jueves, 28 de diciembre de 2023
miércoles, 27 de diciembre de 2023
San Juan (27 diciembre), y el diablo
Joan Guinjoan: Sinfonia 2, “Ciutat de Tarragona”, 1996-1998
Mas, no se celebra al mismo Juan en ambas efemérides, y Juan, homenajeado hoy, 27 de diciembre, es más “importante”, artísticamente hablando, que Juan a quien se rinde culto en el inicio del verano.
En seis meses honraremos a Juan Bautista -a quien los mandeos de Iraq consideran su Dios (el mandeísmo es una religión monoteísta o mejor dicho dualista, cercana al cristianismo)-; hoy, al apóstol y/o evangelista Juan: no se sabe si el apóstol, real o imaginario, Juan, fue el autor tanto del tardío evangelio cuanto del Apocalipsis, el texto fundamental del imaginario cristiano occidental, si es que este último texto, o ambos, es o son obra de un único autor, o de una comunidad de creadores de principios del s. II.
El Apocalipsis -palabra que en griego significa revelación o, más precisamente, descubrimiento, levantamiento de lo que mantiene oculto a un contenido - es un furioso texto visionario, de difícil lectura, que ha marcado La comedia de Dante, y los textos de Lutero, por ejemplo, así como la iconografía plástica renacentista flamenca, sobre todo. El milenarismo , ayer y hoy, no se entiende sin este libro, cuyo título ha devenido un terrorífico nombre y lugar comunes. El texto, en efecto, muestra o expone el final de los tiempos, marcados por una serie de catástrofes.
Entre éstas, destacan dos: la destrucción de Babilonia, comparada con una gran prostituta -la ciudad perdida, cuna de los males, imagen del poder terrenal, la antítesis de la Jerusalén celestial-:
“Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas,
con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución.”,
y la irrupción del reino del diablo, asociado a un número mágico, de significado desconocido, llamado la marca de la bestia, el célebre y temido número 666.
Un número que no se podía pronunciar. Su enunciación desencadenada calamidades. El sonido de su pronunciación, temido, desagradable, chirriante, como el sonido de una tiza sobre una pizarra, se asociaba a un acorde musical disonante de tres tonos llamado el diablo en la música, Diabolus in Música, que supuestamente se evitaba en cualquier composición musical hasta el siglo XX -una creencia o una leyenda moderna más que una realidad, ciertamente.
Diabolus in Musica fue el nombre de un conocido conjunto musical, fundado en los años sesenta, por el compositor catalán Joan Guinjoan (1931-2019), dedicado a la promoción de la musical atonal.
Entre los discípulos de Guinjoan destaca la arquitecta y compositora Anna Bofill (1944), hermana del arquitecto ya fallecido Ricardo Bofill, fundador del Taller de Arquitectura, hoy el estudio de arquitectura más prospero en España.
Entre las obras más destacadas de Guinjoan, se encuentra la segunda sinfonía, dedicada a la ciudad de Tarragona, de “siniestro” sonido.
Tal es el influjo del veintisiete de diciembre, día de hoy.
lunes, 25 de diciembre de 2023
La fiesta de los locos
Me imagino que hoy, veinticinco de diciembre, por la tarde, la noche ya caída, las familias cristianas se reúnen devota, religiosamente para la última comida, tras la misa, o una breve o larga ceremonia religiosa, cabe un belén, poblado de figuras bíblicas, mientras la televisión no cesa de exudar villancicos y motivos religiosos.
Solemos oponer tan familiar y religiosa ceremonia diurna con las costumbres báquicas paganas.
