jueves, 16 de diciembre de 2010

Columnas

Rectificación: el arquitecto Manel Arenas me ha convencido. Las cuatro columnas de Montjuich son un bien, están bien. Mejor no pueden ser y estar.

En un espacio tan singular como la Plaza de España y la Avenida María Cristiana, donde se sucede el mayor número de curiosidades escultórico-arquitectónicos de Barcelona -la abarrocada fuente de Jujol, la reconversión de la plaza de toros de las Arenas en platillo volante, de Rogers y Balagué, el hotel gris Plaza de Garcés, la comisaría de MBM, el Palacio Nacional, las fuentes de luz y sonido de Buigas, etc, etc., ya solo faltaban las cuatro columnas.

Lo que sobra ahora es el Pabellón alemán, de Mies van der Rohe, aunque como es un pastiche de los años 80...

Esperemos que las esculturas que deberían coronar las columnas sean encargadas a Tusquets.
Así el entorno quedaría bien rematado

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