Solemos pensar que el paso del nomadismo a la sedentarismo, que se dio en el neolítico en el próximo oriente antiguo, fue una muestra de progreso social, político y económico.
El sedentarismo conllevó la fundación de capitales que dominaban un territorio más o menos extenso salpicado de aglomeraciones , la instauración de monarquías todopoderosas, y la creación de vías comerciales controladas desde el centro de poder que era la capital.
El sistema monárquico estatal quebró tres veces en el próximo oriente antiguo a lo largo de los milenios y siempre por la misma causa: la irrupción de nómadas venidos del exterior, a mitad del segundo milenio con los Amorritas, a principios del primer milenio con los Arameos y en la segunda mitad del primer milenio dC, con los árabes.
Estos nómadas han sido percibidos como un retorno a la barbarie: incultos, poco civilizados, nada urbanizados, carentes de leyes, constituían hordas que asolaron las capitales y quebraron el orden político, económico y social.
Esta doble lectura que conjuga progreso y sistema político organizado alrededor de un jefe (un monarca, un militar, un autócrata) al que se le debe obediencia presenta grietas.
Las invasiones de los Amorritas desmantelaron el imperio medio-asirio, antes de la fundación de lo que se ha llamado el imperio de Mitani.
Ocurre que este imperio no existió. Lo que se dio es una federación de ciudades o de núcleos humanos . El gobierno no estaba en manos de figuras carismáticas, autoritarias o dictatoriales, sino de familias o asambleas de de representantes de familias.
Mitani fue una creación de los nómadas Amorritas. Éstos, de por su condición, controlaban un amplio territorio que recorrían regular y cíclicamente. Controlaban, pero no sometían. Las vías de comunicación eran seguras bajo su constante tránsito. En tanto que no miraban en una sino en varias sedes a lo largo del ciclo de los años , las mujeres no estaban en casa sino que participaban de la vida activa .
Como eran pastores, poseían lana como moneda de cambio, un bien muy apreciado y necesario, sobre todo bajo la forma de tejidos finamente elaborados. El comercio resultante no era el fruto de ninguna explotación.
El gobierno de los Amorritas, la federación de Mitani, constituyó una alternativa a los gobiernos organizados alrededor de un elegido por los dioses. Tenían ciudades que asumieron de otras culturas. Pero sobre todo vivían y controlaban el campo en el que pastoreaban y comerciaban con los productos que ellos mismos elaboraban.
Resumen de una charla reciente de la doctora Mariagrazia Masetti, directora de la misión arqueológica francesa de Qasr Shemamok, entre Erbil y Mosul, en el norte de Iraq.
Los errores o erróneas interpretaciones o narraciones solo son imputables al autor de este texto
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