mitad del segundo milenio. La excavación, sin embargo, ha mostrado que a los pies del yacimiento existieron asentamientos tres mil años anteriores, quizá alguna colonia de la ciudad sureña de Uruk.
Cabe preguntarse si la afirmación de Margueron puede aplicarse a tiempos anteriores a los neo y a los medio asirios (segunda mitad del segundo milenio, y primer tercio del primer milenio aC). En efecto, la ideología o el imaginario mesopotámico sostenía que no se podía edificar en un suelo virgen. Éste ya tenía un propietario: alguna divinidad infernal. Por tanto, ningún rey -las ciudades siempre eran descritas como fundaciones divinas o reales- se habría atrevido a construir en un lugar carente de restos, y ningún texto podía enunciar una orden divina que exigiera la fundación de una ciudad en un espacio semejante. Antes del diluvio, los dioses construyeron donde les plugo, pero ni siquiera los reyes podían pregonar que habían imitado un gesto divino, que habían actuado como los dioses.
¿No se fundó ciudad alguna en un solar baldío? Seguramente no; mas dicha acción siempre se camufló, tratando de mostrar que el lugar escogido había sido escogido por las potencias sobrenaturales y presentaba restos, quizá imaginarios, de una ocupación anterior.
Margueron sostuvo que algunas ciudades, como Mari o Ur se planificaron según un modelo circular. Este hecho no respondía a ninguna razón esotérica, ni imitaba algún modelo celestial ni un mapa del cielo el día de la fundación, sino que obedecía a motivos prácticos: las calles dispuestas como los radios de una circunferencia evacuaban más fácil y rápidamente, como si fueran canales, el exceso del agua de lluvia.
El estudio del plano topográfico de Ur, así como de fotografías aéreas, permite intuir que la trama urbana de Ur seguía el cauce de innumerables vías naturales de agua, ya fueras arroyos o canales.
Sin embargo, ningún dato, tanto sobre el terreno cuanto a partir de fotografías, permite intuir un trazado circular de la muralla. Por el contrario, tanto las fotografías aéreas de los años veinte, cuando la ciudad de Ur fue extensamente excavada por Woolley, cuando los datos recogidos en el yacimiento, muestran un espacio delimitado por una muralla continua, vagamente ovalada, pero en modo alguno circular.
El modelo de una ciudad de planta circular es sugerente, pero los datos empíricos no parecen apoyar tal intuición.
¿Las casas de Ur tenían un patio abierto? Uno de los problemas de la arquitectura doméstica mesopotámica, anterior al segundo milenio, es que ha sido escasamente excavada, ya que los templos y los palacios suscitaron una mayor anterior por parte de los arqueológos, sobre todo antes de la Segunda Guerra Mundial. La historia convulsa de Iraq desde finales de los años setenta ha dificultado o impedido el estudio de barrios residenciales hasta entonces minusvalorados.
El escaso tejido urbano estudiado, casi siempre de principios del segundo milenio, parece componerse de viviendas (o estructuras domésticas) organizadas alrededor de un espacio central más o menos cuadrado: ¿un patio central? Margueron sostiene que dicho espacio tenía que estar cubierto. Las violentas lluvias ocasionales habrían anegado los patios, carentes de desagües, e inundado las casas. La lógica obliga a pensar en patios cubiertos, con techos más altos que el de las estancias circundantes, de manera a permitir la apertura de pequeñas ventanas justo debajo de la techumbre, que habrían proporcionado luz y ventilación.
Sin embargo, el tamaño de algunos patios habría dificultado -o impedido- su cubrición con vigas de madera -un material escaso y de mala calidad, como es el tronco de palmera-. Por otra parte, las lluvias, pese a su violencia -si es que el régimen pluviométrico hace cuatro mil años era el mismo que el de hoy- eran menos dañinas que las aguas freáticas, cuyo nivel es muy alto.Las aguas salobres disolvían la base de los muros. Éstos tenían que ventilarse y secarse constantemente. Un patio cerrado hubiera impedido esta operación. Por otra parte, un patio cubierto -con tan solo pequeñas oberturas en lo alto- hubiera impedido la ventilación cruzada -imprescindible en un tejido urbano tan denso, cruzado por callejones muy estrechos-, transformando las viviendas, en las que las familias pasaban una gran parte del tiempo, en hornos. Finalmente, como sugería Jean-Louis Huot, el nivel de las calles, debido a los aluviones, los derrumbes y las basuras, subió tanto que, a menudo, se hallaba por encima del nivel de las casas. Si los patios no hubieran absorbido (con dificultades) una parte de las aguas de lluvia, éstas hubieran circulado por callejuelas, convertidas en torrentes que hubieran desaguado en parte en... el interior de las viviendas.
Los sugerentes y lógicos análisis de Margueron son válidos si se aplican a ciudades fundadas según planes urbanísticos racionales. Mas, la realidad tuvo que ser muy distinta. Las ciudades mesopotámicas arcaicas se tuvieron que parecer, posiblemente, a las medinas actuales, en las que patios abiertos son esenciales para ventilar una trama urbana muy densa, en la que las calles hacen las veces de canales de evacuación, eficaces siempre que las viviendas estén elevadas con respecto a la calzada. La ciudad mesopotámica no parece que hubiera respondido a este modelo, si bien cualquier explicación o interpretación es posible y es cuestionable, toda vez que apenas se han hallado, o se han excavado, barrios residenciales.
