No habrá habido dinero suficiente para pagar la impagable idea de construir el mástil de 1714 cm para banderillear las ruinas de 1714 en Barcelona.
Suerte que aquellos hechos no ocurrieron en el año 17, o el 14: habríamos acabado con una banderita como las de las mesas pepitorias del día del Domund, o de las monas de Pascua. O no.
sábado, 6 de abril de 2013
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