Sin embargo, pese a que el reino de Francia llevaba siete siglos cristianizado, en la transición entre la alta y la baja Edad Media, el clero, el veinticinco de diciembre, organizaba fiestas carnavalescas. Se instituían clérigos por un día, un Papa incluso, que en apariencia se mofaban de las prácticas eclesiásticas. Servían y comían salchichas y morcillas sobre los altares, en iglesias, catedrales y monasterios, con la participación de sacerdotes, religiosos, monjas y novicias, cantaban canciones obscenas a voz de grito, y se paseaban, vestidos o no, adoptando poses obscenas, en carretas cargadas de estiércol que recorrían las aglomeraciones. Mientras, los padres de familia, y quienes eran pillados durmiendo en cama, eran extraídos de sus casas, desnudados y exhibidos en plena calle, al tiempo que se les echaban barreños de agua helada.
La ceremonia burlesca se llamaba Fiesta de los locos y se mantuvo hasta el siglo XVI -aunque no desaparecieron definitivamente hasta un siglo más tarde, sustituidas por las fiestas de carnaval. Las fiestas de los locos no eran, al contrario que los carnavales, burlas hacia el culto y la religión, sino expresiones desaforadas de alegría ante el nacimiento del verdadera y único dios.
MINA (1936): CITTÀ VUOTA (LA CIUDAD SOLITARIA, 1963)
La canción, originariamente en inglés, pero célebre gracias a la interpretación de la cantante italiana Mina, se ha recuperado recientemente gracias a una película de dibujos animados Luca, estrenada solo por internet.
Libros recomendados (para arquitectos)
Esto no es un anuncio….
No soy un “influencer”….
Salvo el último libro de Bernard Lahire (otros sí están traducidos), el resto de los títulos se encuentran en castellano:
sábado, 23 de diciembre de 2023
ANNAMARIA GOZZI (1962) & ANDREA ANTINOZI (1992): GILGAMESH (2023)
Hermosa edición infantil ilustrada de la epopeya babilónica dedicada al héroe mesopotámico Gilgamesh, rey de la ciudad-estado de Uruk, ubicada en las marismas del Tigris y el Eufrates, y su evolución, gracias a su amigo y amante Enkidu, que lo “humanizó “, de monarca tiránico, violador de mujeres casaderas, a ciudadano consciente de su condición mortal, asumiéndola, sabiendo que su nombre perduraría a través de sus gestas y sus obras, que dedicó a su amigo, muerto por los dioses, decididos a castigar la soberbia de Gilgamesh, creyéndose por encima de las leyes, atentando contra lo que más estimada para que sufriera lo que padecemos los humanos.
Maravilloso regalo de navidad para hijos y nietos
martes, 19 de diciembre de 2023
ARTHUR RIMBAUD (1854-1891): LE DORMEUR DU VAL (EL QUE DUERME EN EL VALLE, 1870)
C'est un trou de verdure où chante une rivière
Accrochant follement aux herbes des haillons
D'argent ; où le soleil, de la montagne fière,
Luit : c'est un petit val qui mousse de rayons.
Un soldat jeune, bouche ouverte, tête nue,
Et la nuque baignant dans le frais cresson bleu,
Dort ; il est étendu dans l'herbe, sous la nue,
Pâle dans son lit vert où la lumière pleut.
Les pieds dans les glaïeuls, il dort. Souriant comme
Sourirait un enfant malade, il fait un somme :
Nature, berce-le chaudement : il a froid.
Les parfums ne font pas frissonner sa narine ;
Il dort dans le soleil, la main sur sa poitrine
Tranquille. Il a deux trous rouges au côté droit.
Es un surco de verdura donde canta un río
Prendiendo entre risas jirones de plata
por las yerbas; donde el sol alumbra desde
la altiva montaña: es una vaguada que hierve de fulgor.
Un soldado joven, cabeza desnuda, boca abierta
Y la nuca encharcada entre el fresco berro azul,
Duerme; está tendido sobre la yerba, bajo el cielo,
Pálido en su lecho verde donde llueve la luz.
Duerme con los pies entre gladiolos. Sonriendo
Como haría un niño enfermo, sueña:
¡Mécelo con amor Naturaleza, que tiene frío!
Los aromas ya no estremecen sus sentidos,
Duerme tranquilo al sol, con una mano sobre el pecho.
Dos hoyos rojos se abren en su costado.