"Divina natura dedit agros, ars humana aedificavit urbes"
("La naturaleza divina creó los campos, el arte humana edificó ciudades")
El inicio de la introducción al libro tercero de De la agricultura, del autor romano Varrón, de los siglos II y I aC (116-27 aC), que contiene la cita, reza así:
"Aunque nos hayan llegado dos clases de vida del hombre, la rústica y la urbana, ¿hay alguna duda de que una y otra no sólo existen en lugares separados, sino que también tienen distinto origen en el tiempo? En efecto, la rústica es mucho más antigua, porque hubo un tiempo en el que los hombres cultivaban los campos y no tenían ciudades. De hecho, la ciudad más antigua según la tradición griega es Tebas en Beocia, fundada por el rey Ogygos; en la región romana, Roma, por el rey Rómulo (…). Tebas, que se dice fundada por Ogygos antes del diluvio, sin embargo, tiene cerca de dos mil cien años. Si este tiempo lo refieres a aquel tiempo primigenio en el que empezaron a cultivarse los campos y se habitaba en chozas y cabañas, sin que se supiera lo que eran paredes y puertas, los agricultores anteceden a los ciudadanos en un enorme número de años. Y no es de extrañar, pues la naturaleza divina dio los campos y el conocimiento humano edificó las ciudades, y en tanto que se dice que todas las artes se inventaron en Grecia en los últimos mil años, siempre hubo campos en lugares que podían cultivarse. Y no sólo es más antiguo el cultivo del campo sino también mejor”
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