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sábado, 26 de octubre de 2024

JOAN MIRÓ (1893-1983) & CHARLES MARCQ (1923-2006): VIDRIERAS DE LA COLEGIATA DE SAINT FRAMBOURG (SENLIS, FRANCIA, 1976)




 

Foto arriba: Tocho, octubre de 2024; otras fotografías: Google Images


La exposición MiróMatisse, organizada por el Museo Matisse, en Niza, y hoy en la Fundación Joan Miró de Barcelona, revela que ambos artistas se conocían y se admiraban, aunque escasas o nulas conexiones artísticas se dieron entre sus obras respectivas, pese a los esfuerzos por emparejar paisajes, naturalezas muertas y retratos, así como cuadros muy distintos pintados con colores parecidos.

Entre las muy buenas obras destaca una, posiblemente poco conocida: el boceto de unas vidrieras encargadas en los últimos años de vida de Joan Miró -y que poco se asocian a las vidrieras que Matisse concibió para la capilla del Rosario, en Saint-Paul de Vence en los años 50.

Pero no importa: ambas vidrieras son hermosas. El boceto revela que Miró era capaz de no repetirse y de pintar algunas obras que poco tenían que ver con la cansina producción pictórica y grabada, casi seriada, de pájaros mujeres y luna en los años setenta.

Las vidrieras fueron realizadas para la restauración de una iglesia gótica proyectada por los constructores de la catedral Nuestra Señora de París. Dicho templo, del siglo XII, completa una Capilla real del siglo X, casi el origen de la monarquía francesa.

En esta obra tardía, el cielo intensamente azul marino y los cuerpos siderales negros y blancos-como desgarros en el tendido del cielo por donde la luz se cuela- vuelven a brillar por última vez.

Constituyen las únicas vidrieras religiosas de Joan Miró.

Un hermoso descubrimiento que por sí mismo justifica ls visita de la magnífica exposición.

https://www.fmirobcn.org/es/exposiciones/5807/miromatisse-mas-alla-de-las-imagenes

https://www.fondation-cziffra.com/histoire-de-la-chapelle-saint-frambourg/


sábado, 4 de febrero de 2023

Los signos del constructor (los canteros de la mezquita de Córdoba)






Fotos: Tocho, febrero de 2023


Junto al muro perimetral de la penúltima de las ampliaciones de la mezquita de Córdoba, unas vitrinas de pared de gran tamaño quizá pasen desapercibidas. El hipnótico espacio del templo fagocita todo lo que se expone en su interior.

Sin embargo, las vitrinas, bien iluminadas, exponen, casi a modo de instalación de arte contemporáneo -y, sin duda, con un interés mayor-, centenares de modernas impresiones en pequeñas placas de yeso moldeadas, tomadas en 1932 de marcas de canteros que se encuentran desperdigadas por las columnas de la mezquita. Son signos que documentan el trabajo efectuado (necesarios para poder cobrarlo). Muchas de las columnas fueron reutilizadas; procedían de construcciones romanas y visigóticas. Su transporte y ubicación corrió a cargo de contratistas y albañiles musulmanes quienes dejaron constancia del trabajo efectuado. Entre las marcas, casi todas con inscripciones en árabe y con grafía árabe, se observan algunas con signos posiblemente cristianos (cruces y anclas), que certifican que las columnas debían proceder de algún templo paleocristiano -y no que trabajadores cristianos participasen en la construcción de la mezquita, una obra inspirada en la arquitectura Romana, con técnicas constructivas romanas como las que se empleaban en la construcción de acueductos, y que se reflejan en los juegos de arcos y columnas que organizan el espacio de la mezquita. 


 

miércoles, 1 de febrero de 2023

El laberinto de Córdoba (s. XVI)







Fotos: Tocho, febrero de 2023

El (muy modesto) museo de Bellas Artes de Córdoba se encuentra en un edificio del siglo XVI, el Hospital de la Caridad de Nuestro Señor Jesucristo.
Lo más destacable son unos “grafitis” del siglo XVI, de trazo negro, únicos: un motivo recurrente en la historia, en diversas culturas, y sin embargo singular. Nunca se ha hallado en un contexto similar. 
Encontrados, durante una restauración del núcleo de la escalera principal, noble, hace veinte años, representan un laberinto cuya imagen se repite en diversas zonas de las paredes de la escalera. Trazados con mano torpe pero siguiendo un modelo muy conocido, que remite a grabados en monedas cretenses de época griega, su presencia podría tener sentido en un hospital renacentista, en el que la mortandad debía ser elevada. El laberinto simbolizaba el errático, dificultoso, incierto peregrinaje a Tierra Santa, cuyo viaje redimía de los males, un viaje real o espiritual, que se emprendía resiguiendo con la mirada y la imaginación las circunvalaciones del trazado. La posible remisión mágica de los males suplía quizá la escasez de resultados positivos de los tratamientos médicos.





martes, 31 de enero de 2023

Maquetas de la escuela de arquitectura de Bagdad















Fotos:Tocho, enero de 2023


El departamento de arquitectura de la facultad de ingeniería de la universidad de Bagdad (la arquitectura no es independiente de la ingeniería en Iraq) no posee impresoras en 3-D ni taller de maquetas. Tampoco poseen madera de balsa. Los estudiantes utilizan cartón.

Las maquetas mayoritariamente recrean edificios mesopotámicos babilónicos) que, paradójicamente, Occidente ha solido presentar casi siempre  como formando parte de la arquitectura europea, desgajada del Próximo Oriente. Hoy, los estudiantes de arquitectura iraquíes asumen y estudian este legado de la antigüedad. 