Margueron sostuvo que lo que diferenciaba una ciudad de un pueblo era el que la primera fue siempre una creación o fundación "ex-nihilo"; es decir, consistió en la edificación de un proyecto pensado y trazado con anterioridad.
Esta concepción contrasta con la que sostiene que la ciudad deriva de poblados anteriores, o de la reunión de burgos que dio lugar a una estructura mayor y más compleja.
Sin duda, ya desde finales del segundo milenio, y durante todo el primer milenio aC, los reyes asirios fundaron ciudades en terrenos vírgenes. Esta afirmación, sin embargo, merece ser matizada en parte. En efecto, la ciudad medio-asiria de Kilizu, excavada por la misión arqueológica francesa de Maria-Grazia Masetti y Olivier Rouault, fue fundada o refundada durante el reinado del rey Adad-Nirari, durante la segunda mitad del segundo milenio. La excavación, sin embargo, ha mostrado que a los pies del yacimiento existieron asentamientos tres mil años anteriores, quizá alguna colonia de la ciudad sureña de Uruk.
Cabe preguntarse si la afirmación de Margueron puede aplicarse a tiempos anteriores a los neo y a los medio asirios (segunda mitad del segundo milenio, y primer tercio del primer milenio aC). En efecto, la ideología o el imaginario mesopotámico sostenía que no se podía edificar en un suelo virgen. Éste ya tenía un propietario: alguna divinidad infernal. Por tanto, ningún rey -las ciudades siempre eran descritas como fundaciones divinas o reales- se habría atrevido a construir en un lugar carente de restos, y ningún texto podía enunciar una orden divina que exigiera la fundación de una ciudad en un espacio semejante. Antes del diluvio, los dioses construyeron donde les plugo, pero ni siquiera los reyes podían pregonar que habían imitado un gesto divino, que habían actuado como los dioses.
¿No se fundó ciudad alguna en un solar baldío? Seguramente no; mas dicha acción siempre se camufló, tratando de mostrar que el lugar escogido había sido escogido por las potencias sobrenaturales y presentaba restos, quizá imaginarios, de una ocupación anterior.
Margueron sostuvo que algunas ciudades, como Mari o Ur se planificaron según un modelo circular. Este hecho no respondía a ninguna razón esotérica, ni imitaba algún modelo celestial ni un mapa del cielo el día de la fundación, sino que obedecía a motivos prácticos: las calles dispuestas como los radios de una circunferencia evacuaban más fácil y rápidamente, como si fueran canales, el exceso del agua de lluvia.
El estudio del plano topográfico de Ur, así como de fotografías aéreas, permite intuir que la trama urbana de Ur seguía el cauce de innumerables vías naturales de agua, ya fueras arroyos o canales.
Sin embargo, ningún dato, tanto sobre el terreno cuanto a partir de fotografías, permite intuir un trazado circular de la muralla. Por el contrario, tanto las fotografías aéreas de los años veinte, cuando la ciudad de Ur fue extensamente excavada por Woolley, cuando los datos recogidos en el yacimiento, muestran un espacio delimitado por una muralla continua, vagamente ovalada, pero en modo alguno circular.
El modelo de una ciudad de planta circular es sugerente, pero los datos empíricos no parecen apoyar tal intuición.
¿Las casas de Ur tenían un patio abierto? Uno de los problemas de la arquitectura doméstica mesopotámica, anterior al segundo milenio, es que ha sido escasamente excavada, ya que los templos y los palacios suscitaron una mayor anterior por parte de los arqueológos, sobre todo antes de la Segunda Guerra Mundial. La historia convulsa de Iraq desde finales de los años setenta ha dificultado o impedido el estudio de barrios residenciales hasta entonces minusvalorados.
El escaso tejido urbano estudiado, casi siempre de principios del segundo milenio, parece componerse de viviendas (o estructuras domésticas) organizadas alrededor de un espacio central más o menos cuadrado: ¿un patio central? Margueron sostiene que dicho espacio tenía que estar cubierto. Las violentas lluvias ocasionales habrían anegado los patios, carentes de desagües, e inundado las casas. La lógica obliga a pensar en patios cubiertos, con techos más altos que el de las estancias circundantes, de manera a permitir la apertura de pequeñas ventanas justo debajo de la techumbre, que habrían proporcionado luz y ventilación.
Sin embargo, el tamaño de algunos patios habría dificultado -o impedido- su cubrición con vigas de madera -un material escaso y de mala calidad, como es el tronco de palmera-. Por otra parte, las lluvias, pese a su violencia -si es que el régimen pluviométrico hace cuatro mil años era el mismo que el de hoy- eran menos dañinas que las aguas freáticas, cuyo nivel es muy alto.Las aguas salobres disolvían la base de los muros. Éstos tenían que ventilarse y secarse constantemente. Un patio cerrado hubiera impedido esta operación. Por otra parte, un patio cubierto -con tan solo pequeñas oberturas en lo alto- hubiera impedido la ventilación cruzada -imprescindible en un tejido urbano tan denso, cruzado por callejones muy estrechos-, transformando las viviendas, en las que las familias pasaban una gran parte del tiempo, en hornos. Finalmente, como sugería Jean-Louis Huot, el nivel de las calles, debido a los aluviones, los derrumbes y las basuras, subió tanto que, a menudo, se hallaba por encima del nivel de las casas. Si los patios no hubieran absorbido (con dificultades) una parte de las aguas de lluvia, éstas hubieran circulado por callejuelas, convertidas en torrentes que hubieran desaguado en parte en... el interior de las viviendas.
