El arte es el medio con el que interrogamos el mundo (dioses y tierra) y a nosotros mismos, y con el que, también, plasmamos lo que nuestros sentidos aliados a la razón captan de los mundos exterior e interior. Se ha dicho muy a menudo que una obra de arte es una ventana al mundo: se abre al mundo, y permite que el mundo (o los mundos) y nosotros entremos en contacto y nos descubramos, nos conozcamos, nos reconozcamos. Los encuentros pueden positivos o deprimentes, pero la obra de arte es, al menos, lo que facilita este deseado encuentro.
Entre los fines que el arte persigue o permite, se halla una exploración, una interrogación, una reflexión sobre el espacio habitado: sobre la habitabilidad del mismo, sobre cómo vivimos, sobre cómo nos hacemos con un espacio, sobre qué lugar nos pertenece, qué lugar ocupamos; sobre por qué ocupamos un lugar; es decir, sobre nuestra presencia en el mundo.
La arquitectura es el arte de pensar en esta relación, de facilitarla, permitirla; es el arte gracias al cual el ser humano se instala, se asienta, se siente a gusto en el espacio. Se trata del arte de humanizar el espacio, es decir de convertirlo en un lugar (habitable) -o de acotarlo a fin que podamos habitarlo.
Este acto que permite el encuentro entre el hombre y el entorno requiere que se reflexione sobre esta relación, sobre sus condiciones y posibilidades, requiere que se proyecte -y que nos proyectemos en el espacio, a fin que nos imaginemos vivir en un lugar, que nos imaginemos cómo podríamos vivir en dicho lugar.
Esta reflexión, y esta apertura -que posibilidad la reflexión, la proyección, que se anticipa a un modo de vida, que es un modo de ser, o quizá la única manera de ser y estar en el mundo (solo podemos estar en un lugar que nos acepte, nos acoja)- se realiza a través de la arquitectura: habilita el espacio, y plasma lo que hemos pensado, nos hemos imaginado acerca de nuestro lugar (en el mundo).
Pero cualquier arte puede lograrlo: las artes de la imagen, plástica, musical, gestual y literaria, ofrecen imágenes acerca de cómo vivir, cómo estar (bien) en el mundo, estar a buenas con él. Pintura, cine, poesía, danza y música dan cuenta de cómo podemos -o tenemos- que vivir: es decir, sobrevivir. Pues habitar significa sobreponerse a la muerte, proyectarse en el tiempo, viéndose vivir "para siempre" en un lugar, viendo o imaginando que los hijos, y los hijos de los hijos, vivirán allí, y cuidarán u honrarán nuestra memoria.
Hacer arquitectura no es construir físicamente necesariamente, sino que consiste en imaginarse viviendo mostrando plástica o literariamente, estas imágenes soñadas. Hacer arquitectura es un sueño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy bueno! en mi blog estoy incursionando por los mismos rumbos: teoriadelhabitaruruguay.blogspot.com
ResponderEliminar¡Muchas gracias por el enlace!
EliminarMuy buenas, instructivas, reflexivas entradas sobre el habitar.
Me ha interesado la entrada más reciente con la imagen de unas calles bulliciosas de Paris en... 1941, en plena ocupación alemana. La imagen muestra más un sueño que lo que debía ocurrir realmente.
Pero la pintura puede abrir estos espacios.
Gracias nuevamente
Como siempre,...estoy de acuerdo y desacuerdo con Pedro Azara.
ResponderEliminarLa arquitectura es un sueño...realizado, si no, es tan solo un arte más de los de la imagen. el deseo que genera la necesidad de la practica de la arquitectura es más primario, su fracaso es también más dramático.
Otro día podríamos hablar de la ruina, testigo del fracaso de la arquitectura o de sus habitantes...
Muchas gracias por la observación.
EliminarHe respondido en el siguiente comentario.
