miércoles, 1 de octubre de 2025

Barcelonazi

 





Desde 2019, el monasterio de Montserrat alberga una colección de una veintena medallas personales por el arquitecto Xavier Busquets Sindeu (1917-1990). Entre éstas se encuentra una conmemoración de la legión Cóndor.

Dicha legión, compuesta por tanques y aviones caza, fue una creación del gobierno alemán de Adolf Hitler para ayudar a los sublevados del General Franco en contra del gobierno legal de la Segunda República. Dicha temible  legión contaba con soldados alemanes y españoles.

El condecorado con dicha medalla era el arquitecto que poco tiempo después del fin de la Segunda Mundial proyectó y construyó uno de los ejemplos emblemáticos de la arquitectura moderna en Barcelona: el Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña.

El edificio fue restaurado recientemente. Con motivo de la limpieza del friso de Pablo Picasso grabado en placas de hormigón que recorren el remate del cuerpo más bajo del edificio, se estudió la documentación del proyecto y del autor del edificio. Su adscripción al ideario de la Alemania hitleriana era un secreto a voces, pero no se voceó. Si a Dalí se le rechazó durante años por sus afirmadas simpatías por la dictadura española, ¿qué habría ocurrido a la sede del colegio de arquitectos si el pasado de su autor se divulgara? 

Dicho arquitecto llevó a cabo un gran edificio moderno, enlutado por un oscuro muro cortina, en la avenida Diagonal. Se trataba de un edificio de nueva planta que reemplazó a una villa neoclásica, la Villa Perelada Palla, construida por el arquitecto Sagnier durante la primera guerra mundial.

A finales de la guerra civil española el edificio fue adquirido por el gobierno hitleriano para convertirlo en la sede del instituto alemán, dedicado a promover una cierta visión de la historia. 

El arquitecto que llevó a cabo la obra que reemplazó a la villa no podía haber sido escogido de manera más oportuna.


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