Los sugerentes y lógicos análisis de Margueron son válidos si se aplican a ciudades fundadas según planes urbanísticos racionales. Mas, la realidad tuvo que ser muy distinta. Las ciudades mesopotámicas arcaicas se tuvieron que parecer, posiblemente, a las medinas actuales, en las que patios abiertos son esenciales para ventilar una trama urbana muy densa, en la que las calles hacen las veces de canales de evacuación, eficaces siempre que las viviendas estén elevadas con respecto a la calzada. La ciudad mesopotámica no parece que hubiera respondido a este modelo, si bien cualquier explicación o interpretación es posible y es cuestionable, toda vez que apenas se han hallado, o se han excavado, barrios residenciales.
Nuevas noticias culturales de Barcelona
Hace poco tiempo, con motivo de la preparación de los fastos conmemorativos del año 1714, el responsable de la cultura del Ayuntamiento de Barcelona pidió al Museo de Arte de Cataluña que organizara, de hoy para mañana, tres muestras de los genios catalanes, Picasso, Miró y Tàpies, para 2014.
Ante la negativa -por falta de tiempo, espacio y presupuesto-, comentó que la financiación no iba a ser ningún problema. Se pediría la colaboración de grandes empresas, cuyo desinterés las llevaría a quedar incluidas en una lista negra.
¡Ah, la vuelta de los viejos tiempos!
Ante la negativa -por falta de tiempo, espacio y presupuesto-, comentó que la financiación no iba a ser ningún problema. Se pediría la colaboración de grandes empresas, cuyo desinterés las llevaría a quedar incluidas en una lista negra.
¡Ah, la vuelta de los viejos tiempos!
miércoles, 29 de mayo de 2013
MORTON FELDMAN (1926-1987): LE PALAIS DE MARI (1986)
Una de las principales composiciones para piano del siglo XX recrea o evoca la fragmentada estructura laberíntica del palacio "sumerio" o "neo-sumerio" de Mari .
La ciudad de Mari (un pequeño reino entre el centro de lo que hoy se tiene a denominar con el término geográfico de Babilonia -no confundir con el término histórico que nombra a una ciudad y a un imperio-, es decir la región entre Bagdad y el delta), bordeaba el río Éufrates, alojaba el mayor palacio mesopotámico jamás descubierto. Fue destruido por el poder babilónico a principios del segundo milenio.
Hoy se encuentra en el sureste de Siria, cerca de la frontera con Iraq; el reciente museo del yacimiento, inaugurado hace dos años y medio, acaba de ser devastado.
lunes, 27 de mayo de 2013
Arqueología y nacionalismo
Solar donde se va a edificar el nuevo Museo de la Civilización, en Erbil (Iraq). incluye un granero que se preservará. Al lado, fábrica, cuya suerte no depende del proyecto.
Foto: Tocho, mayo, 2013
Vicenzo Picotti, geógrafo de la Universidad de Bolonia (Italia) y miembro de la misión arqueológica franco-italo-española en Erbil (Kurdistan, Iraq), comentaba recientemente, en las largas sobremesas tras la cena en la casa de la misión, las estrechas relaciones entre la arqueología y los nacionalismos.
La arqueología busca trazas de pasadas culturas. Aquéllas están necesariamente enraizadas en la tierra, pues comprenden, mayoritariamente, los cimientos de los edificios, hincados en el subsuelo, acompañados, en ocasiones, de ofrendas a las potencias inferiores. De este modo, se puede documentar la ocupación de un territorio par parte de pueblos de la antigüedad.
Las misiones arqueológicas pueden pertenecer al país dónde se excava o no. En ambos casos, sin embargo, la excavación no es inocente. No se emprende -como si acontece con la presente misión, al menos por parte de los responsables- por motivos exclusivamente científicos. El estudio puede emprenderse con rigor, pero la finalidad última persigue hallar "pruebas" de la ocupación de un lugar por parte de un "pueblo" del que los dirigentes y los estudiosos del presente se sienten herederos. De este modo, se legitima, a partir de "hechos" comprobados sobre el terreno, la ocupación de un espacio y de su interpretación.
La arqueología nació en el siglo XIX. Aconteció sobre todo en países conquistados. Pocas misiones importantes eran emprendidas en el país de dónde los arqueólogos eran originarios. Mas, incluso en este caso, la finalidad de la búsqueda no era siempre científica. Misiones en Francia pretendían demostrar las superioridad o la primacía de las "raíces" galas sobre las romanas, por ejemplo.
Las misiones más importantes, empero, hasta la Segunda guerra mundial, estuvieron ligadas a los procesos coloniales. Egipto, todo el Próximo oriente, una gran parte de África, el sudeste asiático, por ejemplo, eran amplísimos territorios colonizados donde se llevaron a cabo exploraciones por parte de misiones occidentales que, a veces, tendían a probar que la ocupación del lugar era legítima porque determinados rasgos culturales (iconográficos o textuales) remitían más a la cultura de los arqueólogos que a las culturas locales. Así, al menos, aconteció en el Próximo oriente y en Egipto, donde las culturas mesopotámicas y egipcia fueron consideradas el origen de las culturas occidentales, sin relación alguna con las culturas árabes, persas, etc. De este modo, se daba fe de las razones que sustentaban la ocupación territorial.
