domingo, 25 de diciembre de 2022

KADER ATTIA (1970): ACEITE Y AZÚCAR (2007)


 




Una construcción masiva aunque dulce, un cubo que recuerda un edificio moderno, blanco como una casa mediterránea.

Lluvia negra; el petróleo viscoso cae lenta e incesantemente sobre la construcción, como una cubrición lisa y envolvente -una bendición que es una maldición- que se hunde y se disuelve.

La metáfora, hiriente, no necesita más explicaciones ni justificaciones.

Sobre el artista francés, de origen argelino, Kader Attia, véase, por ejemplo, su página web: 

http://kaderattia.de/biography/

sábado, 24 de diciembre de 2022

Modernizar….




 


El presidente de la Generalitat de Catalunya ha decidido modernizar la decoración de sus estancias oficiales.

Ha mandado retirar cuadros “antiguos” sustituirlos por obras modernas o contemporáneas que “armonicen” con el entorno.

¿Habría optado por pinturas abstractas (geométricas) o surrealistas?

Modernizar, se entiende, consiste en volver a “decorar” con elementos actuales en detrimento de antiguos. El pasado es considerado un lastre, la imagen de lo ya visto. La novedad es signo de modernidad. 

El pasado parece no tener sentido. No es de recibo. Los tiempos actuales no aceptan el pasado. Éste evoca lo avejentado, lo decrépito, lejos del dinamismo, la vitalidad, la rapidez y la sorpresa que causan elementos modernos o contemporáneos. Un político no puede asociarse a la rémora del pasado. Tiene que mirar hacia adelante. El pasado es una losa que lastra sus movimientos. Parecería anquilosado, sin visión de futuro, como si solo mirara hacia atrás.

Así que el arte del pasado debe ser retirado dd inmediato.

El surrealismo, que remueve el pasado y hace saltar las evidencias, desmantécala ideas preconcebidas o fijas, parece una buena elección para renovar imágenes y mentalidades.

Las obras “surrealistas” mostradas en el encabezamiento del texto son dos detalles de una singular tabla gótica anónima aragonesa, sin embargo.

Ésta ha sido sustituida por una obra “radicalmente” nueva:



Un grabado del último Miró -que se sigue comerciando-, tan distinto, cómo se puede ver, de otras obras de Miró.

La tabla da qué pensar -sobre las cortes celestiales (que justifican cortes terrenales), el sacrificio de sangre y martirio que casi todo culto exige, sobre la entrega y la sumisión, sobre la creencia en seres de otro mundo que legitiman nuestras más secretas intenciones, y nuestro poder (sobre los demás), sobre la violencia injustificable, sobre las (las) mártires, es decir, las martirizadas, etc-; el grabado de Miró, ubicado en estancias oficiales, pretende ofrecer una colorista imagen de modernidad que esconda o disimule ciertas nociones tan “modernas” como la patria, sus símbolos, sus cultos y sus “mártires”.



Agradecimientos al arquitecto y profesor de historia de la arquitectura en la UPC-ETSAB, David Mesa, por las fotos y sus sugerencias.


INÉS VIDAL (1972): CAMINO I CRUIX EL PRAT… (2022))

“ Camino i cruix el prat,

d’un pas sec i silenciós,
del pols d’haver nevat.
El baf del fred entela,
les cares del ramat,
que esguarden brins de palla,
llunyans rere el tancat.

A casa et veig
ficant la pilota al brou,
i algun tros de gallina,
reig.
Netejant-me les galtes d’infant,
quan tu passaves encara endavant,
atiant amb les pinces el foc,
ja portant al braçat,
la meua canalla,
caminant a la vora quan jo,
amb passes curtes,
entrava al bosc.

I al bosc,
estàs de vegades,
en un mutisme fosc.
En unes mans calentes,
que agafen les meves.
Amb un vel verd, al meu voltant,
però callada.
I al bosc de tant en tant,
anem plegades,
igual que les bèsties,
buscant.

I avui portes un vel blanc.
Sortirem a veure les ribes,
de rius, llacs i d’estanys,
florides de puntes de gel,
llises i dures com miralls,
i que son les puntes del vel,
de núvia que en fa tres anys que et vas posant.

I anirem amb els infants,
per si albirem l’altre costat,
Les petjades de guineu,
el batec d’algun nou nat,
d’animals sota la neu,
corbs i gralles retallats,
les gotetes de sang
de placenta o d’algú que han caçat,
La llodriguera de dormir a l’hivern,
Entre rastres de passos ferms,
el teu pas silent,
al nostre costat.


Como cada navidad, la arquitecta y novelista catalana Inés Vidal regala un poema que me atrevo a divulgar. No tiene título. El que aparece en la cabecera sigue lo que se hacía en Mesopotamia: el primer verso constituye el título.

