Fotos: Tocho, Art Institute, Chicago, noviembre de 2021
Una de las esculturas más extrañas -es una obra única, en verdad- del mundo Romano, esculpida en el siglo I sC y restaurada en el siglo XVII, inquietante, amenazadora, que preside el acceso a la colección de antigüedades del Art Institute de Chicago, representa a un joven sátiro, reconocible por su cola, portando una gran máscara de un anciano Sileno -un semi dios primitivo, seguidor del dios Dionisio- que le cubre la cabeza y parte del cuerpo, y a través de cuya boca, saca un brazo, como si se burlara de la máscara -o de Sileno-, al mismo tiempo que compone une figura que suscita miedo y desconcierto.
No se conoce qué significa la obra -acaso un soporte de mesa- que podría ser una figura contra los malos espíritus: atractiva y repulsiva, fascinante y horrísona, obliga a detenerse, retroceder y dar la vuelta o un rodeo para no enfrentarse a ella; una eficaz efigie que ahuyenta, de noche sobre todo, a todo aquel que se acerque con ocultas intenciones.
En todo caso, una obra maestra de la estatuaria Romana, que no se parece a ninguna obra, y evoca un mundo de pesadillas.
Qué interesante. No conocía esta imagen. Fascinante. Lo que no tengan -o se hayan apropiado- los del Nuevo Mundo del Norte...
ResponderEliminarYo tampoco la conocía.
EliminarEl Art Institute es consciente de su singularidad, porque ha dispuesto la obra de manera que sea lo primero que el visitante descubra al acceder a la zona de obras de arqueología “occidental”.
De todos modos, los conservadores del museo señalan que si bien no se ha encontrado ninguna estatua parecida -aunque suponen que debía formar pareja con otra idéntica-, si se conocen algunas representaciones bidimensionales semejantes , en camafeos, por ejemplo.
Desconozco cómo está obra, conocida ya en Italia en el siglo XVII, entró a formar parte de una colección privada norteamericana.
Un atento saludo