Estos procesos no concluyeron con el final de la Segunda Guerra Mundial ni con la descolonización en los años cincuenta y sesenta. Posiblemente, se hayan intensificado. Pero en territorios más pequeños. Así la arqueología en Israel y en Palestina, en el Kurdistan (sirio, iraquí, turco), y en cualquier territorio autónomo europeo, tiende a querer probar los derechos (inmemoriales, y por tanto, legítimos e incuestionables) de unos sobre otros. Se excava, a veces, para probar lo que se quiere probar. Cualquier resto que contradice la visión que ya se tiene se tiende a minimizar o a soslayar. Las excavaciones son, de algún modo, la cara amable, supuestamente objetiva, de una conquista o de un dominio territorial. Si "nuestros" antepasados ya vivían en el lugar en el que se excava, ¿quién negará que dicho lugar pertenece a quienes se presentan a sí mismos como los herederos de los pueblos del lugar?
La noción de autoctonía, que se desarrolló en la Grecia clásica (especialmente en Atenas), y que defiende que un lugar pertenece a un pueblo y no a otro precisamente por su enraizamiento en un espacio desde el origen de los tiempos, se halla en el origen de la visión sesgada de cierta arqueología.
Aquí, en Barcelona, el casco antiguo (el Raval) ha sido desmantelado. La trama urbana, los edificios han sufrido drásticas alteraciones en pos de la regularización de vías y volúmenes. Espacios medievales han sucumbido. Pero solo ha hecho falta que se hubieran hallado, en una excavación, en el Born, bajo un mercado cubierto abandonado, trazas del barrio con restos de bombas para que de inmediato se haya decretado que dichos restos, irrisorios ante la estructura urbana y volumétrica circundante, que ha merecido escaso cuidado (salvo por arquitectos como Enric Miralles), eran la prueba fehaciente de la dominación real de la ciudad de Barcelona, debían ser preservados como reliquias. Su interés es nimio; pero una lectura politíca, que los ha convertido en restos mártires casi sagrados, ha obligado a una inversión financiera para su conservación que no se ha podido destinar a preservar las viviendas, en tan mal estado, de los alrededores, tan antiguas como los restos, pero aún ocupadas, y, por tanto, menos manipulables. La arqueología, en ciertas manos, es el arte no de documentar, sino de inventarse un pasado que satisfaga deseos más o menos confesables de poder. Por eso fascina tanto a ciertos dirigentes.
domingo, 26 de mayo de 2013
Higia, la diosa de la buena salud de la ciudad griega y latina
Varias estatuas romanas de Higia, de mármol, de tamaño variable (entre 50 y 120 cm de alto), Museo de las Civilizaciones Anatólicas, Ankara (Turquía)
Foto: Tocho, mayo de 2013
El ágora griega era el lugar dónde la ciudad (la "polis") exhibía sus valores y virtudes. Las divinidades protectoras, por un lado (Fortuna, Hestia), que simbolizaban la suerte y la vitalidad de la ciudad; las personificaciones de los dones que la ciudad exigía, como Peito, la Persuasión, imprescindible para establecer un clima de diálogo en el espacio común del ágora; y las figuraciones de los beneficios que la ciudad aportaba, como Eirene -la Paz-, o Higia -la Salud-, solían exhibirse en el centro cívico y religioso de la ciudad -el ágora-, y, en ocasiones, en el recinto exclusivamente sagrado -el acrópolis-.
Una de los valores divinizados más importantes era Higia. Se trataba de la Salud encarnada. Higia era hija, esposa o hermana de Asclepio (o Esculapio, en Roma), el dios de la medicina y de las medidas correctas para que reine la salud y la armonía: de ahí que Higia se representara dando de beber a una serpiente, la personificación de la larga vida, puesto que las serpientes mudan de piel anualmente y se diría que renacen, dejando atrás todo lo que, como la piel reseca o muerta, evocara el peso de los años. Higia era, por tanto, nieta de Apolo, el dios de la arquitectura, y de cuantas artes, como la música y la poesía, pacificaban o aquietaban el alma, lo que redundaba en el bienestar -el estar agradable, el asentamiento deseable- de los humanos y de la comunidad.
Según algún autor tardío, como Proclo, Higia era hija de Eros (la innata vitalidad que perseguía la prosecución o reproducción de la vida y el bien, de las bondades de la vida verdadera y plena, según la tardía concepción del Eros neoplatónico), y de Peitho, la diosa de la Persuasión, de la palabra convincente, gracias a la cual se suavizaban o se superaban diferencias, y se establecían pactos de buena vecindad.
Higia era tanto una diosa cuanto el atributo de una divinidad. Así, en Atenas, desde que la peste que asoló la ciudad en 420 aC se extinguiera, se rendía culto tanto a Higia -una de las doce divinidades asentada en el gran altar de los doce dioses en el ágora- cuanto a Atenea Higieia (dos divinidades que acabaron asociadas aunque nunca confundidas). La diosa protectora de la ciudad de Atenas velaba, obviamente, por el equilibrio físico y moral de los ciudadanos; la locura, que la barbarie trae y simboliza, quedaba anulada gracias a la pacificadora acción de Higia.
