domingo, 7 de septiembre de 2025

EZRA POUND (1885-1972): IN THE STATION OF A METRO (EN UNA ESTACIÓN DE METRO, 1912)

 “La aparición de estos rostros en la multitud;

Pétalos en una rama oscura y húmeda.”


 The apparition of these faces in the crowd;
Petals on a wet, black bough.”


La estación de metro estaba en París.
Al abrirse las puertas de un metro tras detenerse en una ciudad, los pasajeros emergían como una aparición fresca y luminosa, antes del cierre de las correderas, y el nuevo herrumbroso arranque.


Recordemos estos dos versos, no a su autor….

sábado, 6 de septiembre de 2025

DAVID ARMSTRONG (1954-2004): CITY LIGHTS (LUCES DE LA CIUDAD)

































 

David Armstrong, amigo de Nan Golding, ambos fotógrafos norteamericanos formados en Boston, es recordado por sus retratos en blanco y negro de jóvenes conocidos y desconocidos con los que intimaba y fotografiaba en un estudio que montaba en habitaciones de hoteles cercanos. 
Son retratos en interiores, detallistas, precisos, que revelan, si no la inasumible personalidad, sí la apariencia con todos rasgos. Retratos serenos de personas que se entregan y miran, a menudo, a la cámara.

Sin embargo, David Armstrong retrató también la ciudad. La aproximación es inversa. La ciudad está vacía, aunque no deshabitada: el centelleo de luces en las calles y en los edificios así lo atestigua o, al menos, lo sugiere. Pero toda la claridad y la nitidez del retrato humano -como si quiera captar lo que pronto ya no será- se trasmuta en las vistas urbanas. La solidez, la inmutabilidad de la piedra se desdibuja. Ciudad evanescente, que se deshace. La ciudad aparece tras lo que parece una cortina de lluvia o la neblina que diluye los contornos, y el geométrico perfil de los rascacielos deviene una masa informe e insegura, como si las imágenes enunciaran la caducidad de las obras y su disolución en un futuro quizá próximo. 
Por el contrario, si las personas retratadas desparecen, a veces a poco, su recuerdo perdura en la imagen. 
Lo que no ocurre con la arquitectura, en apariencia tan sólida, inmutable, y para siempre, y, en verdad, tan frágil.

Una excelente exposición antológica sobre los retratos -y el proceso de su realización- y algunas vistas urbanas de David Armstrong, dirigida por su amiga Nan Golding, se presenta en los Encuentros Fotográficos de Arles (Francia):





viernes, 5 de septiembre de 2025

NIKI DE SAINT PHALLE (1930-2004): UN RÊVE PLUS LONG QUE LA NUIT (UN SUEÑO MÁS LARGO QUE LA NOCHE, 1976)



Entre Alicia en el Pais de las Maravillas y un inquietante cuento de los hermanos Grimm, el oscuro viaje que una princesa -las princesas viven siempre en los cuentos- emprende para ser adulta, un viaje que se transforma en una pesadilla poblada de monstruos ante los que la princesa no se encoge.

La obra maestra de la artista franco-norteamericana Niki de Saint Phalle

El dragón (Niki de Saint Phalle, Antonio Gaudí y el arte de los cuentos infantiles)
































Fotos sobre fondo negro: Tocho, septiembre de 2025


La artista franco-norteamericana Niki de Saint Phalle (1930-2004) descubrió, en una visita a Barcelona que realizó en 1954, el parque Güell que el arquitecto Antonio Gaudí proyectó y construyó a principios del siglo XX, y en particular el dragón del acceso al parque y los motivos serpenteantes que se desenvuelven en el mismo.

Niki de Saint Phalle sufrió incesto de pequeña. Y violaciones.

Expulsó los fantasmas que la habitaron a través de motivos en apariencia infantiles: el dragón del parque Güell le ayudó exorcizar el horror. 

Los motivos del dragón y la serpiente empezaron a multiplicarse en su obra pintada, esculpida y arquitectónica .

Niki de Saint Phalle supo ver en la obra de Gaudí una faceta terrorífica procedente del universo infantil.

 Lejos de la iconografía religiosa -y mitológica-, un inquietante humor surgido de los temores nocturnos infantiles recorre la obra de la artista, como del arquitecto Gaudí, que Niki de Saint Phalle intuyó y supo ver. 

La iconografía de los cuentos y las leyendas, con las que se sacuden los demonios que asustan y fascinan, ha sido olvidada en la lectura de las obras de Gaudí

Una hermosa y perturbadora exposición antológica sobre el bestiario de Niki de Saint Phalle, en la ciudad francesa de Aix-en-Provence, nos recuerda, hoy, la función sanadora del arte y la necesidad de los monstruos de los cuentos para sobreponerse a monstruos aún más terribles puesto que muy cercanos, reales o imaginarios.

https://www.caumont-centredart.com/fr/niki-saint-phalle