De nuevo, agradecimientos por este hermoso poema.


jueves, 22 de diciembre de 2022

Teoría y práctica (política urbana)

 Cuando se suele decir que todo arte es político quizá se quiera expresar que cualquier obra de arte está influida por el entorno. Se la potencia o se la censura por los posibles efectos que aquélla pueda ejercer, se supone, en el ánimo de los ciudadanos, quienes, alterados, exaltados o coartados pueden reaccionar de tal modo que “socaven” el orden público. El papel de los gobernantes, por tanto, debe centrarse en controlar la producción artística -las ideas o conceptos vehiculares os, la manera como se expone, los debates que suscita- a fin que la vida de la comunidad no se altere. Es cierto que no se puede prever a fe cierta si una obra ( de arte o arquitectónica) va a ser perturbadora, obscena, molesta o indignante, y que cualquier juicio a priori es un prejuicio, pero todo gobernante debe vigilar y tomar medidas en previsiones de males mayores, aquí, en China o en Afganistán.

Los gobernantes (los que regulan la vida de la polis o la comunidad, los políticos, en suma) se apoyan en los servidores públicos o funcionarios. Éstos deben pasar por una serie de pruebas y poseer conocimientos y competencias antes de poder ejecutar las decisiones de los gobernantes. Para poder atender al público es necesario prepararse.

Un gobernante no requiere someterse a estas pruebas ni tener conocimientos ni competencias. Se le exige, se le supone, o supone que tenga o debe tener don de mando y la capacidad de imponerse. Los funcionarios son sus agentes, quienes tienen que actuar a sus dictados y ejecutar sus órdenes. Los políticos son o se supone que son, consideran que son visionarios. Los funcionarios, en cambio, perciben las finalidades y  las consecuencias de las visiones de los políticos.

Puede ocurrir que los funcionarios, capacitados y competentes, descubran y sean  conscientes de la incompetencia, la incultura o la ignorancia de un cargo político. Pueden cumplir órdenes a ciegas, o pueden intentar corregir ciertas decisiones, hacer ver al menos qué consecuencias acarrean aquéllas. Un funcionario plasma una decisión política, valorando qué implica tal ejecución, y tratando de evitar funestas consecuencias, lo que puede llevar a exponer los males que una decisión que saben es errónea causará.

La reacción de un gobernante puede ser diversa: puede escuchar, asentir o discutir francamente, puede exigir, con buenos o malos modos, la ejecución de su plan, puede mandar ejecutar a quien plante dudas valiente y coherentemente sobre la ejecución, o puede destituir al funcionario, suplantándole por un funcionario más acobardado, dócil o despreocupado, o por un cargo público que no se interponga a la ejecución de proyectos considerados absurdos o irreales.

En la Grecia clásica, los cargos públicos o políticos eran de corta duración, entre un año y un día y noche; dichos cargos no eran renovables. Los cargos funcionariales eran de largo alcance. De este modo, el funcionamiento de la ciudad no se veía perturbado por el talante, las  decisiones o las ambiciones de algunos políticos. Los políticos podían ser destituidos, no así los funcionarios (siempre que cumplieran con la ley). 

La política en la Grecia antigua (en Atenas en época clásica, sobre todo) no era perfecta, pero al menos había logrado domar ciertos hechos que son comunes en las dictaduras, tanto teocráticas como laicas, falsamente laicas, marcadas por el culto al líder político), en las que las destituciones, los indultos, el maltrato psicológico es el pan de cada día, con el reguero de depresiones y bajas que dejan (hoy ya no es imprescindible ejecutar físicamente a un subordinado). También ocurre comúnmente en ciertos ayuntamientos.

Barcelona, 22 de diciembre de 2022


Podríamos leer la historia del arquitecto (el agrimensor) y el dueño del castillo que Kafka narra en El castillo 


PS: Alemania no desapareció tras la Segunda Guerra Mundial porque los vencedores no desmantelaron el equipo de funcionarios que mantuvieron el país. En Iraq, en 2003, se actuó de manera muy distinta. Veinte años más tardes, sabemos el precio que se paga en el país y fuera.

Aunque la adenda peque, sin duda, de ingenuidad, sorprende que quienes se oponen a la violencia de género torturen psicológicamente a sus congéneres. 


martes, 20 de diciembre de 2022

LA PALOMA DE KANT (INMANUEL KANT -1724-1804-: CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA, INTRODUCCIÓN, SEGUNDA EDICIÓN, B9)

 "Es tan grande la atracción que sentimos por ampliar nuestros conocimientos, que sólo puede parar nuestro avance el tropiezo con una contradicción evidente. Pero tal contradicción puede evitarse por el simple medio de elaborar con cautela las ficciones, que no por ello dejan de serlo. Las matemáticas nos ofrecen un ejemplo brillante de lo lejos que podemos llegar en el conocimiento a priori prescindiendo de la experiencia. Efectivamente, esta disciplina sólo se ocupa de objetos y de conocimientos en la medida en que sean representables en la intuición. Pero tal circunstancia es fácilmente pasada por alto, ya que esa intuición puede ser, a su vez, dada a priori, con lo cual apenas se distingue de un simple concepto puro. Entusiasmada con semejante prueba del poder de la razón, nuestra tendencia a extender el conocimiento no reconoce límite ninguno. 