Un himno órfico cantaba a Higia como la "diosa madre de todos". Ningún hogar, se decía, podía prosperar sin su presencia. Es muy posible que, por esta razón, en Roma, Higia se asociara a Bona Dea, la diosa de los espacios domésticos, que cuidaba, sin salir nunca al exterior, de la paz de cada hogar, y presidiera el altar del templo de Concordia -otra personificación de las virtudes que el diálogo y el acuerdo comunitario traía.
De la salud física y mental, Higia acabó por ser adorada como la divinidad que protegía, como una sólida muralla, de cuantos peligros la vida en la tierra, fuera del próspero ámbito civil de la ciudad, acarreaba. De algún modo, Higia encarnaba los valores urbanos allí dónde se hallara o se la invocara.
sábado, 25 de mayo de 2013
Elsa Brehin, Raphaël Calamote, Mauro Carraro, Maxime Cazaux, Emilien Davaud, Laurent Monneron & Axel Tillement: Muzorama (2008)
Muzorama from Muzorama Team on Vimeo.
Un homenaje al mundo del dibujante francés Jean-Philippe Masson (llamado Muzo)
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Animación y arquitectura,
Modern Art
HOTEL EN NASIRIYAH (IRAQ), MAYO DE 2013
Fotos: 1: Internet (Google Images)
2-8: Pedro Azara, Marcel Borràs, Albert Imperial & Marc Marín (noviembre 2011)
Nasiriyah es una ciudad de tamaño medio (80000 habitantes) situada a la orilla del Éufrates, en el sur de Iraq, no lejos de los yacimientos de Ur, Uruk y Eridu, y a unos cien quilómetros del límite de las marismas del delta del Tigris y el Éufrates.
Está considerada como una ciudad tranquila, que escapó a los bombardeos de la coalición occidental que han desfigurado a la vecina ciudad portuaria de Basora, otrora, un vergel -por lo que se cuenta-, en un caótico escenario de hierros retorcidos, y de edificios rehabilitados apresuradamente, sin orden ni concierto, y con materiales de tercera.
El paseo fluvial de Nasiriyah es conocido en Iraq. Amplias terrazas ajardinadas cabe al río son un espacio seguro y acogedor, donde se puede fumar "arguiles" o pipas de agua y tomar bebidas no alcohólicas, de noche, hasta las diez, por el que se aventuran algunos jóvenes. Su zoco es uno de los más preservados y más dinámicos de Iraq.
Cuenta con un hotel de primera, el hotel al-Janoob, construido hace unos tres años (pese a que la decoración interior, con muebles de estilo "valenciano", sugiere lo contrario), ocupado regularmente por ingenieros y financieros del sector petrolero. Tenía un restaurante excelente.
Estaba considerado uno de los hoteles más seguros de Iraq.
Hace unos pocos meses un coche bomba explotó ante la fachada matando a dos ocupantes.
Nasiriyah vuelve a ser una ciudad inhóspita para el (demasiado) ocasional visitante.
CONCHA TEJEDOR: "MESOPOTAMIA YACE EN EL SUR DE IRAK BAJO LAS BOMBAS SUCIAS" (AGENCIA EFE, MAYO DE 2013)
Nasiriya
Foto: Pedro Azara, Marcel Borràs, Albert imperial, Marc Marín
Mesopotamia yace
en el Sur de Irak bajo
las bombas sucias
EFE - 24/05/2013
Concha Tejedor.
Madrid, 25 may (EFE).-
La antigua Mesopotamia, en el sur de Irak, donde hace mas de cinco mil años comenzaron la civilización y la cultura moderna con la primera ciudad y la primera escritura, yace bajo la enorme contaminación de las bombas sucias de las últimas guerras.
"Los restos mesopotámicos están condenados a desaparecer" explica en una entrevista con Efe Pedro Azara, arquitecto y comisario de la exposición "Antes de Diluvio. Mesopotamia 3.500-2.100 a.C.", la primera que se dedica a este espacio cultural en este período, que es hoy motivo de preocupación para los investigadores.
La gran cantidad de asistentes a la exposición y al ciclo de conferencias, organizados por la Obra Social La Caixa en Barcelona y Madrid, es una prueba de que el misterio de la antigua Mesopotamia, en las marismas del delta de los ríos Tigris y Éufrates, hoy convertidas en desierto por el desplazamiento de la costa, sigue vivo desde que fue descubierta a finales del siglo XIX.
Pedro Azara señala las guerras, la falta de cuidado, el expolio y las excavaciones legales e ilegales entre los factores que han acabado con lo poco que quedaba de unas ciudades construidas con adobe.
"El barro no cocido -dice- retorna al barro, se disgrega una vez que las construcciones son desenterradas o estas son sepultadas nuevamente por las tormentas de arena, que el traqueteo de los tanques ha aumentado al remover la tierra".
"Las bombas de uranio empobrecido -dice Pedro Azara- fueron utilizadas por Sadam Husein en la guerra Irán-Irak en las zonas en las qu
e había opositores y por la coalición encabezada por los norteamericanos en 2003. No dañan directamente los restos, pero las misiones arqueológicas se lo piensan dos veces antes de trasladarse a una de las zonas más contaminadas del mundo".