 

jueves, 12 de enero de 2023

Templo sumerio

 



Durante una reciente amigable conversación, Sebastien Rey, arqueólogo y conservador del departamento de Oriente Medio del Museo Británico en Londres, a quien agradezco la explicación, nos comunico un descubrimiento que ha realizado tras años de estudio en yacimientos arqueológicos sumerios en el sur de Iraq y que pronto publicará: los templos sumerios se orientaban todos, absolutamente todos los encontrados hasta ahora, según los puntos cardinales.

¿Cómo?

Los constructores hincaban en las esquinas de los cimientos de los templos los llamados clavos de fundación, unas estatuillas de cobre macizo que actuaban como estacas entre las que se tendía una cuerda. Las estacas se colocaban orientadas hacia la estrella polar (la estrella que hace siete mil años permanentemente brillaba más en el cielo señalando el norte). 

Gracias a la orientación que trazaba la cuerda, todas las directrices de los muros paralelos podían situarse con facilidad. Los muros transversales también podían orientarse con cierta facilidad. Las medidas se tomaban a partir de una escala sexagesimal.

Según Sebastien Rey, los templos actuarían entonces como unas brújulas que permitían a los seres humanos orientarse sin problemas con solo mirar hacia la fachada principal del recinto sagrado. 


Agradecimientos a Sebastien Rey por esta comunicación 

miércoles, 13 de julio de 2022

Los arquitectos no siempre visten de negro (NICOLAS II LARMESSIN, 1632-1694: COSTUMES GROTESQUES ET MÉTIERS, 1690-1700)











Nicolas II Larmessin fue un miembro de un linaje de grabadores franceses del siglo de Luis XIV, célebre por sus colecciones  de retratos de reyes franceses desde las invasiones bárbaras, y profesiones artesanales, mecánicas, -alegorizadas a la manera de Arcimboldo, con los profesionales vestidos con sus obras-, entre las que se encuentran aquellas relacionadas con las artes de la edificación, desde el arquitecto (sorprendentemente equiparado a un artista mecánico, y no liberal, pese al supuesto dominio de las Academias de Bellas Artes, al igual que el pintor y escultor, contrariamente al carácter intelectual de los fundamentos de las artes representativas, la idea o el boceto, directa expresión de la idea) hasta el albañil y el carpintero.

Grabados de esta obra de Larmessin se incluyeron en la célebre exposición sobre Arte fantástico, dadá y surrealismo, en el MoMA de Nueva York, en 1937.


Agradecimientos a la arquitecta, docente e investigadora Mónica Sambade, de la Universidad Politécnica de Cataluña, por esta maravillosa comunicación.

 

domingo, 3 de julio de 2022

(Ordenación del espacio), o Escuadra Óptica de Agrimensor Romana (s. III dC)



 

Foto: Tocho, julio de 2022


La monumental exposición sobre Roma que presenta el museo del Louvre en la ciudad francesa norteña de Lens, muestra un objeto de arquitecto o constructor Romano, que aún se utiliza hoy para trazar límites en un terreno, un objeto metálico común y sin embargo singular, pues se conservan muy pocos ejemplares tan antiguas y en tan bien estado. 

Hincado en la parte superior de un palo plantado verticalmente en el suelo, permite trazar visualmente líneas perpendiculares u orientadas según ciertos ángulos gracias a la estrecha franja de luz que se filtra a través de dos rajas opuestas abiertas en el contorno de la escuadra óptica. 

Es gracias a este ingenioso útil que Roma pudo urbanizar a Europa, el norte de África y todo el Próximo Oriente. Un pequeño objeto modeló el mundo conocido y determinó los modos de vida y los valores (urbanos) que rigieron las comunidades. 

Las líneas rectas que se trazaban con la escuadra óptica tenían su proyección en la valoración -la necesidad, la legalidad- de estos gestos con los que se encuadraba la vida en sociedad.


https://www.louvrelens.fr/exhibition/rome/





viernes, 24 de junio de 2022

VICENTE DE SAN MARTIN (S. XVIII): REAL FÁBRICA DE ARTILLERÍA (O PIRANESI EN SEVILLA)



 
























Fotos:,Tocho, junio de 2022

El mayor centro cultural público europeo se está fraguando en Sevilla -a la espera de la finalización de la rehabilitación de la fábrica Mercedes en Barcelona. Ambos conjuntos, en Barcelona y Sevilla, son ciudades dentro de las ciudades.
La Real Fábrica de Artillería fue construida por diversos ingenieros militares y el arquitecto Vicente San Martín (autor del coso de la Maestranza) a mediados del siglo XVIII por impulso del rey Carlos III, ampliando talleres de fundición del siglo XVI. Dicha fábrica suministraba armas a las colonias americanas, mientras que las que se utilizaban en las posesiones europeas provenían de la Real Fábrica de Artillería de Barcelona (hoy cerrada y sin uso, cabe el encuentro de las Ramblas con el puerto viejo).
El edificio catedralicio, en uso hasta finales del siglo XX, acogía unos altos hornos -hornos situados en las alturas dentro de los cuales se insertaban moldes verticales en los que se vertían el bronce en fundación-, depósitos de agua, carboneras, herrerías y todo lo necesario para fabricar calones. El edificio, como se explica, no era un contenedor de máquinas sino una máquina, él mismo, al servicio de la fundición de armas. 
El espacio, en restauración -visitable sólo en parte, los sótanos, que doblan casi la superficie, estando vetados por ahora, a causa de la inseguridad-, acogerá oficinas, despachos, museos, archivos y galerías de arte, y tiene una entidad y un empaque parecidos al de la catedral, y una atmósfera sombría más inquietante: un juego de arcos que cabalgan sobre arcos sin que se descubran los límites del espacio.