miércoles, 25 de enero de 2023

Estatuillas femeninas neolíticas mesopotámicas (Museo Nacional de Iraq, Bagdad, IV milenio aC)










 Fotos: Tocho, enero de 2023


No son más altas que la palma de la mano. Tienen la piel traslúcida, el cuerpo de alabastro pulido. Están desnudas; tan solo se visten, ocasionalmente, con un collar de cuentas de colores. Se presentan de pie, frontalmente. Caderas anchas, pliegues en el vientre, sexo prominente, brazos cruzados , gruesas piernas juntas. Pero lo que singulariza esas figuras no es la cabeza coronada por un gorro puntiagudo, que les otorga un aire de otro mundo, sino los ojos desorbitados, silueteados de negro, de mirada fija, aparentemente inocente aunque casi torva, que destacan poderosamente en unos rostros que carecen de boca. Tienen el aire inquietante de un tentetieso, 
Son unas de las primeras figuras femeninas del sur de Mesopotamia , expuestas en la primera sala del museo nacional de Iraq en Bagdad. Diosas, amuletos, juguetes; figuras sagradas, funerarias, domésticas. Sean lo que sean, ubicadas en vitrinas bajas, obligan al visitante a inclinarse, encogerse, hasta cruzarse fulminantemente con sus miradas siempre abiertas, difícilmente aguantables.









martes, 24 de enero de 2023

Al-Shaeed, o Monumento a los mártires (Bagdad, 1983)



El monumento a los mártires en la periferia de Bagdad fue construido en los años 80 por el escultor Ismail Fatah Al-Turk (1934-2004) para honrar a los muertos en la sangrienta guerra entre Iraq e Irán.

El monumento está formado por una cúpula partida que se abre en el momento de la muerte, liberando el espíritu aún retenido.

Debajo de la gigantesca cúpula de azulejos azules, posada en lo alto de una explanada blanca, sin construcción alguna alrededor, a través de una escalera de caracol de gran diámetro, se desciende a una inmensa sala de planta circular en cuyo perímetro se inscriben el nombre del millón de muertos de la guerra antes citada, y delante, en unos péneles las fotos en blanco y negro de miles de jóvenes y de niños incluso, chiitas, a menudo, que “desaparecieron” de golpe bajo el régimen sunita de Saddam Hussein, entre ellos estudiante de arquitectura. Las familias ya no supieron más de ellos. A veces, decenas de años más tarde, descubrieron que fueron colgados. 

Finalmente, centenares de fotos, ya en color, recientes, recuerdan a los iraquíes, familias enteras, asesinados, aún hoy, por el Estado Islámico:. 

Cuesta ascender de nuevo al sol 








Fotos y filmación: Tocho, enero de 2023

lunes, 23 de enero de 2023

Marfiles neo-asirios de Nimrud (Museo Nacional de Iraq, Bagdad, ss. IX-VIII aC)


























Fotos: Tocho, enero de 2023
 

Ornamentos de marfil, obtenido de elefantes sirios, hindús y sobre todo africanos, tallados en el Mediterráneo Oriental y en Egipto, o en el Imperio neo-asirio por artesanos levantinos y egipcios, o tallistas asirios que producían ornamentos con motivos egipcios o pseudo-asirios al gusto de la alta sociedad neo-Asiria, se han encontrado, desde mediados del siglo XIX hasta hoy, en palacios neo-asirios, de los siglos IX y VIII aC, en particular en un palacio en Nimrud, cabe la moderna ciudad de Mosul, en el norte de Mesopotamia.
Son obras de pequeño tamaño: placas en relieve, relieves y algunas tallas, que debían ornar muebles, carros y objetos suntuarios. Solían incorporar incrustaciones de piedras y metales preciosos. Los motivos son diversos: escenas de caza o de combate, imágenes de animales, de divinidades, y elementos vegetales, principalmente.
Pese al saqueo del Museo Nacional de Iraq en Bagdad en 2003, debido a la nula protección del museo por parte de la coalición internacional, y a los daños sufridos en diversas reservas debido a inundaciones, la colección en Bagdad sigue siendo una de las más importantes, gracias en parte a una donación británica en compensación por los daños sufridos durante la Segunda Guerra del golfo.
En estos momentos en que las salas con obras sumero-acadias se encuentran cerradas por reformas hasta 2026, la sala de los relieves neo-asirios, y la sala de los marfiles, también neo-asirios, constituyen los hitos más importantes, deslumbrantes, del museo .



El palacio de Nabucodonosor II (Babilonia, s. VI aC, 1987-1989)





























 

Fotos: Tocho, enero de 2023, Babilonia


Mientras nos acercábamos a la rehabilitación/reconstrucción del inmenso y laberíntico palacio del rey Nabucodonosor II, en Babilonia, organizada alrededor de tres grandes patios cuadrados en fila, rehabilitado y reconstruido a finales de los años 80 por orden de Saddam Hussein, y hoy bajo la supervisión de la UNESCO, el guía, un antiguo ingeniero que perdió su trabajo, contaba cómo los tanques norteamericanos circulaban a pie de la muralla en 2003-2004, removiendo la tierra y haciendo tambalear los muros originales aún en pie, y cómo lo encarcelaron por protestar, enmanillado durante tres meses lo que le causó la rotura de ambas muñecas, que necesitaron nueve meses de hospitalización con oxígeno, mientras arrestaban también a su mujer y su madre y le expropiaba su casa. Ten solo por denunciar el peligro que los tanques causaban al yacimiento, hoy patrimonio de la humanidad. 

Babilonia, vacía y casi metafísica, tan solo habitada por murciélagos, entre cuyas altas paredes o murallas de ladrillos, algunos estampillados, de diez metros de espesor, atravesadas por arcos dispuestos de mal modo para impedir una circulación en línea recta y la visión de lo que acontece en las estancias y patios posteriores, uno se siente entre empequeñecido y agradecido.