Estas bombas, lanzadas a las marismas, desprenden radiactividad, que dura decenas de miles de años. "Emponzoñan las aguas y la pesca -continúa Azara-, la agricultura y los animales resultan afectados. El noventa por ciento de los habitantes de Nasiriya, la ciudad más cercana a los yacimientos, tiene problemas de salud, y la zona registra la mayor tasa de cáncer del mundo".
Pedro Azara, profesor de Estética en la Escuela Superior de Arquitectura de Cataluña, visitó a finales de 2011, en el primer viaje autorizado a un equipo investigador extranjero desde la guerra de 1980, los cinco yacimientos más importantes de la antigua Mesopotamia, el Museo de Bagdad y el de Nasiriya, con una beca de la fundación alemana Gerda Henkel.
Le acompañaron desde España los también arquitectos Albert Imperial y Marc Marín y el autor dramático, actor y cineasta Marcel Borrás.
Las imágenes, siete horas de película de los dos museos y de los yacimientos de las ciudades de Uruk, Ur, Tello, Eridu y Kis, le servirán al director de cine ruso Alekxandr Sokúrov, que obtuvo el éxito con "El arca rusa", en 2002, para un documental que se presentará en Bruselas en septiembre con motivo del X aniversario del saqueo del Museo de Bagdad en 2003.
"El saqueo lo fue a un museo que ya estaba vacío -confirma Pedro Azara-. Las obras maestras de las colecciones habían sido guardadas en reservas por los conservadores o por iraquíes que las devolvieron pasado el peligro".
Entre las 15.000 piezas desaparecidas, precisa, había pocas obras relevantes: 7.000 se han recuperado y hay 8.000 buscadas por Interpol, hallazgos recientes en principio poco importantes, aunque muchos no estaban todavía documentados.
Sabemos muy poco de estos pueblos sumerios y acadios, mucho menos que de Egipto o de Grecia, ya que las excavaciones comenzaron mucho después.
¿Qué queda? El equipo español viajó con fotografías, planos y los archivos de las misiones arqueológicas de hace un siglo, consultados en los museos norteamericanos y británicos.
No queda mucho de Uruk, la primera ciudad de la historia, construida, según la Epopeya de Gilgamesh, por orden de este legendario rey, en donde surgió el desarrollo urbanístico, el derecho, la primera escritura (sumeria) y se ha encontrado el primer texto mítico sobre el Diluvio (2.650 a.C.), luego trasladado a la Biblia.
Ur, donde algunos sostienen que nació Abraham, una gran ciudad que llegó a tener 200.000 habitantes, es la mejor conservada. Su zigurat se eleva 21 metros en la llanura desértica, con el templo en la cima. Fue restaurado en 1960 con técnicas y materiales como los utilizados por los sumerios, lo que no ha sido la norma. Y conserva en buen estado las únicas tumbas del sur de Mesopotamia.
En el zigurat de Kis los soldados norteamericanos abrieron un foso profundo para protegerse y ha quedado dañado para siempre.
Tello, el primer yacimiento sumerio excavado hacia 1880 por una misión francesa, es hoy un conjunto de ruinas irrecuperables, fue mal documentado y no trazaron un plano preciso.
La única solución para preservar estas construcciones sería proteger los restos. "Se ha hecho colocando una capa de ladrillo cocido en el zigurat de Ur y en algunos otros edificios. Pero la solución pasaría por invertir grandes cantidades de dinero en unas técnicas que no son todavía seguras", concluye Pedro Azara. EFE
viernes, 24 de mayo de 2013
(Algunas pocas, y poco conocidas) "maquetas de arquitectura" del Próximo oriente antiguo
Museo de las Civilizaciones Anatólicas, Ankara (Turquía)
Museo de la Civilización, Erbil (Iraq)
1: Maqueta de casa o santuario hitita (segundo milenio aC)
2, 3: taza en forma de maqueta desantuario hitita (segundo milenio aC)
4: Ornamentación en forma de maqueta de torre hitita (Segundo milenio aC)
5, 6: Incienciario asirio en forma de maqueta de torre
Fotos: Tocho, mayo de 2013
El Museo de las Civilizaciones Anatólicas, en Ankara, lleva más de dos años cerrado parcialmente por reformas. Hoy solo mantiene dos salas abiertas, en las que se acumulan relieves y estatuas de piedra de gran tamaño, mayoritariamente neo-hititas, aunque también expone objetos más pequeños como estas tres conocidas "maquetas": en verdad, altares domésticos en forma de maqueta de santuario, y un ornamento en forma de edificio, útil para saber qué aspecto podían tener las torres defensivas hititas.
El Museo de la Civilización, en Erbil, alberga una modesta colección arqueológica, así como piezas islámicas. Entre las piezas arqueológicas destaca esta espléndida y poco conocida "maqueta" -un quema-perfumes en forma de edificio: las torres solían, como el humo ascendente, unir la tierra al cielo.
