Fotos: Tocho, enero de 2023
El vital y vitalista callejón peatonal Mutanabi, en pleno centro de Bagdad, entre la calle porticada Rasheed y el río Tigris, inserta entre los equipamientos de época otomana, es un hermoso expositor de libreros de viejo y artículos de bazar, Chinos a menudo, a cuyo lado se abre el decimonónico café Shabander, un superviviente del atentado mortífero de 2007, que destruyó la calle, restaurada o reconstruida al cabo de un par de años, y que algún músico de laúd y cantante anima.
Un puesto vende recuerdos terribles y fascinantes, de yeso pintado coloreado , entre el kitsch y la nostalgia, de monumentos y obras mesopotámicas, entre aquéllos, una estatuilla que reproduce el busto de la reina Puabi de Ur, de mitad del tercer milenio aC, con todo el ajuar funerario ornándola. Un recuerdo único y económico, vergonzante y deseado.
No se ha podido resistir.
Pues sí, la Puerta de Isthar es de lo más kitsch, gracioso pastiche.
ResponderEliminarHace años me sentí afectado por aquella matanza, escribí algo:
https://laantorchadekraus.blogspot.com/2007/03/matanza-en-la-calle-mutanabi.html
Gracias.
Muy cierto, la puerta de Babilonia, la que se presenta en Berlín y el recuerdo de mercadillo, es kitsch. No lo es la que se aún se encuentra en Babilonia, que aparece como una altísima muralla de adobe, sobria y dura, de la que ha saltado la superficie vidriada.
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