Me preguntaba si la ruina es testigo del fracaso de la arquitectura, o revela que la arquitectura está hecha con la materia de los sueños, es decir que dura lo que la vida humana dura, casi nada; y quizá tenga que ser así. Construir para la eternidad es un absurdo: las ruinas, de todos modos, informan del sueño de quienes nos precedieron, para ilustrarnos, para que nos demos cuenta que los sueños son necesarios siempre que seamos conscientes de que son ilusiones.
Comentario de Pedro García del Barrio:
ResponderEliminar"escribi en tu tocho, pero no se copia...Como siempre,...estoy de acuerdo y desacuerdo con Pedro Azara.
La arquitectura es un sueño...realizado, si no, es tan solo un arte más de los de la imagen. el deseo que genera la necesidad de la practica de la arquitectura es más primario, su fracaso es también más dramático.
Otro día podríamos hablar de la ruina, testigo del fracaso de la arquitectura o de sus habitantes...
No sé si es necesario que la arquitectura se funde sobre un entorno construido tangible. también se puede vivir plenamente se sueños. Creo, incluso, que solo vivimos en sueños, porque la realidad es casi siempre dura o deprimente. De algún modo, me parece que la arquitectura es la evasión, o la huida de la construcción.
EliminarCon permiso mi propia reflexión de fecha: 7.3.09
ResponderEliminar¿Qué es arquitectura?
Boceto para escépticos
¿Cuál es el objeto de esta antigua disciplina?
http://eltablerodepiedra.blogspot.com.es/2009/03/que-es-arquitectura.html
Muchísimas gracias por el enlace.
EliminarNo me había dado cuentas de la mala traducción del texto de Vitrubio.
Tampoco había caído en que el movimiento es esencial en arquitectura, con lo construido en sintonía con la pulsión de la vida, la vibración vital.
Articulo esclarecedor
Esto se ha puesto interesante. Intenté comentar algo en eltablerodepiedra, pero se borró o lo borraron.
ResponderEliminarTengo, para mi uso particular, pero aspiro a compartirlo con quien quiera, una definición de la arquitectura que reza
1. Actividad social de producción que concibe, proyecta, construye e implementa lugares, esto es, sitios habitables. 2. Los resultados materiales e intelectuales de tal actividad 3. Por extensión, orden que se impone a los complejos finalistas en donde a una finalidad principal se supeditan otras secundarias.
A ver qué les parece.
Un abrazo desde Uruguay
Estoy totalmente de acuerdo. Arquitectura es, creo, una actividad física y/o mental, a través de la cual se pone -o se impone- orden en el espacio, a fin de convertirlo en un lugar, física o mentalmente, real o ensoñadoramente, habitable.
EliminarArquitecto es un proyecto vital. Nunca se logra plenamente, me parece, por eso siempre existe en el futuro -proyectado.
Muchas gracias por el comentarios.
ResponderEliminarAlgunos de mis trabajos tratan de devolver parte de lo recibido hace 30 años como estudiante en la "sección de estética" de la ETSAB en la magistrales exposiciones de Eugenio Trías. Los momentos mas gozosos como aprendiz en aquellos años.
La arquitectura y la música eran manifestaciones hermanas en la tradición, hoy una se encuentra raptada y la otra confundida por el ruido.
Néstor su comentario está actualizado en el blog.
¡Eugenio Trías! Creo que finalmente la ETSAB le va a organizar un homenaje y una exposición en noviembre, que querría ser, en palabras del director de la Escuela, un homenaje a la Sección de Estética (hoy disuelta aunque algunos estudiantes tratar de que vuelva a crearse) que fundara Xavier Rubert de Ventós, en la que Eugenio Trías fue uno de los primeros profesores.
ResponderEliminarLa entrada del blog es un pálido reflejo de sus enseñanzas, en efecto.
La carrera hubiera sido muy otras sin estos dos maestros.
Muchas gracias por su comentario.
PS: Contesto tarde por haber estado una semana sin internet