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arquitectura desde las artes,
Arte antiguo
miércoles, 22 de mayo de 2013
El sacrificio de Kilizu: a la vuelta de la segunda misión arqueológica en Qasr Shemamok (Erbil, Iraq) (mayo de 2013)
Gozne de puerta
Ladrillos fundacionales del palacio del rey medio-asirio Adad-Nirari I (s. XIV aC)
Restos de un barrio parto en la cima norte del tell (ss. II aC-II dC)
Cráter abierto por una bomba lanzada por orden de Saddam Hussein (años 90) en la cima norte del tell. parte del nivel parto saltó, y los niveles inferiores quedaron aplastados.
Tumba de un recién nacido hallada cerca de la rampa de acceso a la ciudad en tiempos del rey neo-asirio Senaquerib (s. VIII aC); se trata seguramente de un sacrificio humano fundacional.
Hipotética reconstrucción del juego de plataformas y de rampas en la fachada sur de la ciudad en tiempos del rey Senaquerib.
Acueducto subterráneo, atravesando una montaña, construido por los reyes neo-asirios y que alimentaba en agua las ciudades de Arbales (Erbil) a cuarenta quilómetros de distancia y, más lejos aún, de Kilizu (hoy Qasr Shemamok)
Piezas halladas en esta campaña, expuestas a la prensa en el Museo arqueológico de Erbil
Fragmentos de cerámica de la época de Uruk (hacia 4500 aC, última foto) y de Nínive V (hacia 3200 aC)
Piezas halladas en esta campaña, expuestas a la prensa en el Museo arqueológico de Erbil
Fragmentos de cerámica de la época de Uruk (hacia 4500 aC, última foto) y de Nínive V (hacia 3200 aC)
Fotos: Eric Rusiñol, Catherine Burge, Tocho
3-D: Eric Rusiñol
Misión francesa de Qasr Shemamok, dirigida por los profesores Maria-Grazia Masetti-Rouault (École Pratique des Hautes Études, Sorbonne, París) y Olivier Rouault (Universidad de Lyon 2)
Miembros de la Univeridad Politécnica de Cataluña, Barcelona: Pedro Azara, Joan Borrell, Mireia Durán, Marc Marín, Eric Rusiñol.
El último día de trabajo en la primera campaña en el gigantesco tell de Qasr Shemamok, a veinte quilómetros de Erbil (Kurdistán, Iraq), en mayo de 2012, se hallaron unos ladrillos cocidos estampillados, insertados en una rampa de acceso a la ciudad neo-asiria que se empezaba a excavar, que dieron el nombre del rey fundador: Senaquerib, uno de los reyes neo-asirios (s. VIII aC) más importantes.
La campaña de la misión del 2013 estaba a punto de cerrarse, hace cinco días, cuando uno de los estudiantes franceses, rodeando el tell, tras un día de lluvia, cansado y meditabundo, después de semanas sin hallar nada destacable, observó una pequeña cueva que el agua había despejado o abierto, en cuyo fondo se descubrían unos ladrillos, perfectamente dispuestos.
Rápidamente, se trató de sacar la tierra que los cubría. Unos marcas, que recordaban vagamente a unos signos cuneiformes, se descubrían en la gastada superficie de los ladrillos. sin duda, el pico habría producido las hendiduras.
Al día siguiente, a las seis de la mañana -hora a la que, cada día, se inicia la excavación-, una nueva ojeada a los ladrillos reveló que las marcas eran posiblemente signos; se despejó a toda prisa los ladrillos. El texto era bastante claro. Indicaba que se trataba del palacio de un rey, Adad-Nirari, tan importante o más que Senaquerib, seis siglos anterior, y daba el nombre de la ciudad: Kilizu, presente en numerosos textos asirios.
Se confirmaba así que, como se intuía, se había descubierto una de las grandes ciudades del Próximo Oriente antiguo, entre Nimrud, Nínive y Dur Sharrunkin (hoy, Khorsabad), y se ponía de manifiesto, con sorpresa, que esta ciudad no fue fundada por Senaquerib, sino medio milenio antes.
El posterior hallazgo, en varias áreas cercanas a la base del tell, de cerámicas de Uruk, del quinto milenio aC, revelaba también que esta ciudad se asentaba quizá sobre el emplazamiento de lo que podría ser una colonia de la ciudad sumeria (o "pre-sumeria") de Uruk, y, por tanto, una de las primeras colonias de la historia, y una de las más alejadas de Sumer, junto con otras, halladas en los años noventa al sur de Anatolia.
Sondeos geológicos emprendidos este año han revelado que Kilizu podría haber sido un puerto fluvial. Hoy, al norte del tell, serpentea un riachuelo de aguas sucias.
Hace dos mil setecientos años, dos muros de contención, hincados en el río Shiwazor, crearon una gran balsa de agua en la que quizá atracarán barcos. El río quizá fuera navegable. Los neo-sirios podrían haber conocido la técnica de las compuertas en canales.
El canal del río tuvo que crecer gracias a un prodigioso trabajo hidráulico, a unos sesenta quilómetros de Kiluzu. Un canal artificial, con un fondo de piedra, recogía el agua de tres afluentes, y las llevaba, a través de un acueducto de piedra subterráneo, perfectamente tallado, que atravesaba -por medio de una boca en la clave de cuyo arco de entrada, una inscripción (robada hace unos años) señalaba que se trataba de una obra del rey Senaquerib-, una montaña, hasta Arbales y Kilizu por medio de una pendiente suave y continua perfectamente calculada. Este canal, enterrado y a cielo abierto, tras la montaña, se complementaba con otros más sencillos, que recogían el curso de varios riachuelos para llevarlos a depósitos subterréneos, que habrían elevado el nivel freático, contribuyendo a la navegabilidad del río.