La ligera paloma, que siente la resistencia del aire que surca al volar libremente, podría imaginarse que volaría mucho mejor aún en un espacio vacío. De esta misma forma abandonó Platón el mundo de los sentidos, por imponer límites tan estrechos al entendimiento. Platón se atrevió a ir más allá de ellos, volando en el espacio vacío de la razón pura por medio de las alas de las ideas. No se dio cuenta de que, con todos sus esfuerzos, no avanzaba nada, ya que no tenía punto de apoyo, por así decirlo, no tenía base donde sostenerse y donde aplicar sus fuerzas para hacer mover el entendimiento. 

Pero suele ocurrirle a la razón humana que termina cuanto antes su edificio en la especulación y no examina hasta después si los cimientos tienen el asentamiento adecuado."


Las negritas son nuestras. La mítica paloma de Kant....

El mundo sensible es lo que evita que el mundo inteligible se disperse. La resistencia de la materia da solidez a la materialización de las ideas que, sin esta oposición, se disuelven sin apoyos ni consistencia. Solo se puede especular a partir de lo que nos rodea, sin cerrar los ojos ni menospreciarlo, sin darle la espalda.

La paloma creía que volaría mejor sin el esfuerzo al que lo obliga el aire, en el vacío. Descubrió que el vuelo, en éste no se alza. La especulación requiere la asunción del mundo.


Es curioso que la expresión catalana fer volar coloms, signifique no tocar de pies a tierra, y perderse en razonamientos sin fundamento.


Agradecimiento al arquitecto y profesor de Teoría de la UPC-ETSAB, Barcelona, César Saldaña, por haber evocado este texto. 

domingo, 18 de diciembre de 2022

JAN GROOVER (1943-2012): LA CIUDAD FRAGMENTADA























 

La fotógrafa norteamericana, trasladada a Francia por el clima conservador imperante en los Estados Unidos, Jan  Groover, es conocida sobre todo por el uso del color en fotografía, en los inicios de los años setenta, cuando éste recurso era denostado por ser comercial y relegado a la fotografía de moda, y por sus bodegones con útiles de uso diario, sin encanto evidente, inspirados en la pintura metafísica italiana de principios del siglo XX. 
Pero Groover fue también una retratista urbana, con secuencias de vistas fragmentadas de entornos anodinos, en las que la vulgaridad y la vaciedad logran un efecto hipnótico (y desasosegado), viñetas sin perdonas, como vistas desde la ventanilla de un coche que circula a toda velocidad por una ciudad que no es una ciudad sino una periferia inacabable y de la que parece querer escapar constantemente, quedando sin embargo atrapado entre los reflejos.

Una exposición en la Fundación Cartier-Bresson de París, hoy la recuerda:




sábado, 17 de diciembre de 2022

Museo del ágora de Atenas






1: Retrato Romano, s. I aC

2: Botas de terracota, tumba femenina, 900 aC

3: Retrato Romano, s. II dC

4: Modelos de graneros, 800 aC

5: Estatuilla femenina de mármol abocetada, c. 200 dC


Fotos: Tocho, diciembre de 2022


El museo del ágora ateniense no es el centro más visitado de la ciudad: un par de personas de tanto en tanto.

Situado en una reconstrucción de los años 50 del siglo pasado de una de las stoas o edificios porticados de un piso y planta alongada, comorense pequeñas obras desde ella época micénica  hasta el final del mundo Romano halladas en el ágora ateniense que delimita por uno de los lados.

Pese al escaso número de obras y el aparente escaso aprecio público, destacan dos piezas únicas y hermosas: una pequeña  “maqueta” de terracota de unos graneros, de época arcaica, uno de los escasos modelos de este tipo, en perfecto estado, y unos botines de terracota: un calzado femenino en miniatura (la tumba, de principios del primer milenio, cuando Atenas aún no era Atenas, contenía las cenizas de una mujer), o  una reproducción de calzado de un niño (quizá un hijo de la difunta), depositados en una tumba, ya sea para que el pequeño pudiera jugar en el más allá, que la madre o el niño pudieran viajar al más allá cómodamente, un viaje que se quería quizá que fuera lo más próximo a un viaje en la tierra, un viaje más soportable para una madre acompañada de un objeto que representaba a un hijo; unas botas que solo un espíritu podría calzar.

La estatuilla femenina apenas abocetada es casi más fascinante que una gran estatua romana en perfecto estado, como si la piedra aún envolviera a una figura como un sudario, cuyos rasgos apenas se transparentan como una vaga silueta enlutada.