domingo, 3 de octubre de 2010
Interpretar, reinterpretar: Rusell Maliphant, CobosMika, Laura Vilar e Iker Arrúe... y Nijinski, en Barcelona
Hasta hoy, domingo 3 de octubre, el Mercat de les Flors en Barcelona acoge quizá los dos mejores ballets que se hayan mostrado en Barcelona en años.
De la companía inglesa del coreógrafo Russell Maliphant (una de cuyas discípulas es la celebrada Sylvie Guillem), Afterlight: una coreografía, espléndidamente interpretada por Daniel Proietto, recrea dibujos que Diaghilev hizo, así como fotografías, que interpretaban los movimientos de Nijinski. Los motivos faunescos (la piel moteada de un felino), del traje original de Nijinski (una segunda piel), se disocian o se separan del vestido del bailarín actual (que revive a Nijinski), se amplían, se animan, cobran vida independiente y se proyectan, metamorfoseados en nubes (como si de un cuadro de Magritte se tratara), sobre una fina tela translúcida que cubre toda la boca del escenario -componiendo una de las escenografías actuales más inteligentes y hermosas.
A través de aquélla, se descubre la coreografía actual que, literalmente, se manifiesta a través del cuerpo en movimiento del bailarín ruso, se inserta, se pone, íntegramente, en la piel de aquél. El decorado es también la danza, pues forma parte de la danza original.
Un complejo juego de interpretaciones: el ballet interpreta unas imágenes estáticas que interpretaban a un ballet; el movimiento se basa en la imagen fija de un movimiento. La decoración se vuelve un motivo principal; la piel es el cielo bajo el que se mueven los bailarines. Lo alto y lo bajo, el cielo y la tierra se confunden o se reflejan mutuamente. El bailarín actual es el espejo de Nijinski, cuyo cuerpo se proyecta en el espacio actual, a través del intérprete moderno, y de la escenografía.
Previamente, la compañía CobosMika, formada por Olga Cobos y Peter Mika, discípulos de Russell Maliphant, en 1999, recrea Choice, un ballet del coreógrafo inglés, con la participación de Laura Vilar e Iker Arrúe (dos de los mejores bailarines españoles actuales, que poseen su propia compañía de danza), jugando, al igual que el espectáculo anterior, con la noción de arte como interpretación y re-interpretación: Una compañía se integra a una segunda para revisar la creación de una tercera.
Lo mejor, en cualquier género artístico, clásico o contemporáneo, que se ha mostrado Barcelona en mucho tiempo.
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Comparto completamente tu opinión: realmente fue una experiencia magnífica la de este fin de semana en el Mercat. Aunque a mi me llevó por otros derroteros mentales el comentario en mi bloc...
ResponderEliminarintenté grabar un mensaje antes... pero no salió bien
ResponderEliminarbueno: era sólo por compartir contigo mi interés por las piezas que vimos el sábado en el Mercat y la fuerza de la propuesta
e invitarte a visitar el comentario que hice en mi bloc
Estimado Jordi Serra
ResponderEliminarLas grandes obras dan pie a distintas interpretaciones o lecturas, y éste es el caso del ballet de CobosMika. Me maravilló el baile, la iluminación, la manera de ocupar el espacio, y el juego de correspondencias entre ambas compañías. Tras la compañía de Laura Vilar e Iker Arrue, he vuelto a ver una compañía que se aleja de los modelos, un tanto agotados, de las compañías que brillaron hace veinte o treinta años, como Mudances. Lógicamente, el tiempo pasa, y el lenguaje, la visión se renuevan.
Muy buen blog el tuyo que seguiré.
Gracias por el comentario
Pedro