De este modo, Kilizu se habría convertido en una ciudad clave para el transporte de mercancias desde Anatolia hasta el centro y el sur de Mesopotamia, por un lado, y Centro Asia, por otro.
Sin duda, la próxima campaña, de aquí a un año, ayudará a tener una visión más clara del papel estratégico de Kilizu en la economía y las comunicaciones del imperio neo-asirio, antes de su derrumbe definitivo en manos babilónicas y persas.
Notas a partir de las interpretaciones de Maria-Grazia Masetti Rouault
3-D: Eric Rusiñol
Misión francesa de Qasr Shemamok, dirigida por los profesores Maria-Grazia Masetti-Rouault (École Pratique des Hautes Études, Sorbonne, París) y Olivier Rouault (Universidad de Lyon 2)
Miembros de la Univeridad Politécnica de Cataluña, Barcelona: Pedro Azara, Joan Borrell, Mireia Durán, Marc Marín, Eric Rusiñol.
El último día de trabajo en la primera campaña en el gigantesco tell de Qasr Shemamok, a veinte quilómetros de Erbil (Kurdistán, Iraq), en mayo de 2012, se hallaron unos ladrillos cocidos estampillados, insertados en una rampa de acceso a la ciudad neo-asiria que se empezaba a excavar, que dieron el nombre del rey fundador: Senaquerib, uno de los reyes neo-asirios (s. VIII aC) más importantes.
La campaña de la misión del 2013 estaba a punto de cerrarse, hace cinco días, cuando uno de los estudiantes franceses, rodeando el tell, tras un día de lluvia, cansado y meditabundo, después de semanas sin hallar nada destacable, observó una pequeña cueva que el agua había despejado o abierto, en cuyo fondo se descubrían unos ladrillos, perfectamente dispuestos.
Rápidamente, se trató de sacar la tierra que los cubría. Unos marcas, que recordaban vagamente a unos signos cuneiformes, se descubrían en la gastada superficie de los ladrillos. sin duda, el pico habría producido las hendiduras.
Al día siguiente, a las seis de la mañana -hora a la que, cada día, se inicia la excavación-, una nueva ojeada a los ladrillos reveló que las marcas eran posiblemente signos; se despejó a toda prisa los ladrillos. El texto era bastante claro. Indicaba que se trataba del palacio de un rey, Adad-Nirari, tan importante o más que Senaquerib, seis siglos anterior, y daba el nombre de la ciudad: Kilizu, presente en numerosos textos asirios.
Se confirmaba así que, como se intuía, se había descubierto una de las grandes ciudades del Próximo Oriente antiguo, entre Nimrud, Nínive y Dur Sharrunkin (hoy, Khorsabad), y se ponía de manifiesto, con sorpresa, que esta ciudad no fue fundada por Senaquerib, sino medio milenio antes.
El posterior hallazgo, en varias áreas cercanas a la base del tell, de cerámicas de Uruk, del quinto milenio aC, revelaba también que esta ciudad se asentaba quizá sobre el emplazamiento de lo que podría ser una colonia de la ciudad sumeria (o "pre-sumeria") de Uruk, y, por tanto, una de las primeras colonias de la historia, y una de las más alejadas de Sumer, junto con otras, halladas en los años noventa al sur de Anatolia.
Sondeos geológicos emprendidos este año han revelado que Kilizu podría haber sido un puerto fluvial. Hoy, al norte del tell, serpentea un riachuelo de aguas sucias.
Hace dos mil setecientos años, dos muros de contención, hincados en el río Shiwazor, crearon una gran balsa de agua en la que quizá atracarán barcos. El río quizá fuera navegable. Los neo-sirios podrían haber conocido la técnica de las compuertas en canales.
El canal del río tuvo que crecer gracias a un prodigioso trabajo hidráulico, a unos sesenta quilómetros de Kiluzu. Un canal artificial, con un fondo de piedra, recogía el agua de tres afluentes, y las llevaba, a través de un acueducto de piedra subterráneo, perfectamente tallado, que atravesaba -por medio de una boca en la clave de cuyo arco de entrada, una inscripción (robada hace unos años) señalaba que se trataba de una obra del rey Senaquerib-, una montaña, hasta Arbales y Kilizu por medio de una pendiente suave y continua perfectamente calculada. Este canal, enterrado y a cielo abierto, tras la montaña, se complementaba con otros más sencillos, que recogían el curso de varios riachuelos para llevarlos a depósitos subterréneos, que habrían elevado el nivel freático, contribuyendo a la navegabilidad del río.
De este modo, Kilizu se habría convertido en una ciudad clave para el transporte de mercancias desde Anatolia hasta el centro y el sur de Mesopotamia, por un lado, y Centro Asia, por otro.
Sin duda, la próxima campaña, de aquí a un año, ayudará a tener una visión más clara del papel estratégico de Kilizu en la economía y las comunicaciones del imperio neo-asirio, antes de su derrumbe definitivo en manos babilónicas y persas.
Notas a partir de las interpretaciones de Maria-Grazia Masetti Rouault
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